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Jueves, Noviembre 07, 2024

                                                               

A César Labastida Esqueda lo contrataron temporalmente en la Revista Educativa Pálido punto de luz. No es un ingreso significativo, pero más allá del salario como docente, castigado desde hace décadas, representa una “entradita” adicional. El profesor Labastida está encargado de revisar la redacción y estilo de los colaboradores, y de corregir las barbaridades y horrores que escriben y editan los directores de la publicación.

 Ya en la revisión que realizaba César Labastida sobre los textos de la sección Tema del mes descubrió que la edición se estaba dedicando al aniversario de un programa académico centrado en educación ambiental. Observó que se trataba de un programa de posgrado en una universidad pública que tuvo su origen hace treinta años, cuyo propósito se enfocaba a cubrir dos necesidades en la última década del siglo XX: la formación de docentes en materia ambiental y la profesionalización de la incipiente educación ambiental de aquel 1992.

César comenzó por reenviar a un diseñador las fotos que los directores de la revista habían mandado para la portada. En esas imágenes se destacaban actividades académicas: conferencias, clases cotidianas: presenciales y virtuales, participaciones en congresos, graduaciones, entregas de reconocimientos, mesas de trabajo, programas de televisión. Instantáneas donde aparecía el director fundador de la Maestría, muchos de los profesores que participaron y colaboran en el colegio de esa maestría, así como el andar de muchos estudiantes y académicos en estos seis lustros.

Al seleccionar las imágenes para los artículos escritos por los egresados de la Maestría, César tomó conciencia de la relevancia del posgrado que está celebrando tres décadas de compartir y dialogar conocimientos y saberes. Comprendió que las imágenes y los textos daban cuenta de cómo un programa, que surge desde la base magisterial y se ha basado en la formación de los y las profesoras de distintos niveles del sistema educativo y de la educación no formal, ha logrado tener un impacto transformador en la vida de estos académicos.

César Labastida pudo cerciorarse de la labor e impacto que ha tenido dicha maestría, tanto por los escritos, como por las fotografías: prácticas de campo; intervenciones educativas o lecturas en voz alta de cuentos, narraciones o poesías en forma polifónica. También se aprecian distintos escenarios, desde salones de clase, auditorios, locales de organizaciones de la sociedad civil, playas, áreas naturales protegidas, coloquios, presídiums, cubículos, zonas arqueológicas, plantaciones o invernaderos o en equipamientos ambientales, muchas escuelas. El profesor Labastida percibe una incontenible convivencia horizontal entre esos maestros y alumnos.

A Cesar también le llama la atención la generosidad de los escritos que elaboraron los egresados de casi todas las generaciones: Son textos emotivos que sin pudor hacen evidente su agradecimiento;  son escritos que manifiestan el crecimiento existencial y profesional; que señalan el antes y el después de haber cursado el  programa de Maestría en Educación Ambiental --no pocos mencionan un parteaguas-- de cómo la educación ambiental le dio un nuevo sentido a sus vidas, de cómo este accidente los llevó a un desarrollo académico superior; de cómo la lectura y la escritura fortalecieron sus vidas; de la forma en que el intercambio cotidiano, en los más de dos años formativos, con colegas preparados en otras disciplinas y saberes robusteció su espíritu ambiental y docente; de la responsabilidad, la disciplina y el reto formativo; del incremento del razonamiento crítico y propositivo, de las promociones que les ha posibilitado al haber estudiado el posgrado; del cambio hacia el despertar de una conciencia ambiental; de la preparación desde el horizonte de la complejidad y la interdisciplinariedad, y; de como el lema de educar para transformar se fue volviendo misión para los participantes de esta Maestría.

Al profesor Labastida, después de haber leído y visto el material previo de este número 139 de Pálido punto de luz, se le antoja hacer una segunda maestría.

César busca en internet y encuentra la convocatoria para ingresar a la Maestría en educación ambiental de este 2022:

 

Convocatorias posgrado 2022 (upn.mx)

https://upn.mx/index.php/estudiar-en-la-upn/2-uncategorised/914-convocatorias-posgrado-2022

Sacapuntas

Hernán Luis Sorhuet Gelós

El timbre de las 8

Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández

Educación Ambiental

Tema del mes

Ana Laura Carapia Carapia
Víctor Miguel Rodríguez Jiménez
Nancy V. Benitez Esquivel
Elsa Adriana Torres Albarrán
Irene Montes de Oca Rosales
Luciana Miriam Ortega Esquivel
Jesús Anastasio Eslava López
Eva Rosas Mondragón
Daniel Flores Salgado
Jaime Olivares Anaya
Oswaldo Escobar Uribe
Génesis López
Anali Sánchez Paredes
Fidel Silva Flores
Eugenia Erasto García y Décimo séptima generación
Víctor Miguel Rodríguez Jiménez

Usos múltiples

Alfredo Gabriel Páramo
Gabriel Humberto García Ayala
Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández

Deserciones

Alfredo Gabriel Páramo

Sala de maestros

Tarea

Óscar Baños Huerta
“pálido.deluz”, año 10, número 139, "Número 139. Educación ambiental: 30 años de formación y experiencias en un posgrado. (Abril, 2022)", es una publicación mensual digital editada por Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández,calle Nextitla 32, Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo, Ciudad de México, C.P. 11420, Tel. (55) 5341-1097, https://palido.deluz.com.mx/ Editor responsable Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández. ISSN 2594-0597. Responsables de la última actualización de éste número Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández, calle Nextitla 32, Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo, CDMX, C.P. 11420, fecha de la última modificación agosto 2020
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