Introducción
Uno de los problemas más frecuentes a los que se enfrenta todo docente que haya dado clases de literatura es que los estudiantes tienen un escaso gusto por la poesía. La falta de comprensión de este género no sucede sólo entre los alumnos, sino que también es frecuente entre los adultos e incluso entre los buenos lectores. En las sociedades contemporáneas, la narrativa goza de una gran vitalidad que se nota, por ejemplo, en la gran cantidad de novelas que se encuentra disponible cada año en las librerías. Por otra parte, la poesía es un género poco leído y entendido. Si la labor de formar lectores literarios presenta muchos retos, la de formar lectores de poesía implica todavía más.
La poesía requiere del desarrollo de una sensibilidad especial que tiene que ver con la apreciación de las imágenes literarias, de las emociones y de los ritmos. Sería idóneo desarrollar estas habilidades desde la infancia para que, al llegar a la adultez, los lectores puedan disfrutar los textos poéticos. Es por eso que me he dado a la tarea de escribir este artículo con secuencias didácticas. Aunque están pensadas sobre todo para nivel básico, me parece que se pueden desarrollar en diversos contextos educativos. Yo las he implementado para fomentar el gusto por la poesía entre los lectores primerizos, incluso de nivel posgrado, con excelentes resultados.
A diferencia de los enfoques historicistas, donde se da preferencia a la memorización de fechas, autores y obras, estas actividades buscan enseñar algún concepto teórico fundamental para entender la poesía (el verso, la rima, la metáfora, etc.) a la vez que fomentan la creatividad y la imaginación con diversas formas de creación literaria y artística. En palabras de Colomer: “el objetivo es desarrollar la competencia interpretativa” (Andar 37).
El título de este artículo está inspirado en el poema “Un nuevo comienzo I”, de Luis Eduardo García, que habla sobre la posibilidad de transformar la realidad que nos rodea, si se juntan la belleza y la imaginación. Y como muchos pensamos que es necesario cambiar el mundo y, además, creemos que un mundo con más lectores sería mejor, por eso decidí rendir homenaje a este poema. Porque la poesía debe comenzar a verse como lo que realmente es: una potencia transformadora del ser y del mundo. Espero haber dado algunos pasos en el sentido correcto.
En la siguiente tabla brindo un resumen de qué conceptos y habilidades desarrolla cada una de las actividades que se explican más abajo.
Nombre de la actividad Objetivos de aprendizaje Actividad relacionada
Paso a pasito El verso Baile, caminata y dibujo
Con las manos en el corazón La rima Percusión corporal
El poema es un pájaro La metáfora y las greguerías Collage
Un nuevo comienzo La enumeración caótica Creación literaria
Una extraña seta El extrañamiento Fotografía
Paso a pasito
Objetivo de aprendizaje: el verso
Duración aproximada: una hora
Materiales
- Selección de poemas breves, de entre 10 y 20 versos
- Un salón amplio, un jardín o el patio
- Monedas o fichas
Esta actividad busca desarrollar las capacidades necesarias para comprender la que es, quizás, la característica más importante de la poesía: el verso. Es necesario remarcar que no toda la poesía está escrita en verso (también hay poesía en prosa) pero no hay duda de que este recurso es uno de los más importantes.
A diferencia de la prosa, que se escribe de manera continua, un poema no abarca toda la extensión de la página. Esto no obedece a un mero capricho, sino a que cada verso representa una unidad rítmica. En la página escrita, el verso puede identificarse porque es cada una de las líneas del poema. Por otra parte, cuando es leído en voz alta, se puede identificar porque, al final de cada verso, hay una breve pausa.
El objetivo de esta actividad es mejorar la lectura en voz alta y desarrollar el oído poético. Se puede trabajar con poemas escritos con métrica o en verso libre, pero recomiendo evitar el uso de poemas de arte mayor (de más de ocho sílabas) porque sus ritmos lentos, pausados y solemnes se hacen difíciles de seguir.
