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Martes, Diciembre 24, 2024

Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán

Dra. Berenice Gutiérrez Hernández

Directora de la Universidad Pedagógica Nacional 095.

Va mi reconocimiento y primer agradecimiento para usted por todo su apoyo.

Dr. Miguel Ángel Arias Ortega, presidente de la Academia Nacional de Educación Ambiental y catedrático de Programas de Posgrados en Educación Ambiental en México y América Latina.

Mtra. Teresita del Niño Jesús Maldonado Salazar, notabilísima egresada de la Maestría en Educación Ambiental de la UPN 095 y también Maestra de Programas Académicos

Colegas educadoras y educadores ambientales.

Estudiantes y egresados de Programas Académicos de Educación Ambiental.

Querido Presídium


¡Bienvenidos a todos!

 


Las palabras hacen visibles verdades evidentes.

Rosalba Goettingen


No te resignes…

No traiciones tus creencias. Todos necesitamos
aceptación, pero no podemos remar en
contra de nosotros mismos.

Eso transforma la vida en un infierno.

No dejes de creer que las palabras, la risa y la poesía,
sí pueden cambiar el mundo.

Walt Whitman

Comencemos con dos marcos referenciales. Dos imágenes de este mundo alienado, hiperconectado, virtualizado, saturado de ubertrabajo e información y paradójicamente de evasión, entretenimiento y noticias falsas que cada vez se mezclan más con las certezas noticiosas y con persecuciones de algoritmos. El contexto y sus razones son inevitables. Un referente un poco distante es de una parte rica del mundo y otro próximo y pobre, digamos menos favorecida. Sobre el lejano quisiéramos dar buenas noticias, para comenzar este encuentro… pero no. La semana pasada una niebla densa del humo que se generó con incendios de bosques en Canadá, imposibilitó la vida normal- como en la pandemia – a ciudades como Nueva York, Filadelfia, Boston y Washington. Noticia del ambiente distópico que al parecer llegó para quedarse.

En el entorno próximo, también contextualicemos. Estamos en la frontera de las alcaldías de Azcapotzalco y Gustavo A. Madero en la hoy Ciudad de México. En lo que fue desde los años treinta del siglo pasado la zona industrial de Vallejo. Era un viejo barrio de fábricas y obreros, fundado en 1929 y decretada zona industrial 1944 y que sigue siendo la tercera demarcación de la Zona Metropolitana del Valle de México que ofrece el mayor número de empleos. Tal vez ya no sea un barrio obrero en el sentido clásico, pero sí de tráileres, bodegas, centro de atención telefónica, centros comerciales, tiendas de accesorios para baños, edificios que albergan familias, tiendas de fábricas, rieles que se niegan a morir aunque no vayan a ninguna parte, estaciones del metro y Metrobús y miles de hoyos- casi socavones- sobre el asfalto que dan cuenta del peso de los autos, camiones, tráileres y ahora- gracias a posmodernas políticas públicas- motos y bicicletas. Nos encontramos un fractal del caos, la imaginación y la resiliencia que es esta ciudad en la que seguimos siendo urbanos y en las banquetas nos encontramos. Es un barrio pobre en el que quedó nuestra Unidad, que nació chintolola y volvió a Azcapotzalco, como hormiga memoriosa. Justo aquí- pensamos - es en donde la naturaleza y las manos de seres humanos son resistencia desde el siglo pasado, también debe estar la Educación Ambiental como en las ciudades de costa noreste de los Estados Unidos y en los bosques noruegos y del Canadá en esta temporada de calor intenso, es decir, la educación ambiental debe estar en todos lados. Y como decía mi compadre Rincón; hoy más que nunca. Aquí seguimos teniendo esperanza en un mejor mañana.

