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Tres personas, adultos mayores de sexo masculino, han decidido alejarse de todo y de todos y se internan en un bosque del norte de Canadá, donde vivirán en unas cabañas de madera al lado de un lago; dejando de ser lo que eran y sobreviviendo de la pesca y de la caza rudimentaria de conejos y otras pequeñas especies. Los tres exiliados de la civilización casi no hablan entre sí, pero se saben, respetan y comparten esa nueva forma de vivir y un proyecto final de existencia. Se trata de la cinta Y llovieron pájaros (Archambault, L Canadá. 2019) que invita, en la última etapa de la vida, a romper con ataduras y reinventarse.
Al principio de la cinta presenciamos dos muertes: una de uno de los habitantes de las cabañas. Al parecer por un esfuerzo reparando el muelle y por la avanzada edad, muere de un infarto. También vemos un funeral, de forma tradicional, de una persona, que asistía a una anciana (Marie- Desneige), por lo que la mujer vieja se negará a regresar al asilo en el que vive. El sobrino (Steve) encargado de un hotel poco habitado, se la lleva con él.
La película transcurre entre dos incendios: uno mítico, de hace algún tiempo que impulsa a una reportera (Rafaëlle) a recuperar imágenes e historias de los sobrevivientes; y el otro incendio, que se está desarrollando, creciendo y amenazando a los habitantes de esa zona, en el momento que sucede la trama.
La directora de la cinta ya tiene con estos dos marcos a los protagonistas de la historia y personajes de soporte que le darán sentido a la historia. Por ejemplo, Steve es un personaje que abastece a los ancianos, cada determinado tiempo, de víveres, bebida y cigarros. Y un buen día se hace acompañar de su tía. Además, Steve comenzará con la periodista una amistad y terminará incorporándola a la comunidad de ancianos, que irá creciendo.
En el filme pareciera que el protagonista sería Ted Boychuc, el adulto que ha muerto, porque algunos de los informantes lo refieren en las entrevistas que hace la periodista. Además, de que tenía obra pictórica de gran valor estético y simbólico, refiriendo el trágico hecho del primer incendio. Sin embargo, la historia irá dando a conocer las múltiples dimensiones de los otros dos viejos. A Charlie lo vemos pleno, nadando y haciendo un paraíso de esta elección de vida. Él había sido declarado enfermo mortal y desahuciado por la medicina moderna y las montañas y el lago al parecer le alargaron la vida. Después encontrará con Marie- Desneige otro giro y más placer a la vida misma.
Tom, el otro anciano, tiene una vida que cambia. Es un cantante con una gran sensibilidad. Que toma whisky y se canta a sí mismo con su guitarra, para curarse del mundo. Las canciones —casi poemas— tienen un sabor a los grandes solistas, existencias de la música canadiense tipo Leonard Cohen (incluso se toca, de su autoría Bird on the wire) y aún en la canción del epílogo, melodías nostálgicas, dolorosas, pero de una sinceridad abrumadora. Como todos los personajes, con la amenaza del nuevo incendio y ante una persecución policial, tomará decisiones trascendentales.
Y llovieron pájaros es la puesta en escena cinematográfica de una novela de Jocelyne Saucier que tuvo muy buena acogida en Canadá y está publicada en español por la editorial Minúscula.
La cinta es profundamente humana y enfrenta algunos de los grandes desafíos de la vida, como la soledad, la formación de una pareja a edad adulta, las pertenencias de un artista muerto, las amenazas naturales, las decisiones finales y las segundas oportunidades con una solvencia artística sólida y sin melodramas.