Momento 1
Se explicará qué es el verso y que al final de cada uno de ellos debe hacerse una breve pausa de lectura. Después se pedirá a los alumnos que se pongan de pie. A continuación, el docente comenzará a leer un poema y les dirá que den un paso hacia la derecha al final del primer verso. Después deben dar un paso hacia la izquierda cuando se termine de pronunciar el segundo verso. Y así sucesivamente. Con cada verso, los alumnos irán moviéndose de un lado a otro, como en un pequeño baile. Al principio, les costará trabajo identificar las pausas, pero conforme vayan practicando, tanto la lectura como los movimientos se harán cada vez más fluidos. Este ejercicio debe repetirse hasta que la lectura en voz alta y el movimiento de los alumnos sean rítmicos y coordinados.
Como si se tratara de una canción, la poesía con métrica tiene un ritmo marcado y predecible que está determinado por el número de sílabas. Los alumnos deben activar su oído musical y moverse al compás que marca el ritmo del poema. Un ejemplo de poema que puede ser utilizado en esta actividad es Santiago, de Federico García Lorca:
La tristeza que tiene mi alma,
Por el blanco camino la dejo,
Para ver si la encuentran los niños
Y en el agua la vayan hundiendo
Para ver si en la noche estrellada
A muy lejos la llevan los vientos (García Lorca Santiago 25)
Momento 2
Después se deben formar binas y a cada una se le asignará un poema. Un integrante de la bina debe leer el poema en voz alta mientras el otro da un paso al final de cada verso. Es importante que los pasos no se den en el mismo lugar, sino que se camine al azar o en zigzag. Se debe insistir en que, quien realiza la lectura, la debe hacer de forma clara, con buen volumen, fluidez y con la pausas adecuadas.
Con esta actividad, los alumnos ejercitan la lectura en voz alta. Si esta no es buena, el compañero no podrá seguir el ritmo de poema. Por otra parte, también fortalece el oído musical, que se acostumbra a captar los ritmos. Una de las principales labores del docente en esta etapa será caminar entre las binas y dar sugerencias a los alumnos para que mejoren su lectura en voz alta. En algunas ocasiones, los alumnos se entusiasman tanto que convierten la lectura en una canción y los movimientos en un baile. Esto no se debe reprimir porque refleja la total asimilación del ritmo de la poesía.
Una vez que la coordinación entre ambos integrantes de la bina sea correcta, se deben marcar en el piso todos los pasos que el estudiante dé cuando el poema sea leído en voz alta. Esto se puede realizar de varias formas, por ejemplo en pisos de cemento se pueden mojar las levemente las suelas de los zapatos o también se puede recurrir a dejar monedas o fichas en el piso. Al final de esta actividad, en el suelo quedará un objeto o marca por cada verso del poema; en la imagen que acompaña ejercicio, se utilizaron monedas.
Momento 3
Finalmente, los alumnos harán un dibujo alusivo al poema utilizando todas las marcas que quedaron en el piso, como si se tratara de un juego de dibujar uniendo los puntos. En caso de que se trate de un piso de cemento, se puede dibujar con gises directamente sobre él; también se puede tomar una foto y realizar un dibujo digital. En el siguiente ejemplo se dibujó un sapo y una oruga, dos animales que aparecen en el poema “Quejas”, de Aramís Quintero.
Con las manos en el corazón
Objetivo de aprendizaje: la rima
Duración aproximada: media hora
Materiales
- Poemas con rima
La rima es uno de los recursos más empleados por la poesía. Es necesario remarcar que no todos los poemas tienen rima, pero sin duda, es uno de los recursos más frecuentes. La rima se define como: “la igualdad o semejanza de sonido a partir de la última vocal tónica en las palabras finales de los versos” (Beristáin 444). En el siguiente fragmento del poema “Temprano”, están marcadas las palabras que riman:
En la playa,
temprano,
cuando nadie ha llegado,
el sol sale solito
y salado (Quintero 7).