Hemos llegado a la octava emisión de este Coloquio Nacional de Programas Académicos de Educación Ambiental y porque la memoria se construye en su terquedad, estas palabras deberán ser, en primer lugar, para agradecer la labor de mucha gente, como la base directiva, académica, administrativa y estudiantil que en el 2007 iniciamos esta organización en la UPN 095, ubicada entonces en los márgenes de Polanco.

Algunos de aquellos siguen y otros se han ido, pero su esencia estará aquí cubriendo esta necesidad sentida de congregar y aglutinar a los estudiantes, egresados y académicos de Programas de Posgrado en nuestro campo: la educación ambiental, para dialogar y establecer puentes de pensamiento ,acción común y futuros mutuos.

Abonando a esa memoria afirmamos que el Coloquio Nacional de Educación Ambiental muy pronto dejó de ser de la UPN y de la Unidad 095. Desde 2010, cuando el Centro de Investigación e Innovación para la Enseñanza y el Aprendizaje, Teapa Tabasco, CIIEAS, nos albergó y alimento con tamales , fruta y otras dulzuras en ese pueblo maravilloso. Teapa, el verde de trecientas tonalidades que nos envolvió desde el amanecer cálido hasta la madrugada. Con teatro indígena y cuentos de la frontera narrados por estudiantes / profesoras de nuestros Programas Académicos.

En el 2012, el III Coloquio Nacional siguió itinerante fue a las playas de Mazatlán con en el inmenso apoyo del profe José Guadalupe Rincon, la Dra. Adelina y el Dr. Alduenda. ¿Alguien podrá olvidar el salón de fiestas – para quince años y bodas- que nos dio techo, o los diálogos entre alumnos y académicos, el sonido de la banda sinaloense o la frescura de la comida de mariscos que casi nos empacha?

En el 2014 el Coloquio regresó a la Ciudad de México en que empezamos a conectar la educación ambiental con el arte. Nos vestimos y vivimos de poesía, trova, teatro, novelas, música y, por supuesto, cine. Ahí se reconoció la labor de una inmensa educadora ambiental, la Dr. Alicia de Alba, con la imposición de una medalla desde la base de nuestros programas académicos. Reconocimiento horizontal y no de pompa y circunstancia; de campesino a campesino. De educador ambiental formados a educadora ambiental guía.

El quinto Coloquio, en el 2016, fue también esplendoroso. Evento Organizado por la Universidad de Guadalajara en una preparatoria en el centro histórico de la Perla de Occidente. La articulación aquí fue muy potente: con los movimientos sociales y de resistencia. Se reconoció por vez primera a un egresado de Programas Académicos de Posgrado en Educación Ambiental el Dr. Helio Garcia, entre tequila, mezcal, son y jazz.

Del Dr. Víctor Toledo fue la conferencia magistral, al que vimos sorprendido y contento. La Polifonía ambiental, de la que disfrutaremos más tarde, se implementó en un bar en el centro histórico de Guadalajara en algo más parecido a un concierto de los Sex Pistols o Los Ramones, que a una intervención educativa ambiental.

En el 2018, la Universidad Pedagógica de Reynosa Tamaulipas tomó la estafeta dado que, en la Maestría en Educación Básica, tienen la Especialidad de Educación Ambiental. El VI Coloquio fue en la maravillosa Reserva de la Biosfera El Cielo, es un espacio natural increíbl, pero la llegada fue en camión que nos transportó desde el puerto de Tampico por casi todo el estado de Tamaulipas con el alma en un hilo. Pero la llegada a ese pequeño paraíso rodeado de cabañas y la hospitalidad de los colegas upeneanos de Reynosa y los habitantes de Gómez Farias valió la pena. Trabajamos en una secundaria sustentable por dónde se le viera y luego en equipamiento sorprendente al ser dúctil, moderno, bello y armónico. Se reconoció a Dr. Antonio Fernandez Crispin que vimos crecer. De ser un interesado de la Educación Ambiental , por ejemplo, en el Foro Nacional de Educación Ambiental de Aguascalientes en 1999, a ser un consagrado investigador nacional.

