Ante la propuesta de reducir en 95.3 por ciento el presupuesto para los planteles dedicados a la formación de maestros en 2021, académicos, investigadores y profesores normalistas, así como el pleno del Consejo Nacional de Autoridades de Educación Normal (Conaen) de todo el país, pidieron se reconsidere la iniciativa contenida en el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) enviada a la Cámara de Diputados.
En ese documento se plantea una asignación de 20.6 millones de pesos para el rubro de educación normal, cuando en el presente ejercicio los recursos ascendieron a 461.4 millones.
Las decisiones que se tomen en las próximas semanas afectarán a 264 planteles públicos de formación docente en el país, que en conjunto tienen una matrícula de alrededor de 96 mil alumnos, 16 mil de los cuales pertenecen a escuelas rurales.
Hace unos días, después de la presentación del proyecto de presupuesto, se publicó en el Diario Oficial de la Federación un nuevo reglamento interior de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en el que difunde la desaparición de la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación y se crea la de Educación Superior para el Magisterio, entre cuyas atribuciones está la de proponer políticas para el desarrollo de las instituciones y programas dirigidos a la formación de profesionales docentes.
La Conaen, en un documento, solicitó la creación de un programa y presupuesto específico para las escuelas formadoras de maestros que den respuesta a las demandas del normalismo presentadas en el congreso nacional que se realizó el año pasado, cuyos resolutivos hizo propios el gobierno federal y que incluyen el tema de suficiencia presupuestaria.
Ángel Díaz Barriga, académico emérito del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (Iisue) de la UNAM, y José Manuel Rendón, maestro e investigador de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros (BENM), coincidieron en que esta reducción es sumamente contradictoria con el discurso gubernamental de reivindicar la imagen profesional de los profesores.
Díaz Barriga dijo entender la difícil situación económica que atraviesa el país al grado de poder aceptar una disminución de 15 o 20 por ciento, pero conducirlo hasta 95 por ciento nos parece de poca sensibilidad y poco conocimiento de lo que este país quiere de la educación normal.
En entrevista, el experto e integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel III comentó que si bien reconoce que en medio de la actual emergencia sanitaria por el Covid-19 es urgente la necesidad de invertir en salud, debido a que durante los últimos 30 años de liberalismo se dejó empobrecido a este sector sin crecimiento y sin desarrollo, en esas mismas condiciones se encuentra el sistema educativo, también con enormes y brutales rezagos.
Por su parte, Rendón –ex director de la BENM– criticó que con estas decisiones pareciera que este gobierno quiere concluir una tarea iniciada por administraciones anteriores de desaparecer las escuelas normales, pues pensar que con 20 millones de pesos se puede atender un programa de la importancia de esta tarea tiene serias repercusiones en varios sentidos.
Recordó que en los dos anteriores sexenios estas instituciones han sido blanco de un ataque sistemático por parte del gobierno, consistente en una asfixia presupuestal, en el mantenimiento de estructuras orgánicas inoperantes y mecanismos de empobrecimiento académico que incluso generaron un elevado nivel de corrupción.
El académico agregó que las escuelas normales son un terreno devastado y muy deteriorado en todos los niveles, lo cual reclamaría una política verdaderamente para su atención; parte de ello sería su fortalecimiento, desde lo económico y presupuestal, no el que impera en las actuales condiciones.
Periódico La Jornada
Lunes 21 de septiembre de 2020, p. 7