- Valora tu esfuerzo, debe traducirse en mejores condiciones de vida para ti y tus seres queridos. Aprende a hacer cosas manuales. Aprende a hacer cosas intelectuales
- Nunca dependas de un solo ingreso. Si eres un acomodador de autos, aprende a encerarlos. Si eres meser@, aprende a cocinar. Asegúrate de tener varios “patrones”, cada uno significa un ingreso diversificado.
- Si no mejoras tu competitividad, tampoco mejorarás tu solidaridad.
- Aprende a participar activamente en tu trabajo, en tu comunidad, en tu casa, con tus vecinos, amigos y familiares. Tus actos serán tu respaldo y el recuerdo que tendrán de ti en el futuro. Sé un actor participante de tu comunidad, de tu país.
- Atiende el progreso tecnológico, no necesitas cambiar tus equipos, necesitas mejorar tus habilidades para estar dispuesto a tomar las ventajas que el avance de la tecnología ofrece. No olvides alentar tu condición humana: la belleza a tu alrededor es inspiradora.
- Sé leal. Sé leal, siempre. No esperes nada a cambio. Guarda lealtad a las personas, al trabajo, a tus promesas. Convierte esa lealtad en generosidad: obséquiala, aunque nadie la aprecie, aunque nadie la agradezca.
- Cumple tus compromisos con la mayor cortesía. No desaires a las personas. Haz valer tu palabra, respalda con hechos lo que has dicho y sé amable siempre que puedas.
- Aprende a cultivar amigos de mayores edades que la tuya, para que seas una gran compañía, si los escuchas harás que te estimen; aprende a cultivar amigos de menores edades que la tuya, si los escuchas aprenderás de tecnología y de la vida actual. Hermánate con esos amigos, su amistad será tu riqueza.
- Crea un “efecto de Halo”. Con ello, generas que quien sea tu amigo reciba un trato más amable de quienes te conozcan. Tu reputación debe ser favorable para que tus amistades, socios, clientes, vendedores y contactos personales sepan que serán bien recibidos gracias a las relaciones que has forjado. Ellos recibirán una atención mas cortés por parte de quienes te conozcan, tu nombre abrirá el corazón de quien los trate