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Jueves, Noviembre 07, 2024

En esta ocasión vamos a comentar sobre un tema que quizá, para algunos, pueda parecer del pasado. Los que estudiamos en el siglo pasado tuvimos dentro de los programas escolares de la primaria la materia de civismo. Esta asignatura no podía faltar, puesto que era una herramienta necesaria para formar mejores ciudadanos, con sorpresa desaparece de la programación y los libros ya no circularon entre los alumnos y alumnas y comenzaron a olvidarse los principios para construir una sólida sociedad.

Esa formación cívica busca fortalecer en los estudiantes la capacidad crítica respecto a los principios que rigen a la humanidad para un mejor desarrollo de convivencia social, para actuar de manera libre y responsable que lleve al individuo a mejorar la convivencia social.

 

¿Qué se perdió sin la educación cívica? 

          Debo hacer la aclaración, que en estos tiempos vuelve a retomarse la materia de Formación Cívica y Ética. Sólo quiero señalar algunos detalles que se perdieron en su momento en que desapareció la asignatura como civismo. Veamos qué cambios tuvo en los estudiantes y en la sociedad.

Cuando se escuchaba el himno Nacional Mexicano todas las personas se ponían de pie y se descubrían la cabeza. En los desfiles y honores a la bandera, las personas mostraban respeto y admiración por los símbolos patrios. Hoy nuestros jóvenes y adolescentes no comprenden el porqué del respeto a los símbolos patrios de nuestro querido México. Si no se conoce la historia del país ¿cómo se le puede amar?

Se perdió el respeto por las personas, tanto de niños como de adultos. El respeto conduce a una mejor convivencia entre los seres humanos. En nuestros días ya no hay preferencia por los adultos mayores, por las mujeres, por los enfermos y, en general, entre todos los ciudadanos. Hasta se ha perdido el respeto por las instituciones políticas. Aún más, se ha perdido el amor por la vida. Volvamos a retomar la asignatura de civismo como debe de ser. Enseñemos a los hijos y a los nietos a cuidar todo el entorno que nos rodea, que amen lo vivo: al hombre, a los animales, a las plantas y a nuestra casa común.

 

¿Qué hacer?

          Que la escuela asuma su papel de educadora de principios y valores. La familia sea educadora de los hijos, ambas instituciones eduquen en los principios básicos de una sana convivencia entre los seres humanos. Recordemos que la escuela no reemplaza a la familia, en la familia se aprenden los valores y se viven.

Enseñemos lo más elemental del respeto y sana convivencia. El ejemplo forma más que mil palabras. Enseñemos a cuidar a los adultos mayores, respeto a las personas y vuelvo a recalcar, también al medio ambiente. Cuidemos todo lo valioso de nuestro querido mundo y país.

 

La importancia del civismo en la formación de los alumnos y alumnas.

 

          Hay un refrán que dice: “lo anterior siempre fue mejor.” No estoy de acuerdo con este pensamiento puesto que el tiempo de cada persona y de cada época es el mejor. Lo que pasa en la vida es que todo evoluciona y cambia, lo que toca al ser humano es renovar lo que no conviene para este tiempo y también tomar lo mejor de la época que ya pasó.

          En párrafos anteriores se ha hecho alusión a la pérdida de valores y principios que se infundían en el siglo XX a los estudiantes. Lo que se pretendía que los estudiantes aprendieran y sobre todo que los encarnaran en su vida cotidiana. Familia y escuela caminaban de la mano y estaban en la misma frecuencia de formar excelentes ciudadanos.

          Tal parece que hoy se han ido diluyendo aquellos valores que se impartían en la educación del siglo pasado. Historia y civismo tenían bien definido su objetivo y sobre todo, se sabía hasta dónde se deseaba llegar con la educación cívica. La historia se estudiaba para saber lo que fue México y las personas que contribuyeron para la formación de esto gran país y el civismo, para que los ciudadanos sepan cómo dirigirse en la sociedad y el respeto por todo lo que conforma el entorno social, incluyendo el medio ambiente.

