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Jueves, Noviembre 21, 2024

En mis referentes de vida, nunca imaginé vivir todo lo que ha pasado en estos meses, donde la vida nos cambió radicalmente. Si ser docente ha sido un reto para saber adaptarse al tiempo y al espacio, hoy ese contexto y ese reto se potenció aún más. 

Por las noticias empezamos a escuchar que del otro lado del mundo existía alarma por el COVID-19; cada día, las notas informaban cómo se extendía la debacle de los sistemas de salud ante la insuficiencia de los hospitales, la necesidad de ventiladores y finalmente, las indicaciones para permanecer en casa. Con ello el cierre de las escuelas… 

Me gustaría partir de hacer una “radiografía de emociones”, esclareciendo la ruta de vida que seguimos en estos días de contingencia, a partir de reconocernos en la voz del otro; en las emociones guardadas, en elegir la forma de expresarnos para dar voz a lo que hemos callado y que podemos compartir. Somos seres humanos, docentes, ciudadanas y ciudadanos de un mundo que ha cambiado y que ha provocado replantearnos la “relatividad del tiempo” de la que hablaba Einstein; de pensar en las lecciones de vida que hemos visto por parte de la naturaleza, en la era del conocimiento, que no ha sido suficiente para prevenir o dar una solución ante la aparición de un virus. Benedetti señalaría que “cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto cambiaron todas las preguntas”, de cómo la vida se detuvo trastocando la rutina, la vida cotidiana de levantarnos con el despertador, de caminar por las calles, de sentir el aire en la cara; ahora ocultos tras un cubrebocas o llenando nuestras manos con gel antibacterial. Como diría Pablo Neruda, “nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”, y seguramente, ni nuestra vida, ni la de los otros, ni la escuela, ni el mundo serán iguales. Esperemos que este reencuentro suceda para no ser los mismos, sino para encontrarnos con lo mejor de este tocar fondo y salir a flote, con la esperanza, la alegría, la solidaridad, la amistad y la resiliencia.   

En estos meses de incertidumbre y ahora con un cierre de ciclo escolar, hablar de “un verano divertido”, “un curso remedial” y más capacitaciones, es tiempo de hacer el balance y asimilar lo que ha ocurrido en este tiempo. ¿Qué vivimos los docentes? ¿cómo se encontrarán nuestros estudiantes? ¿qué aprendimos? 

Pablo Gentili (2020) comenta que este acontecimiento ha sido una evidencia perturbadora en la que 190 países cerraron sus escuelas. En América Latina, prácticamente todos los sistemas educativos cerraron, algo no ocurrido en 200 años y con lo que nos hemos quedado sin la presencia cotidiana de las clases. Ahora estamos en la puerta de nuevos retos más complejos y desafiantes. Entre ellos, mencionaría que el poder ser resilientes y rescatar los aprendizajes adquiridos es un punto de inicio.   

Parto del reconocimiento de las emociones de los docentes, para poder después generar empatía con los otros y en pensar en los estudiantes. ¿Por qué?, porque mucho se habla de evaluar, del currículo, de lo perdido, pero ¿quién ha partido de lo que los docentes han pasado? 

El tiempo y el espacio son coordenadas con las que nos movemos en el día a día de la vida cotidiana. A continuación, se presenta un relato de una profesora de educación básica, donde nos comparte cómo se sintió durante la etapa de contingencia.  

El Tiempo, el espacio y mi vida cotidiana… 

“Hoy dicen que ya no existe el tiempo, qué no existen las prisas, pero para mí que estoy en casa, en un departamento pequeño, entre cuatro paredes con mi familia, el tiempo no se ha detenido, parece que el día y la noche se han fundido en un solo momento en el que sólo se han aglutinado mis actividades. Debo convivir 24 horas al día, con mi madre, mi esposo, mis hijos de 8 y 10 años, más el maldito monitor que empiezo a odiar, con los correos electrónicos que me llegan de la escuela pidiendo actividades para mis estudiantes. Al principio fueron actividades para sobrellevar el primer periodo de contingencia, después, para cubrir el currículo, luego para regularizar y hoy ya no entiendo qué es lo que quieren. Todos, piden y piden, la SEP federal, la SEP de la CDMX, la inspección, la escuela, mi director, los padres de familia. Todos demandan en una sola voz y desde las dimensiones de su desesperación, no sé si queremos aparentar una “normalidad” que sólo es enfermiza, porque yo ya no puedo respirar, todo es el mismo tiempo, ya no hay tiempo para dar clase, para revisar trabajos, para estar con la familia. Hoy todo se conjuga en tratar de atender a todos y resolver todo lo que nos piden. Incluso, en la maestría que curso, hoy me han llamado a examen de inglés… no sé si podré concentrarme en un examen, cuando mis niños reclaman que quieren comer, mi esposo se desentiende de todo por estar atendiendo su trabajo, o mi hijo el pequeño sube el volumen de la televisión a todo lo que da, o mi madre se pone insistente en salir de casa. El tiempo, no se ha detenido, el tiempo se ha vuelto infame, devorándonos, consumiendo las energías entre estas cuatro paredes. Ahora, sólo necesito silencio. “ 

 

 

 

Patricia  

Testimonio de una profesora de Secundaria de Educación Básica. CDMX. 

