Miguel Ángel Arias Ortega
Presidente de la Academia Nacional de Educación Ambiental
Antes de hacer la presentación del Dr. Víctor Manuel Toledo, en esta mañana, les expreso mi gran pesar y sentimiento de profunda tristeza por quienes ya no están con nosotros, esto me motiva pedirles un fuerte aplauso por la memoria del Dr. Enrique Dussel, gran amigo y colaborador de la Academia Nacional de Educación Ambiental y de las maestrías en educación ambiental de la UDG, UACM y UPN, quien nos dejó este domingo 5 de noviembre.
El Dr. Dussel fue uno de los filósofos del pensamiento crítico latinoamericano que tuvo un acercamiento al tema ambiental y que, sin duda, hoy con su partida nos deja un profundo vacío.
Un gran abrazo al Dr. Dussel donde quiera que esté ¡
Muchas Gracias ¡
Buenos días a todas y todos ¡
Gracias por estar presentes en este seminario y por ser partícipes del merecido homenaje al Dr. Víctor Manuel Toledo Manzur.
Ofrecer algunas palabras en este acto para el Dr. Toledo, se constituye en una gran empresa, pero, sobre todo, en una difícil y complicada tarea, dado que nos encontramos frente a un gran maestro, un extraordinario académico, notable investigador y congruente funcionario público.
La palabra homenaje nos aclara que se trata de un momento donde le demostramos públicamente “admiración y respeto hacia una persona”. Es un acto que busca traer al instante aquellos detalles, obras, acciones y sentimientos que reconocemos en la persona, a los cuales deseamos manifestarle nuestra profunda admiración, toda vez que han sido producto de su incansable trabajo, de su incisivo pensamiento y de su amplia generosidad.
Al verme atrapado en este enorme desafío, que significa presentar al Dr. Víctor Manuel Toledo, acudí a la literatura para buscar un puerto, un faro que me permitiera enfrentar con la mayor solvencia y dignidad posible el reto. Fue entonces que me ayudaron las palabras de Michel de Certeau, quien me ofreció una amplia explicación de lo que puede ser la vida de una persona y de las formas en que podemos reconocerle; de su pensamiento recogí las dos acepciones que dan cuenta de la vida y obra de un ente, la primera se refiere a la vida del individuo como “aquello que ha ocurrido”, y la segunda, la cual me mostró el camino para el homenaje al Dr. Toledo, es la que señala que la vida de una persona es todo “aquello que es ejemplar”.
Mi incertidumbre floreció, al no reconocerme cercano al Dr. Toledo, pero sí solo ser un admirador de su basto trabajo académico y de investigación, por lo que me acerqué a algunas de las personas que han colaborado con él; aquellas que han tenido experiencias vivenciales o profesionales con su persona, para que, en su conjunto, me permitieran dibujar una perspectiva sobre “aquello que es ejemplar” en el Dr. Víctor Manuel Toledo.
Es así que lo escrito en estas líneas es solo mi interpretación, lectura y mi palabra, por lo que las personas a las que acudí, carecen de responsabilidad alguna.
En estos acercamientos, alguien me dijo:
Víctor Toledo me cambió la vida, me cambió la idea de la ciencia, porque vengo de la biología, pero él me abrió el panorama a la relación sociedad-naturaleza que yo no veía, precisamente porque mi formación fue de bióloga.
Víctor me mostró la estrecha relación entre la ciencia y la sociedad, así como su trascendencia para explicarnos fenómenos y cosas de la realidad.
Él ha sido un referente en mi vida conceptual, y hoy en día reconozco su enorme influencia y lo que significa su pensamiento en mi vida profesional.
Víctor Toledo es una de las mayores referencias en el campo de la etnoecología a nivel latinoamericano y eso, no es decir poco.
Es una persona generosa, amable, dispuesta a ayudar y colaborar con los demás, en particular con los menos favorecidos.
Alguien más me expresó:
Víctor es una figura que ha contribuido de manera notable al campo de la política ambiental en el país. Su aporte es innegable en relación con los procesos de aprovechamiento de los recursos naturales y su vinculación con las comunidades rurales y pueblos indígenas.
Nadie podría regatear sus contribuciones al campo ambiental en México, además de poseer una voz crítica-radical sobre estos temas.
Podemos tener desacuerdos con Víctor Toledo, pero sus opiniones y puntos de vista no son fáciles de desdeñar por los argumentos y fundamentos en los que se sostienen, de ahí que su voz siempre sea escuchada.
El campo de la educación ambiental y los educadores ambientales nos hemos visto favorecidos en tener una figura como Víctor Toledo, de manera concreta sobre su pensamiento en los temas biológicos, ecológicos y ambientales, de la cual, mucho hemos aprendido.
Víctor Toledo es un hombre con una congruencia absoluta en su hacer y pensar, pero, sobre todo, en los ciclos de la vida pública y política.
Otro colega más, me confesó:
Si eres estudiante de biología será imposible que no tengas referencias de Víctor Toledo. Su pensamiento hizo en mí, despertar mis inquietudes sobre los temas ambientales, que permanecen hasta la actualidad en relación con lo biológico y lo ecológico.