Es importante remarcar que la palabra “cuando” no se considera aquí una rima porque no se encuentra al final del verso.
Momento 1
El docente explicará que, aunque muchas palabras pueden tener sonidos parecidos, sólo riman aquellas que se encuentran al final de diferentes versos. Después leerá un poema en voz alta y les pedirá a los alumnos que hagan una percusión corporal cada vez que haya una rima. Para que este ejercicio suene bien, se debe hacer que la percusión coincida exactamente con la última vocal tónica de cada verso.
Las percusiones pueden ser muchas, por ejemplo: aplaudir, dar una palmada con ambas manos en los muslos, tronar los dedos, pegarse en el pecho.
En el siguiente ejemplo (rima asonante) se han marcado la última vocal tónica de cada verso, que es donde se debe realizar la percusión.
Cucú cantaba la rana (aplauso)
Cucú debajo del agua (aplauso)
Cucú pasó un caballero (chasquido)
Cucú vestido de negro (chasquido)
En las primeras lecturas habrá falta de coordinación, pero luego todo el grupo hará las percusiones de manera coordinada y precisa. Por supuesto, es necesario que el poema sea leído con las pausas adecuadas. Así que con este ejercicio se seguirá practicando lo que ya se vio en “Paso a pasito”.
Momento 2
Los alumnos deben trabajar en binas. Uno de los integrantes del equipo leerá un fragmento de poema en voz alta (se sugiere que sea de cuatro a seis versos). Mientras tanto, su compañero tendrá que hacer una percusión corporal cada vez que identifique una rima.
Una vez que las binas hayan practicado lo suficiente, leerán sus poemas frente al grupo para mostrar cómo suena su texto acompañado de la percusión corporal.
El poema es un pájaro
Objetivo de aprendizaje: la metáfora y las greguerías
Duración aproximada: dos horas
Materiales
- Revista vieja para recortar
- Tijeras
- Pegamento
- Cuaderno
La metáfora: “designa un objeto mediante otro que tiene con el primero una relación de semejanza” (Marchese y Forradellas 256). La metáfora es una de las figuras literarias más importantes porque juega con los significados, cambia el nombre de las cosas o revela relaciones ocultas entre los objetos. La metáfora es una de las partes más importantes de la poesía. No busca ser realista, sino sorprender, divertir y crear belleza a través del lenguaje. A veces, no es necesario entender del todo las metáforas, pues su poder radica en su capacidad para despertar nuestra curiosidad o mostrarnos significados profundos. En esta actividad se realizará un acercamiento a las metáforas, tanto de forma gráfica como literaria.
Momento 1
Se les explicará a los alumnos qué son las greguerías. Estos textos fueron inventados por el escritor Ramón Gómez de la Serna y son muy breves, poéticos y pueden ser humorísticos. Al no tener rima, generalmente las greguerías basan su fuerza poética en la construcción de significados inusuales gracias a las metáforas. Después se leerán algunas greguerías en voz alta. Al principio, el docente explicará algunas de ellas y luego pedirá a los alumnos que las expliquen por sí mismos. Ejemplo de greguería de Ramón Gómez de la Serna:
“El libro es un pájaro con más de cien alas para volar”.
Explicación:
Se compara el libro con un ave debido a la similitud que tienen las alas con las hojas. Pero la similitud va más allá del mero parecido físico, pues, en el fondo, esta metáfora implica que los libros sirven para echar a volar la imaginación.
Momento 2
El profesor pedirá a los alumnos que le proporcionen sus palabras favoritas. El profesor irá anotando algunas de ellas hasta llegar a cinco en el pizarrón. Por ejemplo, pirinola, aguacate, amor, canción, etc. El profesor pedirá a los alumnos que inventen una greguería por cada palabra que está anotada en el pizarrón. Debe recordarles que sus greguerías deben salir de lo normal y que deben ser inusuales, extrañas o sorprendentes. Es necesario hacer hincapié en que no debe haber rima y que la fuerza de la greguería vendrá de la metáfora.
