La guerra OTAN, vía Ucrania contra rusia misma que se libra ya en estos dos países, esta en suspenso, la cadena de bajas que ha provocado rusia a la OTAN que cobra rostro en los ataúdes que retornan a Francia, Polonia y Estados Unidos, mismos que parece jamás leyeron el aforismo del escritor ruso León Tolstoi, que a la letra dice; “en vez de moderar y apaciguar la pasión, fuente de las calamidades más grandes, la atizamos por todos los medios disponibles y después nos quejamos porque sufrimos” preocupa la insistencia de occidente en seguir este conflicto, mismo que raya en alto riesgo y que sigue en suspenso…
La definición de la elección en Venezuela en suspenso por la intervención norteamericana, que roba diciendo que incauta aviones presidenciales y elecciones presidenciales igualmente y que auspicia a los golpistas opositores; Edmundo González Urrutia y Maria Corina Machado, versus el presidente en funciones y a decir de sus autoridades electorales ha sido electo ya para otro mandato, Nicolás Maduro Moro, a quien tienen en suspenso igualmente...
La votación sobre la reforma judicial en México, que impulsa la cuarta transformación y encuentra obstáculos internos, vía Claudio x González y el bloque MCPRIAN, junto con sus copatrocinadores del departamento de estado del gobierno de los estados unidos.
Aunque dicen algún dicho desenlace solo depende de los 43 votos del referido bloque opositor de votantes en el senado los cuales se manifiestan negados a la reforma, mismos que se han declarado ya públicamente como tales, está en suspenso también...
Y qué decir de mi colaboración de esta semana que abre también un compás de suspenso, porque esto nos tocó vivir, así que les invito a que sean ustedes los que a medida que estos hechos desenlacen, se tomen el café o te de su preferencia, a lo que invita con su brevísimo cuento mi querido maestro y amigo, José Saramago, cuando escribe lo siguiente;
“Café en suspenso
En Nápoles existe la costumbre de mandar traer un café y pagar más de lo que se consumió. Por ejemplo, cuatro personas entran, se sientan, piden cuatro cafés y dicen: “Y tres más en suspenso”. Pasado un rato, aparece un pobre a la puerta y pregunta: “¿Hay algún café en suspenso?”. El empleado mira el registro de los adelantados, verificando el saldo y dice: “Sí”. El pobre entra, bebe café y se va, supongo que agradeciendo la caridad”
QUE TODO DESENLACE EN LO MEJOR, QUE ES LA PAZ COMO ES DESEABLE …SALUDOS