En el 2020 se organizó gracias al valiente e inconmensurable trabajo realizado por los colegas de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México en plena pandemia, para que este acontecimiento no muriera y la flor de la palabra ( como dijeran los Zapatistas) resplandeciera y persistiera. Horas, muchas horas pasamos pegados al Zoom para que esto se hiciera realidad. Como olvidar al Dr. Arias con tres pantallas tratando de seguir las mesas simultaneas.

Es tiempo entonces de dar las gracias y volver a recordar y reconocer a todos los que han realizado trabajo para que el Coloquio Nacional de Programas Académicos de Educación Ambiental, siga, permanezca y sobreviva cada vez mejor. Mi más profundo reconocimiento, valor, afecto y cariño.

Son más de treinta y un años del nacimiento del primer posgrado en Educación Ambiental en México y 15 años del Coloquio Nacional y nosotros seguimos neceando y creyendo que la educación ambiental, hoy más que nunca- como ya decíamos- es una necesidad educativa, social y de justicia con la naturaleza. Un poco más que maduros ya. Pero sin quitarnos. Sin hacernos a un lado. Sin voltear para otro lado. Hoy agradezco también a los que hicieron eco y están aquí en la trinchera haciendo historia en este campo de conocimiento y práctica educativa. Compartiendo la visión compleja y permanente que deja este campo. Sabemos que hay gente de todos los estados de la República, esa es otra constante de este encuentro académico.

Permítaseme entonces una breve reflexión, acaso un exabrupto, sobre algunas amenazas que vemos en el campo y habitus de la educación ambiental en México en el momento actual.

En los años noventa del siglo XX, Edgar Gonzalez Gaudiano, padre indiscutible de la educación ambiental en México, expuso en muchos lugares ideas que luego quedaron concentradas en un artículo sobre los sesgos en educación ambiental, señalaba los riesgos en seis discursos que penetraban ya la insipiente educación ambiental, estos eran: conservacionismo, activismo, ecologismo, el indigenismo, educativo y el discurso tecnicista. Al explicarlos su finalidad era prevenirnos, sobre algunas desviaciones y evitar algunas tentaciones en el campo que hizo exposición justo en esa última década del pasado milenio.

Treinta años después es aceptado que la educación ambiental tiene un carácter científico interdisciplinario y es, también, una práctica educativa permanente y en todos los ámbitos formales, no formales y digitales y hasta de inteligencia artificial. Este no es espacio, ni el lugar de describir sus logros, avances, retrocesos y agenda pendiente, aunque tenemos que acostumbrarnos, porque siempre se nos va a reclamar que ha sido insuficiente.

Pero nos parece pertinente, en la inauguración de este VIII Coloquio Nacional de Estudiantes y Egresados de Programas Académicos de EA decir que hoy es claro que existen otros sesgos que les propongo dialogar en los próximos tres días. Solo los mencionaré y consideramos que, como los de Gonzalez Gaudiano, están estrechamente vinculados y articulados entre sí:

1.- El cientificismo postpositivista: Hay un sesgo que no nace en nuestro campo, pero si lo impacta. Se trata de la modificación que ha tenido algún tipo de ciencia que por desgracia se ha ido normalizando. Se ha hecho hegemónica. La ciencia que compite por un lugar cálido en una revista científica, indexada y dictaminada por partida doble. La ciencia de los puntos y las becas. La ciencia que recolecta citas y modifica las reglas cada vez que se le da la gana. La de las plataformas que obligan a la actualidad y la referencia cercana. La que obliga a saturar a los maestros de clases y, al mismo tiempo, a subir a esas plataformas resultados con rigor, coherencia, pertinencia. Validez y confiabilidad. Esa ciencia ya atropella la educación ambiental y hace que la forma, casi siempre individual y fragmentaria, sea más importante que la necesidad antes dicha.

