Décimo cuarta Generación
Ser bióloga y educadora ambiental fue prácticamente como consecuencia: trabajar en la conservación de especies y ecosistemas, necesita sin duda hacer educación ambiental comunitaria.
Pero quizá una experiencia generalizada para quienes figuramos en este terreno desde los años 90 del siglo XX, es que tuvimos que aprender en la medida que hacíamos las actividades.
Sin embargo, siempre resulta necesario mejorar los aprendizajes, que es el sentido que yo le doy a una maestría en la que fue preciso leer, investigar, reflexionar, y, sobre todo, compartir saberes de otras áreas de estudio.
Muy importante también fue el análisis de la problemática ambiental desde una visión compleja que es muy necesario para entender todos los ángulos de una situación. Analizar, discutir y reflexionar sólo puede darse en el ámbito de una maestría.
Finalmente, una característica de la maestría en la Universidad Pedagógica Nacional es que, al estar dirigida para docentes frente a grupo, implicó un mayor aprendizaje del compañero y las compañeras maestras y me permitió conocer el trabajo cotidiano de mis colegas docentes frente a grupo, lo que me dio una perspectiva muy amplia de la educación ambiental en el sector escolar.