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Jueves, Marzo 28, 2024

Innovación: Proceso de destrucción creadora en condiciones de incertidumbre.

(Unesco 2005) 

 

Todos hemos vivido de manera diferente la pandemia, y en cualquiera de los casos nos tomó por sorpresa. Recuerdo que a principio de año escuchaba cosas como; “aquí no va a llegar”; “es que las condiciones climáticas son diferentes”, “los mexicanos tenemos mejores defensas”, etc... Y, para sorpresa de todos, llegó; no le importaron las condiciones climáticas y, la verdad, es que no estábamos preparados. Esto sólo sirvió para hacer visible y agravar las problemáticas del país: la desigualdad social y económica está a la vuelta de la esquina; de la seguridad, mejor ni hablamos y ni se diga de los millones de niños y jóvenes que hoy no pueden regresar a las escuelas por el riesgo de contagio del COVID-19.

Sabíamos en qué condiciones estaba el sistema educativo mexicano antes de la pandemia, y fue como un balde de agua fría para todos, maestros y estudiantes incluidos, enfrentar esa dura realidad. Actualmente, en plena temporada de reinscripción e inicio de clases, reflexiono sobre todo lo vivido durante estos meses de confinamiento; no sé cuándo vuelva a ver a mis compañeros y amigos, y no creo que volvamos a la normalidad como la conocíamos.

Parafraseando a Carlos Loret; “Hay décadas en las que pasan días y días en los que pasan décadas”. Me gustaría que nos centráramos en esta parte, ya que he estado pensando mucho en cómo se vivirá la escuela a lo largo de la década. Hay muchas razones por las cuales pensar que lo de hoy y lo de mañana será la educación a distancia, pero por las diferentes condiciones económicas que hay en el país, no se puede homogeneizar este tipo de educación, pues la mayoría de los educandos carece de la infraestructura necesaria para seguir con sus estudios. Si bien se ha venido manejando como una alternativa para los alumnos que carecen de las condiciones para ir a una escuela de manera presencial, tampoco refleja la realidad de muchos. Algunos compañeros de la universidad, por falta de recursos, no pudieron tomar las clases en línea que nos brindaron en la unidad; no descarto que sea útil, ni digo que no sirva; muchas universidades de México y el mundo tienen disponibles programas de estudios en línea. Un ejemplo, es el SUAyED de la UNAM que, como lo mencionan Consuelo Hernández, Et. Al. “brinda educación a nivel licenciatura en nuestro país y es a través de este sistema que la UNAM diversificó sus propuestas pedagógicas para dar respuestas a las demandas de quienes desean acceder a la educación superior a través de formas diferentes al sistema convencional.” Además, la enseñanza a distancia no significa cero interacción o socialización, pues en las opciones de conectividad que nos brindan las TICs, también podemos encontrar maneras de construcción social de conocimientos, formas independientes de adquirirlos, dadas, ya sea por investigación del alumno o por los recursos didácticos o textos que se les brinden a los educandos, así como por la autogestión de tiempo a la hora de realizar las actividades. Por este medio se beneficia al proceso de enseñanza-aprendizaje en el que se encuentran, pero ¿México está preparado para cubrir la demanda educativa por medio de las TICs? La respuesta, a grandes rasgos, seria no. Debido a las condiciones económicas en las que se encuentra el país, la población educativa se dividiría entre aquellos con recursos que les faciliten asimilar este tipo de educación en su día a día y los que no. Un proceso de innovación como el que se está llevando a cabo en el planeta (y que se aceleró por motivos de la pandemia) sólo se puede culminar cuando la mayor parte de la población acepte la inclusión de la tecnología en su día a día (en este caso me refiero al home school y al home office). Ejemplos de lo que digo hay muchos en el mundo, la implementación del automóvil como medio de transporte, los smartphones como una herramienta de comunicación casi instantánea, etc, por lo que es difícil pensar que con la educación a distancia pase de una forma diferente. La Innovación viene a ser un proceso de destrucción creadora, porque requerirá de un cambio de paradigma en cómo conceptualizamos la educación, ya no formar a un individuo para que trabaje en una fábrica y esté preparado para un entorno en el que los cambios no son tan rápidos, sino más bien formar a un individuo creativo que sepa cómo adaptarse a los cambios de su entorno, y cómo interactuar tanto de manera virtual como de manera física. Si bien México no cuenta con el nivel de desarrollo de los países europeos y primer mundistas tienen para implementar políticas y acciones que favorezcan la predominancia de este tipo de aprendizaje, la alternativa seria el implementar las practicas tipo b-learning, como se venía haciendo antes de la pandemia. Para que los niños y jóvenes de las zonas rurales y de bajos recursos, no se queden sin estudios este 2020, se están proponiendo las clases por medio de la tv y el radio. Las repercusiones que este proceso traerá (al menos en materia de conocimientos aprendidos), se verá hasta el próximo año. Aunque son buenas alternativas, no sustituyen a la interacción que se da en el aula, como lo menciona Martínez V. “Las sensaciones, anhelos y emociones que se transmiten cara a cara son muy difíciles de emular a distancia”, ello, sumado a la problemática del entorno en el cual se desenvuelven los educandos. Mientras que en la CDMX los padres solamente mandan a su hijo a la escuela, en un entorno rural los padres van a hablar con la/el maestr@ para que dejen salir antes a su hijo, porque hay que trabajar, pues la prioridad del trabajo está por encima de la educación. Esto me lleva al otro punto, que es la interacción del alumno con su entorno, pues a través de él aprende costumbres, valores, hábitos, etc. porque el individuo al interactuar en su sociedad incorpora el capital cultural que va a usar durante su vida. Dussel, en una entrevista que le hicieron sobre la pandemia, menciona los valores que priorizaban nuestros ancestros, sobre todo, la vida y la comunidad, en vez de la individualidad. Pareciera que cada vez nos encerramos en un mundo en el que el otro deja de importar, nos podemos comunicar de diversas maneras, pero cada vez somos menos capaces de tener relaciones duraderas. Los movimientos sociales también tienen su repercusión; en este aspecto, me gustaría saber cómo se transformaría la manera en que vemos a las minorías étnicas, tomando como ejemplo el movimiento black lives matter, ya que en México hubo indignación por el trato que le dan a los afro-descendientes en Estados Unidos, pero ¿qué pasa con los nuestros?

