Cursaba el segundo año de Preparatoria con la Carrera Técnica de Puericultura, me encontraba en el tercer semestre, en la materia de Física, el profesor que la impartía tenía un comportamiento machista, no sabia a mi modo de ver y de sentir dar la clase, ya que siempre que tenia alguna duda sobre algún tema relacionado con su materia, no me daba ninguna respuesta y no le daba importancia.
Este comportamiento del profesor ocasionó en mi mucha frustración, enojo, impotencia y desesperación ya que cada vez que había examen me sentía inútil y preocupada porque no quería reprobar.
Nos había dejado elaborar un trabajo en equipo, lo realicé con 3 de mis amigas y resulta que el trabajo no le gusto al profesor generando que me pusiera 5 en mi calificación final y me mando a extraordinario y lo que mas me afecto fue que a mis 3 amigas no las reprobó y yo no entendía el por qué y cuando le pedí una explicación me dijo:” Que por ser mujer éramos traicioneras y convenencieras asi como chismosas y mitoteras y que por confiar en mis “supuestas amigas” me habían traicionado y no les importaba lo que a mi me pasara cosa que cuando le daba clases a varones este tipo de situaciones no se daba porque ellos si sabían trabajar en equipo y no eran mitoteros, desleales y chismosos”. Por último, me dijo “ni modo estudia para tu extraordinario”, solo le contesté “que sí”.
Estudié para mi examen extraordinario, me dieron una guía que yo no entendía hice lo que pude para estudiar, pero aun asi no fue suficiente y no pase el primer extraordinario. Tuve que volverlo a presentar lo que hice fue estudiar por mi cuenta e investigar sobre los temas de física y cuando presente el examen logre pasar con 6.
La lección que obtuve por esta situación fue que aprendí a estudiar y prepárame por mi cuenta y no volví a reprobar esa materia a pesar de que tuve al maestro hasta el final de mi carrera técnica, sobre la actitud del maestro no me agradaba que fuera machista y nos hiciera sentir mal a mis compañeras y a mí, que nunca supo respetarnos ya no solo como mujeres sino como seres humanos. Me quedo muy claro que como docente yo en particular jamás me comportaría como el y enseñar bien la materia sin comparaciones de género.