2.- La educación ambiental no popular. Dos preguntas: primera ¿ será cierto el milagro de que las competencias se baten en retirada con todo y rúbricas en el mundo entero?, y la segunda: ¿ A quién servimos como educadores ambientales? ¿cuál es nuestro blanco? Creo que esta segunda pregunta y sus posibles respuestas nos las debemos plantear todos los días, por lo menos durante nuestra vida profesional y más en una sociedad que tiende a la polarización. La educación popular es una de las vertientes originarias de la educación ambiental que tenemos que historizar, profundizar, documentar y sobre todo practicar. Mi pana, el Mtro Armando, prácticamente me recibe a diario con un hallazgo de su investigación sobre los diversos rostros que ha tenido esta educación popular en nuestra región. Me sorprenden de esos hallazgos los humanos, los resilientes y los que intentan recuperar otra espiritualidad. Las otredades negadas. La educación ambiental popular y critica, como lo aseguran varios autores , entre ellos Joaquin Esteba y Javier Reyes, debe ser la expresión de los actores no estatales, que recuperen la capacidad y el interés por desmontar públicamente la justificación ideológica del poder establecido. De resistir y desmontar a las corrientes hegemónicas educativas y sociales.

3.- El sectarismo ¿Es la educación ambiental una diferenciación social para un educación más elitista y sectaria? Lo pregunto dado que en las últimas generaciones nos llegan estudiantes, que se asumen los/las educadoras ambientales de sus escuelas trabajando cuestiones de reciclaje, huertos escolares o escuelas verdes. Repetimos: la educación ambiental debe ser para todos y no un valor agregado para los que lo puedan pagar. El sectarismo es una peste que hay evitar en dónde estemos.

4.- La educación ambiental no política. A veces la urgencia le gana a todo lo demás. Pero también por querer dar solución rápida a algo, no se medita, investiga, no se reflexiona, no se piensa, no se toma partido. Ante problemas como el cambio climático o la necesidad de fuentes de abastecimiento de agua parece que todos debemos actuar al unísono y ser políticamente correcto. La educación ambiental o es política o no es nada. Las ideologías no mueren y las máximas que dieron origen a una educación ambiental crítica siguen ahí, por ejemplo, poner en el centro la crisis ambiental y las causas que lo provocan en forma global y local. El caso ambiental, devela esas causa locales que embonan con esa hambre insaciable de destrucción del planeta.

5.- Una Educación Ambiental alejada de las realidades educativas, formales no formales e informales. Acaba de pasar el cinco de junio , día de las madres, del medio ambiente y a los niños les pusieron a reciclar Tetrapak y otras artesanías urbanas que no impactan en nada, ni tienen mayor utilidad formativa. Esa forma falsa de educar, de tanto repetirse se volvió media-verdad; hoy los alumnos de nivel superior creen que con colocar el residuo en el bote correcto o hacer una eco-técnia ya se colaboró con el ambiente. Es muy duro, casi agotador deseducar a nivel licenciatura de esas ideas falsas. Sería mejor educar en los problemas ambientales de nuestro entorno. No hay lugar que no los tenga y dosificados por nivel sería muy interesante plantarse objetivos de transformación local por ámbito a partir de casos locales.

6.- La educación ambiental como negocio. Otra paradoja: que tiene dos puntas con verdades en el filo- No todo puede ser negocio y lo contrario los educadores ambientales formados en programas académicos, tenemos el legítimo derecho de vivir de lo que estudiamos y por lo que creemos. Esa va a ser una de las luchas más importantes que tenemos que dar ben el futuro inmediato. Debe haber un educador ambiental , por centro educativo o por equipamiento ambiental o cultural. Es necesario. Pero las tentaciones del dogma neoliberal, del éxito, el individualismo, los bienes materiales, el poder y otras desgracias están ahí como una amenaza. El querer convertir todo en negocio no ha hecho excepción con la educación ambiental, el ambiente o la sustentabilidad. Es recomendable estar alertas y saber diferenciar que es profesión y que es servir a otros intereses.

