Educador Ambiental y Profesor de Ciencias
Décima Generación
Durante el tiempo que cursé la Maestría en Educación Ambiental de la Unidad 095 de Universidad Pedagógica Nacional (UPN), pensaba que las intervenciones educativas terminaban con el bimestre, semestre o periodo escolar, sin embargo, ahora que tengo la oportunidad de retomarlo, estoy convencido de que la intervención socio ambiental que este programa académico implementó en mi proceso formativo, provocó una influencia tal que, después de 10 años de haber egresado, sigue teniendo gran impacto, tanto en mi carrera profesional como en el ámbito personal.
Quiero resumir esta influencia parafraseando la siguiente frase: “Si he logrado ver más, es poniéndome sobre hombros de gigantes” es una frase mencionada por Isaac Newton cuando concluía su trabajo sobre la luz. Pero hoy, en el siglo XXI, me permite hacer una reflexión, que es sencilla, pero con un objetivo contundente: el reconocimiento a quienes lo merecen por la forma y el fondo de ser profesionales y ser humanos.
Esta influencia me ha llevado a cambiar, no sólo la forma de mirar, sino también la forma de percibir el mundo. Ahora no sólo veo el mundo pasar convertido en tiempo, sino me veo pasando como viajero de ese tiempo. En adelante me miro en el mundo, veo la presión que le genera mi actuar, porque soy parte de él. Pero también miro que mi actuar, favorece los cambios, que le dan esperanza a diversos mundos de tiempos, tanto jóvenes como añejos, porque también esos jóvenes tiempos son parte de él, de nuestro mundo común.
Los cambios que observo hasta hoy son tres:
- La forma de mirar: porque es necesario, primero, aceptar que lo que vemos no siempre es lo real, ni lo más correcto. Siempre la visión del mundo es más sólida cuando se construye en el espacio común.
- El atrevimiento de acercarse a los Gigantes: porque es necesario aceptar que no lo sé todo y que hay personas en el camino con mayor experiencia en áreas inexploradas para mí. Atreverse a preguntar y hacer buenas preguntas es uno de los mayores retos a que este colegio de posgrado me sigue enfrentando.
- Reconocer a los Gigantes: si la grandeza de un Gigante no tiene que ver con su tamaño, entonces ¿Cómo saber quién es un Gigante? Este posgrado me ayudó a enfocar la mirada en las personas, no en sus títulos ni credenciales. En las personas reconozco sus logros, su forma de compartir, su resistencia y sobre todo su esperanza. Por ello, puedo decir ahora que la grandeza de un Gigante no está en su tamaño, sino en la forma en cómo afronta, disfruta y ayuda en este mundo lleno de jóvenes y añejos tiempos.
Finalmente, agradezco al Colegio de Maestría en Educación Ambiental de la Unidad 095, de UPN, permitirme mirar hombro con hombro para ver más, para aprender más, para compartir más, para escribir más y para educar y transformar cada vez con más pasión, resistencia y esperanza.