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Jueves, Noviembre 21, 2024

 

En memoria de Rubén Inclán, estridentista posmoderno

I

El profesor César Labastida Esqueda ha decidido que el Surrealismo tenía que incluirse como parte de la historia del cine en el curso de Lenguaje Cinematográfico, en el que fue convocado desde su diseño, por la Universidad en que labora, pero de la que nunca recibió ni un centavo o reconocimiento por hacer ese programa académico. El único premio que obtuvo fue impartir esa materia.

César Labastida se encuentra ahora en el salón-cabina donde se da la asignatura y en la que se pueden proyectar las películas que se analizan como contenido del curso.

—… Así que en la historia del cine, el surrealismo presupone una importante innovación. Esta corriente artística y cinematográfica, nace con los aportes de la teoría del inconsciente y la búsqueda de imágenes irracionales, que remitían a la libertad, casi sin límite del mundo de los sueños, en un contexto de irrupción de las corrientes vanguardistas en el mundo entero. —Afirma el maestro Labastida y continúa explicando: —Este movimiento nace en Francia con André Bretón, a principios de la década de los años veinte del siglo pasado, justamente hace un siglo. Pero son dos notables españoles, Luis Buñuel y Salvador Dalí, los que realizan una obra de arte cinematográfica, titulada El perro andaluz.

El profesor Labastida toma una hoja blanca, tamaño carta, de su portafolio, parecida a las que a veces distribuye en el salón para que anoten su nombre como lista de asistencia. Escribe algo en la parte superior de la hoja y continua con la clase:

—Ahora vamos a hacer un juego surrealista, llamado El cadáver exquisito. Vamos a hacer entre todos un poema, digamos que una obra artística colectiva. Ya escribí el primer verso: El amanecer azul obscuro despertó el desvelo.

Labastida Esqueda dobla la hoja cubriendo ese verso y se lo pasa a Jaime, el estudiante que está sentado justo enfrente de él.

—A ver Jaime, es su turno.

El estudiante toma el papel y escribe otro verso, lo dobla y se lo pasa a Mónica, que se sienta al lado suyo.

Después de que el papel a recorrido las bancas de todos los estudiantes y la hoja se ha vuelto una especie de acordeón, el profesor César toma la palabra:

—Antes de leer este poema, que seguramente será también una obra de arte, les quiero decir que el cortometraje que veremos hoy, El perro andaluz fue realizado con un presupuesto muy reducido, aportado por la madre de Buñuel y que el guion se escribió, como lo acabamos de hacer con este poema colectivo. Dalí aportaba una idea y Buñuel otra. Es una obra única e irrepetible, ni siquiera La Edad de Oro, filmada unos años después por estos mismos genios creadores, alcanzó el desparpajo y la mirada irreverente y crítica de esta primera película Surrealista. Comienza con un hombre que afila una navaja y que después corta un ojo. ¿Corta o abre los ojos del mundo a otra expresión artística?  Bueno, voy a leer nuestra composición y después corremos la película…

II

César Labastida conoció a Rubén Inclán en uno de los Coloquios de Educación ambiental organizados por la Maestría de la Universidad Pedagógica Nacional. Allí, César debutó como uno de los lectores principales en la Polifonía ambiental que dirigía Inclán y que se presentó como parte cultural del evento académico. Fue cuando Rafael Tonatiuh, el coordinador de la Maestría en Educación Ambiental, le platicó quién era ese personaje singular que vestía siempre de negro, con chamarras, playeras, camisas, jeans y botas oscuras. Y que utilizaba como medio de transporte una motocicleta Harley-Davidson, negra por supuesto, y con porta-objetos de cuero en los que siempre había libros.

Cuando Rafael Tonatiuh era un joven orientador de secundaria en un barrio popular, nunca imaginó que su vida daría un giro estridente en una de esas típicas tardes escolares. Mientras organizaba unos pupitres y se preparaba para entrevistar a alumnos descarriados, escuchó una voz, entre pulcra, impostada, aguardientosa y resonante que provenía del aula vecina. Era el profesor Rubén Inclán, un auténtico estridentista que, con su larga y negra cabellera magníficamente peinada en gajos, vestido con su hermosa gabardina beige y una corbata pulcra, recitaba un poema que parecía sacudir los cimientos de la escuela.

—¡La metralla hace saltar pedazos del silencio! ¡Las calles sonoras y desiertas son ríos de sombra que van a dar al mar, y el cielo, deshilachado, es la nueva bandera, que flamea sobre la ciudad! —Exclamó Inclán, gesticulando con entusiasmo mientras sus alumnos lo miraban asombrados. Y concluyó con un pregón: —¡Escuchen bien, chicos! La poesía no es solo palabras; ¡es el latido del mundo!

Intrigado, Tonatiuh se asomó y se encontró con un espectáculo que desafiaba la monotonía educativa.

—¿Qué es eso que estás haciendo, Rubén? —preguntó el orientador, con una sonrisa.

—¡Ah, Tona! Estoy introduciendo a estos jóvenes en el estridentismo. ¿No ves cómo brillan sus ojos? ¡La poesía puede ser tan vibrante como un cohete! ¡Es tan subversiva como el movimiento Punk!, pero estos chavos no lo saben—respondió Inclán, con una chispa en la mirada.