 

Para reflexionar, en mis emociones y en las de los otros… 

Lee las siguientes preguntas y en un cuaderno u hojas registra tus respuestas.  

 

  1. Una vez leído el texto, reflexiona a partir de lo que ha expresado Patricia, ¿cómo crees que se siente?, ¿qué emociones identificas en ella?, ¿cómo es su percepción del tiempo?, ¿de qué forma sus emociones juegan un papel importante en la relación con su familia?, ¿Te identificas con ella en algún aspecto de su relato?, ¿en qué momento y por qué? 

 

  1. Escribe alguna situación que recuerdes durante la contingencia en donde te identificaste con Patricia, recuerda dónde estabas, qué ocurrió, cómo percibiste el paso del tiempo, cómo lo solucionaste.   

 

  1. ¿Qué le dirías a Patricia? 

 

  1. Finalmente, ¿Cómo imaginas las emociones en tus alumnos? Si tuviste contacto con ellos ¿cómo los percibiste? (tristes, con miedo, inquietos, serenos)

 

Mis aprendizajes durante la contingencia 

Vivir un confinamiento en casa, rodeado sólo de tus familiares más cercanos ha sido una experiencia nueva para todos. Las formas de convivencia, el trabajo, las tareas del hogar han jugado un cambio en los roles cotidianos a los que estábamos acostumbrados.  

Como hemos visto, si bien experimentamos un cambio en nuestras formas de vida, también habría que valorar qué fue lo que aprendimos para resolver los retos que se nos presentaron.  

 

¿Cómo me he sentido en la cuarentena? 

“La verdad es que me he sentido un poco incómodo porque yo no estoy acostumbrado a quedarme todos los días en casa haciendo tareas y teniendo clases virtuales, entonces es un poco difícil para mí porque antes yo salía mucho a la calle y de repente no poder salir y quedarse en casa es difícil, de hecho desde que empezó la cuarentena yo no he visto la calle así que espero que esto pase muy rápido para poder volver a salir a la calle a divertirme y poder correr y jugar con todos. ¿qué espero del regreso a clase? Yo espero que todo siga como lo dejamos y que la cuarentena no nos haya hecho perder el ritmo ya que han sido muchos meses sin pisar mi escuela y hay veces en las que en serio, quisiera ir para poder aprender, jugar y divertirme, pero ahora no queda más que esperar a que todo acabe y poder salir a las calles para ver a mis maestros y que puedan enseñarme tal y como era antes de todo esto, ya que yo siento que no aprendemos mucho al sólo ver los videos que pasan en la tele y luego responder preguntas ya que cada niño tiene forma diferente de aprender y no creo que logremos aprender viendo temas ya vistos, pero eso es lo que pienso yo, tal vez estoy equivocado pero es solo mi punto de vista así que tal vez no sea como yo lo estoy planteando, ya que aunque sean unas simples palabras es lo que algunos niños pensamos”. 

 

Elian  

Alumno de 5º año de primaria 

Elian, es un alumno de primaria que nos comparte su experiencia del confinamiento. En este tiempo ¿pensaste en las situaciones que estarían pasando tus alumnos? 

  1. ¿Qué emociones identificas en Elian?
  2. ¿Qué es lo que más extraña de la escuela?
  3. ¿Cuál es su opinión de la forma en que cambió la forma de aprender y cómo se siente respecto a sus aprendizajes?
  4. ¿Cómo rescatarías los aprendizajes de tus alumnos durante el confinamiento?

Antes de registrar tus respuestas, piensa que en estas semanas muchas veces se priorizó lo que “había que cumplir” ya sea por parte de las autoridades escolares, del Programas Aprende en Casa, de lo que enviaste a tus alumnos para que realizarán o de lo que estaba en los programas de estudio y libros de texto. Pero realmente, hemos visto que el currículo nos quedó a deber, porque muchos aprendizajes, no son tan “fundamentales” como se menciona en los programas de estudio. Porque hubo otras situaciones que los alumnos enfrentaron, como el manejo de sus emociones, las formas de convivencia, el poder enfrentar tipos de violencia en el interior de sus familias, o el tener que realizar otras tareas diferentes a las que hacían en la escuela. Lo más importante es pensar, ¿qué enfrentaron? ¿qué aprendieron? Y ¿cómo los recibiremos en el regreso a la escuela? Ahora si… registra en un cuaderno tus opiniones. 