Los factores que van a dar pie a los cambios sociales y que veremos, a lo largo de la década, en materia de educación, pasaron en el transcurso de la década anterior y estallaron en este año. Probablemente Estados Unidos deje de ser la nación hegemónica del mundo; el hombre vuelva a tener la capacidad de mandar personas al espacio gracias a la compañía Spacex; resurja el nivel de respuesta que la humanidad puede tener ante emergencias globales; vimos que al menos  una parte de la población tuvo la infraestructura necesaria para realizar sus actividades de manera virtual; se logró la interacción en ese mundo creado por el hombre, y presenciamos la respuesta de individuos ante una problemática que afecta a una considerable fracción de la población.

Con lo antes expuesto ¿Cómo esperamos que se desarrolle la educación? La doctora Díaz Barriga menciona que “debemos dejar atrás la idea de que los alumnos son tabulas rasas”, que los maestros no lo saben todo y menos con el nivel en el que hoy en día se desarrolla la ciencia, además de que ya no es conveniente considerar al alumno “aprendiz” y tomarlo como un “aprendiente”. Todos somos “aprendientes” en la medida en que seguimos aprendiendo a lo largo de nuestra vida. Por lo que la interacción entre aprendientes, ya sea en un entorno virtual o en un aula, va a tener un peso importante dentro del proceso educativo.

Me parece pertinente recordar que antes de todo cambio de paradigma (ya sea a nivel país, continental o mundial) hubo un desgaste del tejido social. Ejemplo de ello es la abolición de las grandes monarquías en Europa, y que hoy en día estamos viendo. A la gente se le presionó hasta que no soporto más y, como lo menciona Enrique Dussel, hoy más que nunca, necesitamos priorizar la vida, no sólo la humana, sino de la naturaleza y, en el contexto de educación latina, tendríamos que optar por la educación comunitaria.

  

 

Referencias:

Martínez V. Educación presencial vs educación a distancia. Revista La cuestión universitaria, 9. 2017, pp. 108-116. Recuperado de internet.

Díaz Barriga F. Educación y nuevas tecnologías de la información: ¿Hacia un paradigma educativo innovador? Revista electrónica sinéctica, núm. 30, 2008, pp. 1-15 Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente. Jalisco, México. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=99819167004

Hernández C. Et. Al. Pros y contras de la educación a distancia, distancia no significa cero interacción. s/f. Recuperado de internet

Dussel E. [Aristegui noticias] (abril 9 de 2020): La pandemia con Enrique Dussel. Ética y política. [Archivo de video] Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=ILuu3lYWFAg

Díaz Barriga F. [UAMVIDEOS] (septiembre 13 de 2019) La innovación tecnológica aplicada al desarrollo educativo. [Archivo de video] Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=-3tenx-h4Ew.

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“pálido.deluz”, año 10, número 120, "Educación en la segunda década del siglo XXI", es una publicación mensual digital editada por Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández,calle Nextitla 32, Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo, Ciudad de México, C.P. 11420, Tel. (55) 5341-1097, https://palido.deluz.com.mx/ Editor responsable Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández. ISSN 2594-0597. Responsables de la última actualización de éste número Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández, calle Nextitla 32, Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo, CDMX, C.P. 11420, fecha de la última modificación agosto 2020
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