Ya se han comentado en la sección “Mentes peligrosas” de palido.deluz diversas películas y series de televisión que abordan situaciones de la vida escolar, con especial atención en ciertos docentes poco convencionales y su labor con alumnos especiales o grupos con perfiles particulares. En algunas de ellas se presentan también las interacciones entre los docentes y con las autoridades escolares antes y después de las clases, incluso fuera de la institución. Mencionamos algo de ello en las reseñas de las recientes películas Radical y Un trabajo en serio; lo hemos visto en programas de TV como Merlí, Rita, Boston Public, entre otras; recordamos las conversaciones de los docentes y directivos en las cintas Indiferencia, Mentes peligrosas, Triunfo a la vida, por mencionar sólo algunos ejemplos; consideramos las sesiones de consejo académico con profesores, maestras, directores y estudiantes que aparecen en La clase… En fin, el entramado de las relaciones humanas en el ambiente de las escuelas frecuentemente ha sido objeto de interés para los cineastas.
Con la proximidad de la entrega de los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, en esta ocasión quisiera comentar una de las nominadas al Oscar como mejor película internacional, que se titula en español El salón de profesores, cinta alemana dirigida por Ilker Çatak, a partir de un guion escrito por él mismo en colaboración con Johannes Duncker.
Leonie Benesch personifica a la maestra Carla Nowak, joven, idealista y comprometida con sus estudiantes de primer grado de secundaria, con los que lleva una relación fluida y relajada, hasta que se suscitan una serie de robos en la escuela, de manera que los directivos inician una investigación junto con algunos profesores para resolver el problema con la premisa de “tolerancia cero”.
La maestra Carla se siente muy incómoda cuando sus alumnos son sometidos a interrogatorios y a revisión de mochilas en la búsqueda de los ladrones, así que decide poner en práctica una estrategia propia para descubrir quién ha estado sustrayendo dinero y otras pertenencias del salón de profesores; sin embargo, un error de criterio la lleva a sacar conclusiones apresuradas y cometer una indiscreción que acaba por envolverla en una vorágine de acusaciones, reclamos de padres de familia, controversias con los colegas y recelo de los estudiantes. Sus buenas intenciones se vuelven contra ella una y otra vez, de manera que su posición en el asunto se torna muy delicada y ve cuestionadas sus convicciones sobre su labor como educadora.
En El Salón de Profesores, el director Çatak muestra la complejidad de la estructura escolar y de las relaciones humanas dentro de ella, como reflejo de las tensiones de la sociedad en su conjunto, tales como racismo y discriminación. En la era de la postverdad, las definiciones de lo correcto, lo justo y lo verdadero se vuelven imprecisas. La tensión en el ambiente institucional se va incrementando y en el intento por mediar en el conflicto, la maestra Carla se vuelve el motivo y el objeto de fricciones y desencuentros en la comunidad educativa: directores, docentes, alumnos, personal administrativo, padres de familia parecen moverse en un campo de batalla, en el que una víctima inocente se convierte de pronto en sujeto de una sanción, en lugar de recibir empatía y consideración.
Se trata de uno de los alumnos de la maestra Carla, que sufre personalmente la situación. No comprende lo que pasa y deja de confiar en ella, quien no se atreve a revelar lo que sabe, por las implicaciones morales, afectivas y legales que tiene el asunto. Se encuentra maniatada por las reglas del sistema que se oponen a su conciencia. El desenlace pone en evidencia la calidad de la escuela como institución de control y represión, por encima de la compasión, la tolerancia y la colaboración.
Es una historia que detona profundas reflexiones sobre la responsabilidad de los docentes hacia los educandos en un mundo en el cual se relativiza la verdad y la justicia para mantener la supuesta autoridad, el poder y el orden establecido por una minoría, más allá de las necesidades y los derechos de las personas como individuos y como integrantes de una comunidad. Es una película incómoda, porque sacude la conciencia, pero justamente por ello, la recomiendo a todos los educadores: maestras, profesores, padres y madres de familia, formadores de docentes, responsables de instituciones educativas, supervisores escolares.
Créditos y reparto
Director
Ilker Çatak
Guión
Johannes Duncker, Ilker Çatak
Género
Drama
País
Alemania
Actores
Leonie Benesch, Anne-Kathrin Gummich, Rafael Stachowiak, Eva Löbau, Michael Klammer
Año
2023