Momento 3
Se explicará a los alumnos que un collage es una forma de arte utilizada por pintores como Braque o Picasso y que consiste en reunir una o más figuras preexistentes para crear una nueva. El collage es una técnica muy rica que puede ser figurativa, abstracta o conjugarse con la pintura. El objetivo de esta actividad es crear un collage donde se junten dos imágenes en una sola para crear una metáfora visual. Después se pedirá a los alumnos que realicen uno o varios collages con los recortes de revistas que trajeron.
A continuación hay un collage del artista mexicano Andrés Gamiochipi, cuya obra es un excelente ejemplo de lo que se busca hacer en esta actividad.
Burbujas, de Andrés Gamiochipi
Momento 4
Se pedirá que hagan una greguería para el collage que elaboraron. Finalmente, los collages y las greguerías serán compartidos. A continuación, se incluye un ejemplo de collage elaborado en clase.
Un nuevo comienzo
Objetivo de aprendizaje: la enumeración caótica
Duración aproximada: media hora
Materiales
- Cuaderno
La enumeración caótica es una figura literaria donde se hace una lista de elementos que parece que nada tienen que ver entre sí, y es un recurso muy frecuente en la poesía. Algunos ejemplos de enumeraciones caóticas son los poemas “No te salves”, de Mario Benedetti; “Otro poema de los dones”, de Jorge Luis Borges; y “Mi mujer de cabellera de fuego”, de André Bretón.
Momento 1
Se leerá en voz alta el poema “Un nuevo comienzo”, de Luis Eduardo García. Este poema está constituido por dos partes. En la primera hay una enumeración de elementos extraños que poco o nada tienen que ver entre sí. Sin embargo, en la segunda parte se brinda una explicación: “el mundo puede/ y debe ser otra cosa”. El poema es una invitación a repensar y cambiar el mundo; a aceptar que en él hay cosas que están mal y que podemos modificarlas mediante la imaginación y la creatividad. De esta forma al final se revela que la enumeración caótica es, en realidad, el ejercicio de imaginar un mundo diferente.
Un nuevo comienzo I
Marmotas en una nube. Liebres patinando sobre el hielo.
Tiranosaurios bailando la polka.
Murciélagos en un globo de cristal.
El mundo puede
Y debe ser otra cosa (García 9).
Momento 2
Se pedirá a los alumnos que imaginen cómo podrían cambiar el mundo y que lo expresen de manera poética mediante una enumeración caótica de, al menos, seis versos. Su poema debe terminar con los versos “el mundo puede/ y debe ser otra cosa”.
Una vez que hayan terminado, se pedirá a los alumnos que escriban otros dos poemas que utilicen enumeraciones caóticas. El primero debe comenzar con el verso “En mis otras vidas fui” y el segundo con “Todo eso quiero y puedo llegar a ser”. Los alumnos pueden modificar estos versos de acuerdo con su creatividad y su gusto, también pueden ponerlos al final, al principio o repetirlos a lo largo del texto.
Al finalizar la escritura, se hará una lectura en voz alta de los poemas que escribieron los alumnos. A continuación se incluye un ejemplo de poema realizado en clase.
En mis otras vidas fui
Una tormenta que provocó el caos
Un león que podía volar
La planta carnívora que comía arbustos
Una taza que jamás tuvo café
Y una libreta con hojas de colores
Después fui un astronauta que viajó a Plutón
Pero igual una arquitecta que destruyó una obra
Y como cantante, malísima
Siendo sincera nunca fui buen refrigerador
Tal vez por eso terminé siendo el sol
Escrito por: Nancy Nayelly Guerrero Salazar
Una extraña seta
Objetivo de aprendizaje: el extrañamiento
Duración aproximada: una hora
Materiales
- Cámara fotográfica o celular
- Cuaderno
El extrañamiento es uno de los principales mecanismos que conforman el arte. De acuerdo con Marchese y Forradellas: “el extrañamiento es […] el procedimiento estilístico mediante el cual el artista nos ofrece una percepción inédita de la realidad, desautomatizando el lenguaje, deformando los materiales que lo componen, dislocando semánticamente la expresión” (158). El extrañamiento consiste en señalar lo insólito o mostrar lo que ya es conocido, pero con un diferente punto de vista. El extrañamiento se puede lograr con una gran multitud de recursos y estrategias. El objetivo de esta actividad no sólo es que los alumnos se hagan sensibles a la belleza que se encuentra en lo insólito, sino también que desarrollen una forma creativa de ver lo cotidiano.