  

La balanza de aprendizajes y lo que está por venir… 

A continuación, observa las siguientes imágenes y los textos que los acompañan, así como la información que se presenta.  

Una vez que lo hayas revisado, elabora una lista donde registres los conocimientos, habilidades, valores y actitudes que se pudieron haber desarrollado durante el confinamiento. Lo que aprendimos y lo que es un área de oportunidad.  

Y, por otro, registra aquellos medios de comunicación e información institucional que debes tomar en cuenta para el regreso a clases, recuerda, que lo prioritario, será el tener claridad en ¿cómo mantener la salud e higiene en nuestras escuelas?  

 

Lo que debemos saber, lo que necesitamos y lo que podemos hacer.  

“Durante la contingencia no fue fácil adoptar el papel del profesor, reconozco que hay que ser muy paciente y tener los conocimientos para que los niños aprendan”  

Brenda y Nikté 

 

Fuente: https://www.gob.mx/semarnat 

  

“Mi hijo cursa el bachillerato, pero es ya muy autosuficiente, maneja bien el equipo de la computadora y puede hacer sus tareas”  

Mariana 

  

Fuente: https://www.gob.mx/salud 

  

“En las tardes nos reunimos y eso ha sido bueno, porque hemos inventado actividades dónde podemos sentarnos juntos y convivir”  

Ángel  

Fuente: https://www.aprendeencasa.mx/aprende-en-casa/ 

“A mi hijo le han dejado demasiadas tareas, a veces no me gusta verlo tanto tiempo sentado y sin hacer otras cosas que si le gustan” 

Irma 

Fuente: “The Stress of Coronavirus. Means We should Get Rid of grades and use Universal Pass. Abdulah Shihipar en Teen Vogue 

 

Fuente: https://www.gob.mx/mejoredu 

 

¿Cómo repensaríamos el regreso a nuestra vida cotidiana? En las fotografías pudiste leer algunas opiniones de las familias y los niños son nuestras fuentes primarias muchas veces para tener información a partir de sus testimonios para saber cómo han vivido el confinamiento. Pero también la información por vía de instituciones gubernamentales o bien organizaciones civiles son confiables por la veracidad de la información.  

En el siguiente recuadro vacío ¿qué imágenes o qué recomendaciones guardarías como importantes para tener presentes en esta etapa? 

 

 

Recuperando mi experiencia. Memoria colectiva: Mi vida en cambio 

 

A partir de la información que se ha recabado te proponemos elaborar una línea del tiempo donde ilustres con dibujos, imágenes, fotografías y breves relatos lo acontecido durante la contingencia sanitaria.  Todas estas fuentes son voces de muchos testigos que estuvieron presentes en esta etapa de contingencia sanitaria, mujeres, hombres, niñas, niños, jóvenes, instituciones. Seguramente, tú también cuentas con algunos materiales que den testimonio y si no, aún es tiempo de hacer un viaje a nuestro pasado y recabar esos recuerdos. 

Para empezar, imagina que pasan veinte años y tienes que narrar lo vivido durante la contingencia sanitaria.  

  1. ¿Qué acontecimientos serían los más relevantes? (Dejamos de ir a la escuela, a trabajar, tuvimos que estar sin salir, si salíamos usábamos tapabocas, un familiar enfermó, no podíamos celebrar fechas como los cumpleaños, el día del niño, día de la madre, …)
  2. ¿Cuándo ocurrieron? (Durante los meses de marzo, abril, mayo, junio, …) 
  3. ¿Dónde ocurrieron? (En todo el mundo y mi vida personal se acotó sólo a la casa donde vivo)
  4. ¿Quiénes estuvieron contigo? (Con quiénes compartiste el confinamiento: tú familia, integrada por… solo (a), su pareja, mascota, entre otros)
  5. ¿Cómo cambio tú vida? (Tuvo que trabajar a través de su computadora, recibía llamadas telefónicas, tuvo que tomar cursos para usar los nuevos recursos, sus horarios cambiaron y también la relación con sus seres queridos)
  6. ¿Hubo algo que permaneciera? (Necesidades básicas comer, dormir, apoyar en las labores de casa)
  7. ¿De qué forma esta experiencia ha transformado su vida? (Sus relaciones con el trabajo, la familia, los amigos, el medio ambiente, la higiene)

 

¡Los límites los pones tú! Puede usar acuarelas, lápices de colores, crayolas, recortes de revista, fotografías, para representar lo que para ti fueron esas semanas de contingencia sanitaria.  

