Al finalizar la preparatoria realice el examen de ingreso al nivel superior del Politécnico en el área de ingeniería, ya que yo provenía de una vocacional el acceso a estas unidades se facilita, por ello, conseguí ingresar a la ESIME unidad Azcapotzalco en la carrera de ingeniería en robótica industrial, en ese momento comenzaba el camino hacia el fracaso.
Iniciando las clases, con una actitud entusiasta, comencé a notar que era una escuela con un nivel más alto que el que había visto en la vocacional, tanto de docentes como de alumnos, y por lo menos en temas como física, química y matemáticas, pese a todo esto, fue relativamente fácil acoplarme al nivel, todo gracias a mis compañeros que eran bastante unidos y solidarios, aunque también muy borrachos y llevados.
Así transcurrieron los primeros semestres y todo iba bien, pero a partir del cuarto semestre el sentimiento de que no pertenecía a ese lugar se hacía cada vez más grande, entonces, comenzó a bajar mi desempeño y por consiguiente mis calificaciones. Todo el entusiasmo había desaparecido, y a pesar de contar con el apoyo de mis compañeros, reprobé algunas materias. Entonces empezó un rezago que me alejó de mis compañeros lo cual fue el detonante para que más tarde que temprano decidiera desertar de dicha carrera.
Aun así, aprendí muchas cosas que han significado bastante en mi vida, tanto social, como laboral y académica; por ejemplo, el sentirse perteneciente a un grupo de volvió un punto radical al momento de elegir quedarse o no en algún trabajo o escuela, porque la falta de esta pertenencia genera incluso un rechazo profundo por parte de uno mismo hacia la actividad que se quiera realizar; el ser autodidacta es algo que aprendí a la fuerza, pero que me genera tanta satisfacción actualmente, me creo capaz de aprender de todo siempre y cuando exista el interés suficiente; y por último, el trabajo en equipo, aunque en realidad lo llamaría aprendizaje colaborativo, muchas ocasiones entre todos tratábamos de que un tema quedará claro o fuera más sencillo, y esa convivencia generaba un aprendizaje único, eso es algo que me llevo de ese lugar y que siempre tomó en consideración para aprender o enseñar en el aula o fuera de ella.