Momento 1
Se explicará a los alumnos qué es el extrañamiento y se analizará en algún poema específico. Recomiendo utilizar “Naturaleza IV”, de Luis Eduardo García, aunque puede elegirse cualquier otro. El jardín es el símbolo del control, el orden y el propósito que el ser humano le impone a las cosas. Todos los objetos, como el pasto o los rosales, han sido cultivados para cumplir con una función determinada. Por otra parte, la seta representa todo aquello que existe a pesar de que no podemos otorgarle un sentido preciso, no tiene una función, no es comprensible o no es útil. Mientras que el jardín representa la norma, la seta es símbolo de aquello inusual e inesperado. Este poema es un canto a las cosas que escapan de nuestro control y que, a pesar de ello, son hermosas.
Momento 2
Se pedirá a los alumnos que salgan del salón y vayan a buscar cosas inusuales o que muestren algo cotidiano desde un punto de vista diferente. Deben registrar sus descubrimientos con una fotografía. Después de 20 minutos de búsqueda, deben regresar al salón y compartir sus fotografías.
A continuación, se muestran algunos ejemplos de fotografías tomadas por alumnos durante este ejercicio.
Lazo. Fotografía de Alejandra Córdova Guadarrama
Paisaje abstracto (chancla). Fotografía de Armida Alejandra Velasco Castañeda
Momento 3
Los alumnos escribirán un poema alusivo a alguna de las fotografías que se tomaron. Para escribirlo deben usar una o varias de las estrategias poéticas que se han visto hasta ahora, como la rima, el ritmo, la enumeración caótica y la metáfora. No es forzoso que las utilicen todas, sino que cada quien debe escribir de acuerdo con su gusto y su creatividad. Al finalizar, los poemas deben pasarse en limpio y se tienen que regalar a alguien que se encuentre cerca de donde se encontraron los objetos.
Obras citadas
LITERARIAS
Garralón, Ana (comp.). Si ves un monte de espumas y otros poemas. Antología de poesía infantil hispanoamericana. Ilustraciones de Teresa Novoa, México: Aanaya y SEP.
García, Luis Eduardo. Una extraña seta en el jardín. Ilustraciones de Adolfo Serra, México: FCE y Fundación para las letras mexicanas, 2018.
García Lorca, Federico. Canciones, poemas y romances para niños. Barcelona: Octaedro, 2002.
García Lorca, Federico. Santiago. Ilustraciones de Javier Zabala, Barcelona – Madrid: Libros del zorro rojo, 2007.
García, Luis Eduardo. Una extraña seta en el jardín. México: FCE y Fundación para las letras mexicanas, 2018.
Gómez de la Serna, Ramón. Greguerías, edición de Antonio A. Gómez Yebra, Madrid: Castalia, 1994.
Muñoz Ledo, Norma e Israel Barrón. Bestiario de seres fantásticos mexicanos. México: FCE, 2019.
Quintero, Aramís. Cielo de agua. Ilustraciones de Betania Zacarías. México: FCE y Fundación para las letras mexicanas, 2018.
TEÓRICAS
Beristáin, Helena. Diccionario de retórica y poética. México: Porrúa, 2003.
Colomer, Teresa. Andar entre libros. La lectura en la escuela. México: FCE, 2005.
Marchese, Angelo y Joaquín Forradellas. Diccionario de retórica, crítica y terminología literaria. Barcelona: Ariel, 2000.