          Vamos a echar un vistazo con mirada retrospectiva para comprender las etapas por las que ha pasado la educación en México. Este país ha sufrido de desigualdades en el orden de lo económico, lo político, lo cultural y educativo. Había que buscar la manera de solucionar la problemática de los años 1960-1972, sobre todo en la cuestión educativa y en esta época el Gobierno implementó la estrategia de los libros de texto gratuito. Adolfo López Mateos, desde su candidatura a la presidencia de la República llegó a afirmar: “Esta es una tarea nacional en la que habremos de empeñarnos todos los mexicanos para que llegue el día en que no haya un niño sin escuela, sin maestro y, sin libros.”.

          Vamos a anotar un poco de los contenidos de los libros de texto, sobre todo haciendo alusión a la asignatura de civismo y otras materias relacionadas con los programas de tiempos pasados. La pregunta que salta es y ¿Cuándo se borró la asignatura de civismo si era esencial para formar al buen ciudadano, que creciera con respeto, amor a la vida y al medio ambiente? Sólo mencionaremos los materiales que contenían los libros de texto. Sólo examinaremos a continuación, los de los años 1960 al 62. (Todo sobe el alumnado, 2022).

          En primer grado, sólo se entregaron 2 libros. Uno era mi libro de primer año: Español, Aritmética, Ciencias Naturales, Geografía, Civismo, Historia, Ciencias Sociales.

El otro era: mi cuaderno de trabajo de primer año. Con ejercicios para realizar de: Lengua, Nacional, Escritura, Aritmética y Geometría, Estudio de la Naturaleza, Geografía, Civismo, Historia.

          2º. Grado, se entregaban 3 libros: mi libro de segundo año, con los contenidos de: Español, Historia, Civismo, Ciencias Sociales. Mi cuaderno de trabajo de 2º. Año: ejercicios de Lengua Nacional y escritura, Estudio de la Naturaleza, Geografía, Historia y Civismo. Mi cuaderno de trabajo de 2º. Año: ejercicios de Aritmética y Geometría, ejercicios de matemáticas básicas.

          3er. Grado, se entregaba un libro para cada asignatura (7 libros): mi libro de Geografía y cuaderno de Geografía. Lengua nacional, mi cuaderno de escritura, Historia y Civismo. Mi libro de Historia y Civismo y Ciencias Sociales. Mi libro de Aritmética y Geometría, Estudio de la Naturaleza.

          4º. Año, se entregaban 7 libros: mi libro de cuarto año: Lengua Nacional (lectura). Mi libro de cuarto año de Historia y Civismo. Mi cuaderno de trabajo: Lengua Nacional y escritura, Historia y Civismo, Ciencias Sociales. Mi libro de cuarto año: Geografía y su respectivo cuaderno de trabajo. Mi libro dedquirirlos de la manera independiente.a formar al buen ciudadanoramas de tiempos pasados. la  cuarto año segunda parte: Aritmética, Geometría, Estudio de la Naturaleza. Mi cuaderno de trabajo aritmética y Geometría.

          5º. Grado, dos libros: (segunda parte) Aritmética y Geometría, Estudio de la  Naturaleza (Matemáticas, Ciencias Naturales.). cuaderno de trabajo: Matemáticas, Ciencias Naturales, Aritmética y Geometría, Estudio de la Naturaleza.  

          6º. Grado. Aquí no se entregaron libros, había que adquirirlos de la manera independiente.

          Sólo quisimos dar a conocer los libros de texto gratuito que se utilizaban en la primaria en los años 1960-1962. Queremos hacer notar la importancia que se le daba al Civismo y al Estudio de la Naturaleza. Materias que hoy se requieren para crear conciencia para tener el debido respeto con las personas, las cosas y todo el entorno que nos rodea y nos proporciona vida.

 

De capital importancia es el civismo, asignatura que ayuda en gran parte a respetar las normas de convivencia, de cortesía y de respeto para con los seres humanos y en especial con los adultos mayores, las mujeres, los discapacitados, y en general, con todas las personas. Además, tener respeto y cuidado de la naturaleza: agua, plantas, animales, los mares y el aire que respiramos. No digo que lo de antes era mejor, pero sí puedo decir que se puede rescatar lo que pueda servir para los niños, los jóvenes y los adultos. Todo con la finalidad de tener una vida más sana para todos. De formar ciudadanos con conciencia planetaria, se requieren hombres y mujeres educados y educadas en los valores que sirven para fomentar la vida y no la muerte.