Y entonces, Rubén le explicó a Tona y sus alumnos que el estridentismo había sido un movimiento vanguardista mexicano surgido en 1921, y que no sólo había transformado la literatura y el arte; que también buscaba revolucionar la educación. Inclán, al ser un ferviente defensor de esa corriente artística, hacia referencias a escritores como Germán List Arzubide y Arqueles Vela —quienes también habían sido maestros— y parecía haber incorporado en sus entrañas el espíritu estridentista y así lo desplegaba en las aulas. Con esa actitud tan divergente y original invitaba a despertar conciencias y a experimentar la vida con intensidad.

Rubén Inclán se convirtió de ese modo en un catalizador de expresiones artísticas entre sus estudiantes, en particular de poesía, teatro y otras manifestaciones literarias. Con su entusiasmo contagioso, promovía obras que no solo entretenían, sino que también hacían reflexionar y conmovían sobre la realidad social. En sus clases, los adolescentes no solo aprendían sobre matemáticas o historia; se sumergían en el vibrante mundo del estridentismo, donde cada verso era una explosión de color y cada rima una invitación a cuestionar el status quo.

También le platicó Tonatiuh a César Labastida que el impacto de Rubén y el estridentismo que encarnaba, trascendía los muros de la escuela porque era un imbatible promotor de la revista El búho, dirigida por René Avilés Favila. Inclán difundió muchas de las ideas vanguardistas que reservaba esa publicación cultural a una concurrencia más amplia. El Búho se convirtió en un espacio para que jóvenes escritores y educadores exploraran nuevas formas de expresión literaria y artística. 

—Así, la influencia de estos estridentistas posmodernos —afirmaba Tonatiuh —se habían manifestado incluso hoy en día, cuando se busca integrar la creatividad en las escuelas y universidades. Cuando entró Rubén a estudiar la maestría en educación ambiental, no dudó en transgredir las convenciones al dirigir y presentar "Los monólogos de la vagina", la obra El amor es una Nube viajera y la Polifonía ambiental, César, en la que retomó versos sobre la naturaleza y que se inventó para colaborar en los Coloquios en los que has participado.

Inclán impulsó la Polifonía ambiental, una práctica que consistía en lecturas corales de poemas ambientales. Este enfoque no solo fomentaba la colaboración entre estudiantes y docentes, sino que también resonaba con los principios del estridentismo: la búsqueda de nuevas formas de comunicación y expresión colectiva.

Como bien señala un estudio sobre el estridentismo, este movimiento fue más allá del simple escándalo; buscaba despertar conciencias a través de la educación y el arte. En este sentido, el legado de Rubén Inclán continúa vivo: su pasión por el teatro y la poesía sigue inspirando a generaciones de educadores que ven en el arte una herramienta poderosa para transformar vidas.

—¡Ataca el texto, César! —Alentaba, Rubén Inclán con emoción. —Quiero escuchar sus voces resonar como un coro. ¡Que cada uno aporte su ritmo!

Así fue como recordaban al querido Rubén Inclán, un estridentista posmoderno que le aportó mucho a la educación. Aún resuenan sus palabras, poéticas y vibrantes cuando presentó por primera vez la Polifonía ambiental:

“En un ardid placentero por mantener encendida la vinculación entre la educación ambiental, la cultura y la literatura, y a partir del más reciente congreso del COMIE 2011, un grupúsculo de educadores ambientales de la unidad 095 y sus prevaricadores libérrimos (alumnos de la maestría en educación ambiental) se dieron a la tarea, como es frecuente en la unidad, por los menos anual, de armar un espectáculo sensible y contracultural para reencontrarnos con los maeses del país, ahora en especial, con todas y todos ustedes; interlocución para intercambiar la voz del alma humana y mundo, con la poesía de escritores en Chiapas. El libro que se eligió se titula Poesía para la Sustentabilidad, y es del poeta mexicano en ciernes ambientales, Felipe Reyes Escutia, y se aniquila con un fragmento de Federico García Lorca.”

—Su luna de pergamino. Preciosa tocando viene. Al verla se ha levantado. ¡El viento, que nunca duerme!

—¡Qué bien atacaste el texto, César! ¡Extraordinario! —Se escucha la voz palpitante, eterna y estridente de Rubén Inclán.

 

Sacapuntas

Xavier Velasco
Isabel Allende Bussi

El timbre de las 8

Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández

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José de Jesús González Almaguer y Janethe Arlette Heredia Miranda

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Gabriel Humberto García Ayala
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Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández

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G. Arturo Limón D
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“pálido.deluz”, año 11, número 169, "Número 169. Vanguardias artísticas y educación. (Octubre, 2024)", es una publicación mensual digital editada por Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández, calle Nextitla 32, Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo, Ciudad de México, C.P. 11420, Tel. (55) 5341-1097, https://palido.deluz.com.mx/ Editor responsable Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández. ISSN 2594-0597. Responsables de la última actualización de éste número Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández, calle Nextitla 32, Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo, CDMX, C.P. 11420, fecha de la última modificación agosto 2020
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