Mujer de cristal
cuyo destino, todo, es verte rota en tu amor
lágrimas y corazón,
siempre con sabor a sal
tienes un sentimiento transparente
y un aire ingenuo.
Eres cristal ardiente
eres cruz ferviente
eres miel y muro
eres piel que mudo
Coctel de libre danza
bebo la belleza de tu inteligencia
tu deseo canta
anhelos, sin cesar, ante tu cadencia
Perteneces al mundo icónico
tu carrera es congelada
por la imagen fija
hay vigor en tu mirada
la zancada es veloz.
Dueña del libro onírico
Eres mujer dibujada
Tacto que se desliza
Lágrima tatuada
Amor y deseo feroz.
Tu brazo desvela tu condición femenil
Hasta que se quiebre el mundo
En la eterna repetición del rizo
por la determinación que se fuga de tu cuerpo
¿Por qué te has convertido en dragón de agua?
Mi ciudad no conoce ríos, cañadas, mares
Aquí nadie navega cayucos, canoas, piraguas
La tristeza y la sequía son parte de sus males.
Tu belleza es tan natural
Como encapotar un cielo de errancias
Tu hermosura es salvaje
¿debo atravesar ese tifón?
¿O debo detenerme y admirarte a la distancia?
Tal vez pueda vencer a tus relámpagos,
pero, al final,
la tormenta de tu piel me arrastrará,
seré pasión de lluvia que encuentra un río
Zarpo hasta la mar de tu cuerpo,
los fantasmas de tu amor son la tripulación.
Tu abrazo es el camarote más pequeño y generoso,
suelto el timón al ritmo de tu capricho.
Marca tu fantasía nuestro sextante
La noche me permite fantasearte
Satisfaces el deseo predicho
Eres vendaval que vence al capitán poderoso
Ante tus ojos, soy un Titán tembloroso
En el océano nocturno se escucha una voz que ora
Nadie arroja una cuerda a la sirena que llora
Me diluyo en mí, me venzo y duelo
Me refugio en ti: te beso y duermo