El VIII Coloquio tiene metas muy altas que alcanzar. Pero con la ayuda de todos ustedes se lograrán. La apuesta a lo narrativo la resume muy bien Irene Vallejo, dando tres poderosos argumentos transdisciplinarios:

el cerebro asimila mejor la información encapsulada en un relato y, tal vez por eso, durante milenios, hemos transmitido conocimientos de generación en generación a través de mitos y fábulas. Las civilizaciones necesitan justo a esas personas que vienen con un cargamento de cuentos.

La mayoría de ustedes tienen ya el Programa de Actividades. No las voy a repetir, sólo mencionaré que en unos momentos dialogaremos con otras Universidades Pedagógicas de América Latina y el foco será qué estamos haciendo desde la educación para preservar la vida en nuestra región. Las siete mesas de trabajo, son y seguirán siendo el plato fuerte del Coloquio. Se reduce la participación a 8 o 10 minutos, porque nos llegaron más de 80 ponencias. Habrá presentaciones de textos que documentan el avance en la producción intelectual de nuestro campo con seis libros que no hay que perderse, cine ( estrenaremos dos cortometrajes) y teatro, música y danza, así como momentos luminosos con nuestros conversadores expertos. No se los pierdan.

Por último, hoy hace 10 días en un Zócalo de la Ciudad de México pletórico, danzante, cantante, también memorioso y rockrero, un argentino rapado, guitarrista de los Fabulosos Cadillacs, arengaba al fractal multitudinario del México – mágico-Tenochtitlan. Mientras Vicentico, el líder cantante y primera voz decía como un lamento:

Que se te va pasando el tiempo, mujer
Y que la vida se te va
Sólo te pido que te vuelvas de verdad
Y que el silencio se convierta en carnaval

No será otra la misión de este VIII encuentro académico, que el silencio de la educación ambiental se rompa , diga, tome la palabra y la exprima, la comparta, invite a soñar en una práctica, estrategia, en un éxito, un yerro o en una necesidad todavía no cubierta. Que el silencio grite, cante, produzca, cree, resista, sienta, eduque y se convierta en fandango, fiesta, pachanga o carnaval.

Educar para transformar

Muchas gracias.




Ciudad de México, 15 de junio 2023

Sacapuntas

Alfonso Reyes
Juan Gabriel Vázquez

El timbre de las 8

Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández

Educación Ambiental

Emmanuel Macron, Mia Mottley, Luiz Inácio Lula da Silva, Charles Michel, Olaf Scholz, Fumio Kishida, William Ruto, Macky Sall, Cyril Ramaphosa, Mohamed bin Zayed Al Nahyan, Rishi Sunak, Ursula von der Leyen y Joe Biden

Tema del mes

Ana Laura Aranda Chávez
Javier Reyes Ruiz y Elba Castro Rosales

Usos múltiples

Laura Gabriela Rodriguez Andalon

Mentes Peligrosas

Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández

Mirador del Norte

G. Arturo Limón D

Sala de maestros

Jesús Martín Del Campo Castañeda

Tarea

Charles Bukowski
José Alfredo Jiménez
Irene Vallejo
Gabriel Humberto García Ayala

Cuadro de Honor

“pálido.deluz”, año 10, número 154, "Número 154. Ecos del VIII Coloquio Nacional de Estudiantes y Egresados de Programas Académicos de Educación Ambiental. (Julio, 2023)", es una publicación mensual digital editada por Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández, calle Nextitla 32, Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo, Ciudad de México, C.P. 11420, Tel. (55) 5341-1097, https://palido.deluz.com.mx/ Editor responsable Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández. ISSN 2594-0597. Responsables de la última actualización de éste número Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández, calle Nextitla 32, Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo, CDMX, C.P. 11420, fecha de la última modificación agosto 2020
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