“Una breve visita al sueño profundo de una gran ventana que da al océano que a su vez no deja asomar ni colores, ni formas…”
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“De ninguna manera volveré a México, no soporto estar en un país más surrealista que mis pinturas…” La anterior declaración la hizo Salvador Dalí, en una visita a México.
Y es que, de manera habitual, cuando se piensa o se escucha la palabra surrealismo, se asocia al pintor español. Sin embargo, el surrealismo va más allá de la pintura; el surrealismo es un movimiento artístico, social, y político surgido en Francia a finales de la década de 1910.
El cuál se caracteriza principalmente por expresar imágenes irracionales y oníricas. Pretendía superar al racionalismo en el arte y explorar al subconsciente.
Por primera vez se le nombró así al movimiento, gracias al poeta Guillaume Apollinaire. Pero se considera a André Bretón como el padre del surrealismo y era él quien determinaba que era surreal y que no. (Manifiesto Surrealista, 1924).
Bretón se basó en muchas de esas ideas en esa nueva forma de pensar y crear: El Dadaísmo, que era una propuesta que estaba a favor de la libertad, la espontaneidad, la vida, la contradicción, la anarquía, el desorden, la incoherencia, lo grotesco, el momento y la acción. El Dada no buscaba una explicación como tal, sólo buscaba romper con el pensamiento burgués, lo establecido: ejemplo, La religión.
Los dadaístas exploraban el gusto por la sorpresa, el escándalo, la experimentación, la agresión, los insultos, el humor.
Y para los surrealistas lo más importante no eran las obras, sino las actitudes, los gestos, la ironía, la provocación. El movimiento surreal abrió nuevos caminos en términos, de técnica y contenido. Los artistas surrealistas indagaron formas de expresión creativa; más allá de la pintura, la escultura, la fotografía y el cine: Este último (1929, Un chien andalou) – “Un perro andaluz” de Buñuel y Dalí.
Al paso del tiempo el movimiento se fue nutriendo de más vertientes estéticas y filosóficas; desde la transformadora y audaz poesía de Arthur Rimbaud (1854 – 1891) y la pintura del Bosco (Jheronimus Van Aken 1450 – 1516), pasando por las recientes teorías psicoanalíticas de Sigmund Freud.
- Moda: El surrealismo sigue inspirando a los diseñadores contemporáneos, quienes encuentran en él una forma de escapar de la realidad y crear si límites.
- Metaverso: Este movimiento ha inspirado el desarrollo de experiencias inmersivas y metaversos, donde se presentan planos alternos con estética onírica.
- Inteligencia artificial: La inteligencia artificial, ha permitido recrear algunos elementos del surrealismo, como el ensamblaje automático de imágenes sin relación lógica.
Hoy en día los artistas ven al surrealismo y su influencia como un terreno de exploración contínua. Excavando en el subconsciente… “como si estuvieran en el fondo de un migitorio, remando con pétalos de margaritas, sobre el lomo carbonizado de un ornitorrinco rojo…”