Llegó la hora del “segundo piso” de la 4T, y de corregir las fallas de la primera fase. Si bien en los temas ambientales hubo avances significativos en minería, la defensa del maíz, el control del glifosato, la multiplicación de áreas naturales protegidas, algunas sanciones a la contaminación, y especialmente la expansión de la agroecología, existen aspectos estructurales que siguen intocables. Contrariamente a lo asumido por los gobiernos del mundo, el gobierno actual nunca reconoció la gravedad de la crisis ambiental global que amenaza el equilibrio del planeta y pone en riesgo la supervivencia de la humanidad toda. Consecuencia de ello fue que la Semarnat se deterioró en cuatro aspectos nodales: a) el presupuesto; b) la calidad profesional de sus principales funcionarios; c) su papel como vigilante y reguladora de los impactos negativos provocados por acciones diversas, incluyendo las del propio gobierno, y d) su relación con el cada vez más poderoso sector del ambientalismo mexicano, pues todo verdadero gobierno de izquierda está obligado a empoderar a la sociedad civil.
Presupuesto. Como lo mostré en un artículo anterior (https://www.jornada.com. mx/2024/04/23/opinion/016a1pol), en lo presupuestal existe una situación de total ficción. La dimensión ambiental fue la más marginada durante el sexenio de la 4T. La razón es que la Conagua que es parte de la Semarnat se queda con entre el 80% y 89% de las partidas anuales. En 2022, por ejemplo, el sector ambiental recibió solamente 2 mil millones para atender la conservación biológica y ecológica, lo forestal, la vigilancia, el cambio climático, la investigación sobre el agua, los impactos de las energías fósiles y la biodiversidad del país, además de los gastos administrativos (https://mx.oceana.org/wp-content/ uploads/sites/17/2023/11/Analisis-del-presupuesto-para-el-sector-ambiental-2024. pdf). Agravando la situación, durante los primeros cuatro años del sexenio, el presupuesto asignado llegó a sus mínimos históricos (entre 30 mil y 40 mil millones), para dar un salto y alcanzar un máximo de 75.6 mil millones (mm) en 2023, y bajar de nuevo en 2024 a 70.24 mm. Las principales entidades del sector ambiental con asignaciones equivalentes a 1, 2 y 3 por ciento del total anual, se encuentran en el límite de su operatividad y con una mínima o nula presencia en los territorios del país, de tal suerte que el sector ambiental se encuentra en una situación de evidente marginación. En 2024, Conagua recibió 62.67 mm, Semarnat 2.23 mm, Conanp 983 millones, Conafor 2.67 mm, Profepa 896 millones, ASEA 353 millones, IMTA 234 millones e INECC 196 millones. Urge separar a Conagua de Semarnat y multiplicar a ésta su presupuesto por cinco o seis veces.
Degradación profesional. Desde 2020 la Semarnat se convirtió tristemente en el receptor de políticos reciclados y mediocres sin ninguna preparación científica o trayectoria profesional en el campo. A la subsecretaría de Fomento y Normatividad Ambiental llegó un activista de Morena del estado de Hidalgo, licenciado en economía que trabajaba en el Fideicomiso Minero con cero experiencia como funcionario público. Su mérito: ser hermano del Secretario de Hacienda. Para confirmarlo recomiendo la entrevista que le hizo una supuesta “Academia Mexicana de Impacto Ambiental” en marzo del 2022 (https://www.youtube. com/watch?v=muWmqK7d9mU). Este sombrío personaje fue sustituido en abril de 2022 por alguien peor: su amigo ahora sí un militante de tiempo completo y candidato a presidente municipal de Tepeji del Río, Hidalgo, quien actualmente tiene bajo su batuta cinco direcciones claves: industria, energías limpias y calidad del aire; mares y costas; impactos y riesgos ambientales, y el fomento ambiental de las ciudades. Véase una reveladora entrevista: https://www.facebook.com/ watch/?v=993403050728955. La otra subsecretaría fue inexplicablemente entregada en septiembre de 2021 a Iván Rico López, licenciado en relaciones internacionales por el Tecnológico de Monterrey, asesor en el Senado y funcionario menor en la Secretaría de Relaciones Exteriores y en Bienestar (https://www.youtube.com/ watch?v=bHsAepAHfbA). La degradación de los funcionarios públicos continuó en las principales cabezas de la secretaría. Este ha sido el caso de la Conafor y del INECC, donde dos eminencias nacionales fueron despedidas sin ningún recato. Para dirigir la Conabio llegó un líder de la juventud perredista y militante de Morena en Tizayuca, Hidalgo, con estudios en economía, geografía y urbanismo. Se puede afirmar que hoy la Semarnat sufre una situación dramática y hasta cómica con funcionarios ineptos que además han inducido una catarata de directivos igualmente nefastos.
Frente a esto, y un presupuesto ridículo, la Semarnat fue degradada a niveles inimaginables, peores aún a los del periodo neoliberal. En la segunda entrega abordaré los otros dos temas señalados.
24 de septiembre de 2024 00:04