Creo que la soledad es eso, sentir la opresión de las cosas que nos rodean
Alonso Cueto, Deseo de Noche
La memoria infinita (Alberdi. M. Chile, 2023) es un documental que narra la vida cotidiana de una amorosa pareja chilena en la tercera edad, con más de veinte años de estar juntos. Se trata de Paulina Urrutia y Augusto Góngora, que enfrenta el Alzheimer con valor, pasión, estoicismo, muchos recuerdos y arte con amor.
Es un documental valiente, íntimo, a momentos placenteros y en otros dolorosos. En principio es una historia de amor. Observamos a la pareja –casi en exclusiva— en su realidad cotidiana: los vemos al despertarse en la cama y reconocerse, en el baño a la hora del aseo, en las comidas, en los paseos, caminando o en bicicleta, en las conversaciones de todos los días, que Paulina detona y guía.
También existe un trabajo de recuperación de las imágenes en ambos. El material calificado rejuvenece a los actores. Augusto Góngora, periodista, escritor, reportero o conductor de noticias en televisión; informando, por ejemplo, del bombardeo a la Casa de Moneda en el golpe de Estado a Salvador Allende en 1973, o el regreso a la democracia en Chile con la llegada de Patricio Aylwin a la presidencia de ese país sudamericano, o presentando un libro sobre la importancia de la memoria histórica para no olvidar la dictadura.
Vemos a Paulina Urrutia como actriz consagrada de teatro, pero también como funcionaria en el ministerio de Cultura. La vemos en películas en las que incluía a su esposo en el reparto.
Observamos los momentos de consolidación de la pareja y la construcción de la casa. Los vemos vacacionando en la playa y después, la hija de Góngora, en una visita a su padre, recordando que siempre escuchaban las mismas canciones en esos viajes familiares.
Lo que llama poderosamente la atención en esta cinta son las huellas y la presencia del arte y la cultura en ambos. Por ejemplo, ella tiene que ir a un ensayo de una obra de teatro y miramos a ambos sobre el escenario bailando desenfadada y placenteramente. Viven en esa casa que pensaron arquitectónicamente bella, funcional y lejana. El teatro y la literatura están presentes en forma contundente en la pareja. El arte es parte importante de sus vidas al que nunca renuncian.
El documental es paradójico. Nos deleitamos y nos duele al mismo tiempo, por ejemplo, en las escenas que muestran el amor por los libros que tiene Augusto. Viven rodeados de ellos —los llama sus amigos— y, también, simultáneamente, los cobijan, apasionan, y también los oprimen.
La banda sonora incluye bellas y pertinentes melodías, excelentemente colocadas. Rescatamos dos: la primera de Silvio Rodríguez, referido a las cosas que se han ido u olvidado:
¿A dónde van las palabras que no se quedaron?
¿A dónde van las miradas que un día partieron?
¿Acaso flotan eternas, como prisioneras de un ventarrón
O se acurrucan, entre las hendijas, buscando calor?
¿Acaso ruedan sobre los cristales, cual gotas de lluvia que quieren pasar?
¿Acaso nunca vuelven a ser algo?
¿Acaso se van?
¿Y a dónde van?
¿A dónde van?
La otra de Juan Luis Guerra en una versión moderna, que nos refiere momentos de la pasión, la cordura. Locura e ilusión.
Tengo un corazón
Mutilado de esperanza y de razón
Tengo un corazón
Que madruga adonde quiera
Y ese corazón
Se desnuda de impaciencia ante tu voz
Pobre corazón
Que no atrapa su cordura
Quisiera ser un pez
Para tocar mi nariz en tu pecera
Y hacer burbujas de amor por donde quiera
¡Oh!, pasar la noche en vela, mojado en ti
Un pez
Para bordar de corales tu cintura
Y hacer siluetas de amor bajo la Luna
¡Oh!, saciar esta locura, mojado en ti
Canta, corazón
Con un ancla imprescindible de ilusión
Sueña, corazón
No te nubles de amargura
Y este corazón
Se desnuda de impaciencia ante tu voz
Pobre corazón
Que no atrapa su cordura
El documental La memoria infinita, tiene una parte profunda y hasta filosófica cuando los protagonistas se preguntan hasta dónde resistir, vivir, amar, aguantar. Lo que vemos es a dos sobrevivientes luchando por demostrarse que lo vivido siempre vale la pena. Es una oda a la vida, realista, con momentos de angustia y desesperanza.