Primeramente, recordemos lo implacable que ha sido hasta ahora el SARS-CoV-2, mejor conocido como Covid-19. Este virus ha cambiado de forma inesperada la vida de la especie humana. Se ha llevado consigo muchas vidas, ha intentado ganarle la batalla a otras y se ha propagado súbitamente en casi todo el globo terráqueo.

Actualmente muchos países están trabajando para la implementación de algunas vacunas, con la esperanza de mitigar el Covid-19. manteniendo las medidas sanitarias que, por norma oficial en esos países se han implementado. Sin duda, el cuidado no es mío sino el cuidado del otro, y mío, en cuanto yo soy el otro de ese otro. Es decir, mi comportamiento sirve de modelo para mis seres queridos, allegados, incluso para mis vecinos y mi comunidad. “Desde el momento en que el otro me mira yo soy responsable de él sin siquiera tener que tomar responsabilidades en relación con él; su responsabilidad me incumbe. Es una responsabilidad que va más allá de lo que hago…yo soy responsable del otro sin esperar la reciprocidad, aunque ello me cueste la vida” (Levinas, 1991, p. 80).

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos que hacen los profesionales de la salud, hay quienes aún insisten en no cuidarse y por ende descuidan su otredad. “Todos nosotros somos culpables de todo y de todos ante todos y yo más que los otros” (Dostoievski, 1949). Entonces resulta que, impulsamos la propagación del SARS-CoV-2 de manera ascendente y, en consecuencia, la afectación no sólo de la salud física y mental, sino también de la economía del país, dado el cierre masivo de muchos comercios, negocios, instituciones recreativas, etc., en donde laboran personas que como todos necesitan llevar el sustento económico a casa.

Lamentablemente, esta situación también ha afectado a los museos del país. Los encargados de dirigir los museos se han visto obligados a cerrar sus puertas para evitar la propagación del virus, como es el caso del “Papalote Museo del Niño”, el cual está en riesgo de caer en quiebra, según el comunicado que la misma empresa ha dispuesto en su sitio web oficial.

El museo ha reportado que necesita urgentemente recaudar aproximadamente $50 millones de pesos, para poder cubrir gastos de mantenimiento, sueldos de sus empleados y colaboradores mientras dure la contingencia; desdichadamente, no llevan ni 2 millones de pesos recaudados. (Cerebros, 2021). Esto es sólo un caso de muchos, donde es notable la forma en cómo se desmoronan los proyectos, los sueños, las metas e ilusiones de empresarios y empresarias que invirtieron en el país y abrieron muchas puertas de trabajo para la sociedad mexicana.

México se caracteriza por ser el país con más museos en Latinoamérica. Los museos han contribuido de manera significativa en la educación del país. Pues bien, ahora necesitan del apoyo del Estado y del nuestro para poder sobrevivir a esta pandemia y continuar exponiendo muestras de nuestra historia. Así estarán en disposición de continuar brindando un amplio panorama a la creatividad, mostrar evidencias de nuestra evolución como sociedad, así como de todos aquellos eventos que nos marcaron y que dieron paso a la sociedad del siglo XXI.

Los museos son cultura; en este caso, nos muestran el legado de hombres y mujeres que trabajaron arduamente para construir nuestro país. Exhiben colecciones, objetos, información que reflejan aspectos de nuestra existencia. Por ello requieren múltiples cuidados para seguir en pie y continuar contribuyendo a la educación de México.

Los museos han sido un medio de comunicación eficaz y eficiente, logrando que el pasado permanezca en el presente y continúe en el futuro. Conservando nuestro legado, nuestra cultura, nuestro arte que nos caracteriza como sociedad en el mundo.

Cuando una nación se preocupa y se ocupa de la educación formal, informal y no formal, de la cual también participan los museos, hablamos de un país al que le importa el conocimiento y el desarrollo intelectual de su sociedad.

Finalmente, me parece imperativo rescatar la economía del país y lograr recuperar la estabilidad económica que hemos perdido a causa de la pandemia. Lastimosamente, muchos que ya eran pobres se hicieron más pobres; no obstante, estoy convencida de que los cambios, los avatares de la vida, así como los problemas existenciales, nos obligan a ser mejores, recrear, reinventar, reflexionar y a sacar lo mejor de cada uno.

Por ello, precisamente, debemos salvar los museos, parte esencial de nuestra riqueza nacional.

Referencias

Cerebros, (2021). Somos cerebros. Instagram

Dostoievski, F. (1949). Obras completas. Aguilar.

Lévinas, E. (1977). Totalidad e infinito. Ensayo sobre la exterioridad. Sígueme.

Lévinas, E. (1979). El tiempo y el otro. Paidós.

Lévinas, E. (1991). Ética e infinito. Visor.

Lévinas, E. (1991). Humanismo del otro hombre. Visor.