 

¿A quién le toca educar en este tema?

 

          Los lugares para educar sobre la conciencia ecológica son: en primer lugar podemos nombrar a la familia, ahí es en donde desde pequeños pueden se enseñados por los padres, los hermanos mayores y los abuelos. La escuela debe asumir su rol desde la creación de programas que contengan enseñanza de los valores ecológicos y el respeto por la vida y los seres vivos. La asistencia a seminarios, conferencias, congresos y diplomados; ya sean de manera presencial o en línea. Recalcamos que la familia es el lugar más importante puesto que ahí se recibe a la vida, se protege y se respeta.

          En la familia se aprende a ser agradecido, cuando se cruza entre dos personas o va a ingresar a una habitación, pide permiso y también sabe pedir las cosas por favor. La escuela debe apoyar esa formación. Volvemos a señalar la importancia del Civismo y el cuidado de la naturaleza. Todo esto debe de llevar a los estudiantes y a los que no estudian a tener respeto por el entorno en donde vivimos y nos movemos.

          La autoridad civil también tiene su parte. Si se está viendo cómo el medio ambiente se contamina, pues debe tener sus reglamentos y sanciones para que los ciudadanos se enteren de que la autoridad competente también toma cartas en este asunto tan importante. También deben de existir instituciones que velen por el cuidado del medio ambiente y también que tengan la facultad de sancionar cuando haya personas que deterioren el medio en que vivimos y nos movemos.

          Hay que admirar lo bello de lo creado y ver la utilidad que ofrecen los bienes que nos han sido encomendados. Que cese el individualismo que lleva a vivir de manera egocéntrica buscando sólo el bien para mí. El bien general debe privar sobre el particular. Se requiere de un ambiente mejor en donde el amor a la vida se cultive entre toda la sociedad. La humanidad tiene un desafío del tamaño de la tierra. Si nos damos todos los manos, creemos que se logrará tener una conciencia ecológica. Se debe de comenzar con uno mismo y luego con los demás. El ejemplo enseña más que mil palabras.

 

El mundo es hermoso y hay que conservarlo.

          Según nos narra el libro del Génesis cómo fue la creación del universo, se dice que quien lo creó, o sea, el Ser Supremo, vio que todo era bueno. En realidad, todo lo que existe es bueno y tiene una función qué desempeñar en favor de los seres vivos. Lo creado es bueno para los seres vivos: plantas, animales, personas. Pensemos en el agua, la luz solar, la tierra, el día, la noche, el mar y los ríos, los bosques con sus árboles frutales, las bestias del campo, los insectos y todo lo existente se nos ha dado para bien, y, ¿lo cuidamos?

          Hoy, parece ser, que la vida ha pasado a segundo término. Si reflexionamos un poco ya no se lucha por tener nuevos miembros en la familia, si es posible que no nazcan será mejor. El hombre mata al hombre y como que cada vez se respeta menos la vida, se mata sin misericordia, ya no hay respeto por el otro, ya no vale y se puede eliminar como algo desechable. Se perdió el respeto por la vida de los seres humanos, es una triste realidad que en pleno siglo XXI no se valore la vida de un ser humano, no hay cuidado de los seres humanos.

          El hombre se ha hecho egoísta, envidioso e insensible; contamina los ríos, los lagos, los mares y ¿por qué lo hace? Creo por el deseo de tener, aunque la gente se enferme o se muera, nos estamos matando por no cuidar la belleza y utilidad del agua. Se talan árboles sin los debidos permisos sin importar que la erosión de la tierra siga deslavándose. Se caza y se pescan especies que están en peligro de extinción y nos cruzamos de brazos, mientras los que causan daño a la tierra muy a gusto se embolsan el dinero sin importar si va todo eso a provocar una catástrofe que acabe con todo lo existente.