Los aportes que Víctor Toledo ha hecho a la ciencia mexicana son innegables, ya que han enriquecido otros campos de conocimiento, principalmente en lo social.
En su faceta de funcionario público Víctor Manuel Toledo creo la Dirección General de Agroecología y Patrimonio Biocultural y eso ha sido un enorme avance, porque fue la primera vez que se le daba importancia y significación, de ese nivel, a este tema.
En este recorrido, eché un vistazo a su vida académica, la cual nos permite descubrir que Víctor Manuel Toledo es:
Doctor en Ciencias por la Facultad de Ciencias de la UNAM, es miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde más de 30 años (Investigador Nacional Nivel III). Profesor en múltiples universidades nacionales y extranjeras, ha impartido alrededor de medio millar de conferencias, ponencias y cursos. Es asesor de varias organizaciones sociales de México, especialmente cooperativas, uniones y agrupaciones indígenas.
En 1985 fue distinguido con el Premio Nacional Medio Ambiente (de Banca Serfín). Fue becario de la Fundación Guggenheim (New York, USA). En 1997 le fue concedida la Cátedra UNESCO de Medio Ambiente y Desarrollo por la Universidad de Barcelona. En 1999 recibió el Premio al Mérito Ecológico por el Gobierno de México y en el año 2000 el Premio Luis Elizondo del Instituto Tecnológico de Monterrey. En el otoño del 2001 fue elegido por la revista Medi Ambient de Barcelona, junto con otras 10 personalidades, como una de las referencias internacionales del pensamiento ambiental contemporáneo.
Ha publicado más de 200 obras, entre libros, artículos y capítulos de libros, y ha sido citado cerca de 20,000 ocasiones en publicaciones de otros autores.
Ha sido profesor en la Universidad de California, Estados Unidos y en diversas universidades en países como Venezuela, Brasil, Ecuador, Cuba y España.
En el año 2011 fundó y coordinó una nueva Red Temática del Conacyt sobre Patrimonio Biocultural, que hoy reúne a más de 120 investigadores de 40 instituciones del país.
En el año 2015 le fue concedida la medalla al Mérito Académico por la Universidad Veracruzana.
Conferencista Magistral en el V Coloquio Nacional de Egresados de Programas Académicos en Educación Ambiental, celebrado en esta ciudad en el año, 2016, donde generó una gran sintonía con educadoras y educadores ambientales del país, principalmente con los jóvenes.
Su alma mater, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), le ofrece estas palabras:
El Dr. Víctor Manuel Toledo es un incansable académico e investigador que, por más de tres décadas, ha enfocado su labor profesional a realizar estudios interdisciplinarios, así como al estudio integrado de la diversidad biológica y la diversidad cultural, creando una nueva área interdisciplinaria llamada Etnoecología, donde ha teorizado sobre el metabolismo social con énfasis en las regiones rurales.
Es un investigador que ha escrito profusamente sobre la ciencia de la sustentabilidad y es uno de los fundadores a nivel mundial de la nueva corriente de la Ecología Política.
Sentencia la UNAM que el Dr. Víctor Toledo se ha dedicado, constante e incansablemente, a difundir de manera amplia la defensa de la naturaleza y de las culturas orginarias, así como a tratar de construir una modernidad alternativa.
En esta misma perspectiva, el propio presidente de la República: Andrés Manuel López Obrador, el 27 de mayo de 2019. Expresó estas palabras sobre Víctor Manuel Toledo.
“Es un profesional, especialista en la materia, buen ciudadano y servidor público, profesional, gente honesta… eso es lo que más se necesita, honestidad”.
La trayectoria y obra del Dr. Víctor Manuel Toledo es un hecho y una realidad que nos da cuenta de su trabajo académico y vital profesionalismo, pero sobre todo de su inquebrantable conciencia social y política respecto al tema ambiental. De ahí que amigos cercanos afirman que él es un hombre rebelde que ha pronunciado muchos NO. No a las malditas circunstancias, no al pensamiento burocrático, no a la fe en la impoluta ética de la ciencia, no a la apología del progreso, no a la idea de que este mundo imperfecto es el mejor posible.
Aducen que es un hereje, que ha dudado siempre de que las cosas son como son y punto, ha desconfiado de la seductora modernidad dominante, de que las únicas salidas al futuro estén en las propuestas del Norte, de que el prestigio académico, y no la congruencia, es suficiente para ganarse la gloria.
Afirman además que al Dr. Víctor Toledo le debemos claves y recursos para mirar el mundo sin concesiones, pero no sólo para desentrañar los problemas, sino para buscar sus orígenes. Y a lado de ello, él nos ha ayudado a reconocer que aún hay sueños vivos, que todavía existe lugar y tiempo para las energías liberadoras y para la imaginación.
Por último y para agregar a la complejidad y admiración sobre la figura de Víctor Manuel Toledo, él es además poeta y dibujante, que son dos facetas que poco se conocen, o más bien, algunos de nosotros, poco conocemos de él.
Por todo lo anterior y por el gusto y privilegio de tenerlo entre nosotros, le decimos gracias y en Enhorabuena.
Muchas felicidades Dr. Víctor Manuel Toledo Manzur.