Identifica las emociones en cada acontecimiento que decidas representar.  

 

Materiales 

  • Papel Kraft
  • Cartulina blanca
  • Lápices de colores
  • Una regla
  • Imágenes, revistas, fotografías, pedazos de tela
  • Textos con pequeñas narraciones de cada hecho representado

 

Recomendación para la elaboración de la línea del tiempo: 

 

- Considerar que una línea del tiempo es una representación gráfica del tiempo 

- Determinar cómo la organizará en cuanto al tipo de convención temporal que use: día, semana, mes. 

- Recorte recuadros de papel Kraft para representar cada periodo que vaya a representar e incorpore sus dibujos y relatos. 

 

Esta actividad la puedes promover con tus estudiantes para hacer una exposición colectiva de sus vivencias. ¿Qué nombre le darías a la exposición? ¿dónde la colocarían para que la puedan apreciar los integrantes de la comunidad escolar? Consideren también dar un espacio para recordar a aquellos integrantes de la comunidad escolar que ya no se incorporaron al curso. 

 La línea del tiempo será una fuente de información que podrá guardar los recuerdos durante esta etapa vivida. ¿Cómo cree que la gente pensaría en veinte años lo que deja representado en ella? 

La intención de estas palabras es hacer un espacio para reconocer lo que todos hemos aprendido, partiendo del trabajo de los docentes y reflexionar sobre sus emociones. Muchas veces, no es fácil expresar lo que sentimos porque podemos parecer vulnerables, es insólito lo que hemos vivido y sin duda nos ha hecho tambalear en nuestros esquemas personales como profesionales, lo importante es saber ¿qué hacemos con esta experiencia? Para empezar, hay que reconocer lo que sentimos, abrirse a compartirlo con otros y apoyar a los estudiantes, quienes llegarán también con la incertidumbre de lo que habrá después de la contingencia. No podremos salir siendo los mismos, porque como señala Larrosa (2006) la experiencia es “ese algo que me pasa” es un acontecimiento o, dicho de algo que no soy yo. No hay experiencia, por tanto, sin la aparición de un alguien, o de un algo, o de un eso, de un acontecimiento, en definitiva, que es exterior a mí, extranjero a mí, extraño a mí, que está fuera de mí mismo”. 

La pandemia ha sido una tragedia y es a la vez una oportunidad que permite repensar, es un momento ideal para cambiar, la pandemia es un laboratorio de experimentación y, por ello, la escuela puede ser un mejor espacio para subsanar desigualdades.  

Patricia y Elian nos han señalado que en tiempos de contingencia sanitaria han extrañado la escuela porque, aunque no es el único, es un lugar privilegiado para aprender y enseñar.  

Organiza el tiempo, el espacio y la vida social. Ese extraño llamado Covid19, nos ha planteado nuevas preguntas, nuevas formas de vida y nos ha transformado. ¿Cómo haremos mejor las cosas? ¿cómo debe cambiar la escuela? 

  

 

Referencias 

 

Bisquerra, Rafael (2016) 10 Ideas clave. Educación Emocional. Grao. España. 

Gentili, Pablo (2020) En Notas del Evento Diálogo Regional llevado a cabo el 4 de junio de 2020: ¿Cómo planificar la reapertura de las escuelas? 

Larrosa, Jorge (2006) Sobre la experiencia en Revista ¿y tú que piensas? Experiencia y aprendizaje. Vol 18. Universitat de Barcelona. P.86-112.  

SEP (2011) Enseñanza y aprendizaje de la Historia en la Educación Básica. SEP/UPN. México. P. 109-158. 

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Sacapuntas

Rafael Fernández de Castro

El timbre de las 8

Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández

Mentes Peligrosas

Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández

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Hernán Sorhuet Gelós

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Sub Comandante Marcos
José de Jesús González Almaguer y Norma Olivia Matus Hernández

Tarea

Joan Manuel Serrat
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“pálido.deluz”, año 10, número 120, "Educación en la segunda década del siglo XXI", es una publicación mensual digital editada por Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández,calle Nextitla 32, Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo, Ciudad de México, C.P. 11420, Tel. (55) 5341-1097, https://palido.deluz.com.mx/ Editor responsable Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández. ISSN 2594-0597. Responsables de la última actualización de éste número Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández, calle Nextitla 32, Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo, CDMX, C.P. 11420, fecha de la última modificación agosto 2020
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