          Debemos de apostar por otro estilo de vida. Tenemos un enemigo que hay que vencerlo: es el consumismo, esto nos puede acabar, hay cosas que se compran y no son necesarias para una vida digna, es por eso que los que lucran con la destrucción de lo creado ofrecen cada vez más de productos superfluos. No importa qué se destruya.

          Entre más vacío está el interior del hombre, más desea tener, aunque no lo necesite. El Papa Benedicto XVI afirma: “el tema del deterioro ambiental cuestiona los comportamientos de cada uno de nosotros.” (Mensaje para la Jornada Mundial de la paz 2010, 11: AAS 102 (2010). 48. Siempre es posible lograr un cambio para bien en favor de la vida, cuando hablamos de la vida, nos estamos refiriendo a todo lo creado. Se necesita un cambio de mente y espíritu para conservar todo lo prestado por el Creador. Cuando se llegue a desterrar el individualismo, se estará logrando obtener algo bueno en favor de la sociedad.

          Nos llama la atención y nos cuestiona la encíclica Laudato si (Francisco, 2015), sobre el cuidado de la casa común del Papa Francisco quien nos dice: “La educación ambiental debería disponernos a dar ese salto hacia el Misterio, desde donde una ética ecológica adquiere su sentido más hondo. Por otra parte, hay educadores capaces de replantear los itinerarios pedagógicos de una ética ecológica, de manera que ayuden efectivamente a crecer en la solidaridad, la responsabilidad y el cuidado basado en la compasión.” (Laudato si.210. ed. San Pablo 2015). La educación tiene un papel importante que desempeñar en este punto del cuidado ambiental. Falta responsabilidad y entrega para convertirse en defensores de los derechos humanos que apoyen el medio ambiente y la vida. Se requiere de una educación ecológica que lleve no sólo a la instrucción e información sino a crear hábitos para lograr un desarrollo sostenible del medio ambiente.

          Hay acciones que se pueden llevar a cabo y que no son cosa del otro mundo, acciones cotidianas y que han sido descuidadas o ignorada. Por ejemplo: ya se nos dice que hay que reducir el uso del plástico, una acción que no le tomamos la debida importancia como es el ahorro del agua, cierre sus llaves, no la tire sin consideración porque el día de mañana hará falta. Separar los residuos, aún no se instruye lo suficiente. No hacer demasiada comida que muy probablemente se echará a perder. Tratar con respeto a los animales, ellos también contribuyen para el equilibrio ecológico. Hagamos campañas de reforestación, las escuelas y las familias deben de fomentar la siembra y plantado de árboles. Afine su vehículo y usarlo sólo cuando realmente lo necesite. No tire basura por todos lados, esto contamina el ambiente.

            Es necesario retomar lo importante,  el respeto del ser humano por el ser humano, para contar con los valores necesarios para respetar el entorno, como se mencionó anteriormente con el ejemplo;l ejemplo de los padres en la familia, de los maestros en las escuelas, y de cada una de las profesiones y oficios en la sociedad atendiendo con responsabilidad, honestidad, con la finalidad de construir un mejor futuro para todos, como se puede observar no se puede cuidar al entorno, si no se inicia con una buena formación cívica y ambiental.

 

 

 

 

Bibliografía

Francisco, P. (24 de mayo de 2015). Obtenido de https://www.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html

Todo sobe el alumnado. (s/f de s/f de 2022). Todo sobre el alumnado. Obtenido de https://unate.org/admision/como-era-la-educacion-en-el-ano-1960.html

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“pálido.deluz”, año 10, número 141, "Número 141. Novatadas escolares: primeras experiencias docentes. (Junio, 2022)", es una publicación mensual digital editada por Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández,calle Nextitla 32, Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo, Ciudad de México, C.P. 11420, Tel. (55) 5341-1097, https://palido.deluz.com.mx/ Editor responsable Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández. ISSN 2594-0597. Responsables de la última actualización de éste número Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández, calle Nextitla 32, Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo, CDMX, C.P. 11420, fecha de la última modificación agosto 2020
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