Octava Generación
Quiero compartir con ustedes esta pequeña reflexión sobre el impacto que ha tenido en mí vida el programa de Maestría en Educación con campo en Educación Ambiental.
Soy una docente educadora ambiental con una larga trayectoria en este campo, mi recorrido inició a finales de los años 90, en los programas Cruzada Escolar para la Preservación y Cuidado del Medio Ambiente y Visitas a Museos y Espacios de Educación Ambiental, de la Subsecretaría de Educación Básica.
Me incorporé a estos programas con mucha buena voluntad y con la mejor intención de impactar de manera positiva en el ambiente. Fue un tiempo de intenso trabajo y gran compromiso en el que pude darme cuenta que la auto formación y la buena voluntad no eran suficientes para enfrentar retos tan grandes, pues cuanto más me adentraba en el trabajo, descubría en mí mayores áreas de oportunidad para desempeñarme, entendí que requería iniciar un proceso de formación académica que fuera más allá de cursos y asesorías, en ese periodo de búsqueda de una institución para iniciar mi proceso de formación conocí al maestro Tonatiuh Ramírez Beltrán en un evento académico, su discurso me impactó porque descubrí que mi visión sobre lo ambiental era parcial y bastante ingenua, por así llamarle. Supe que el maestro Tona como cariñosamente le llamamos algunos exalumnos, era el coordinador de la maestría en Educación Ambiental de la Unidad 095 de la Universidad Pedagógica Nacional.
Durante un tiempo me di a la tarea de perseguir la convocatoria para la maestría, pues en dos ocasiones tuve acceso a ella de manera tardía, hasta que finalmente en 2006 lo logré, allí inició mi proceso de formación y profesionalización donde tuve la oportunidad de conocer a maestros excepcionales de quienes aprendí más que solo contenidos de la currículo de educación ambiental.
Este proceso de formación me dio las herramientas para realizar mi trabajo con mayor soporte académico y con una visión más crítica, situación que me abrió las puertas para colaborar en proyectos de universidades como la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, la Universidad Intercultural Indígena de Michoacán y el Tecnológico de Monterrey, donde he tenido la oportunidad de dar talleres fuera de muestro país.
Para finalizar, debo decir que estudiar la maestría en Educación con campo en Educación Ambiental en la Unidad 095, es sin duda una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.