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Jueves, Noviembre 21, 2024

Recuerdo cuando cursé la maestría en educación ambiental  en la Unidad 095 de la UPN. Y una de las cosas que siempre vienen a mi mente es la riqueza derivada de los diálogos en las aulas.  Otro  espacio que me encantaba eran los video debates ambientales. No saben cuánto crecí con ello. En ese trance uno leía muchos textos, veía películas, visitaba comunidades, comprendía que el mundo, si bien un espacio natural y habitable, tenía una complejidad a la que había que acercarse para, en términos de Heidegger: estar en el mundo.

Responsabilizarnos de nuestros actos, tener conciencia.  La educación ambiental ha significado para muchos de nosotros la posibilidad de estar en el mundo, es decir, de existir en el sentido más bello, pero más comprometido de la palabra. La educación está en todas partes. Aprendemos de nuestros maestros y maestras en las aulas, de nuestros padres y hermanos, de nuestros amigos y compañeros de trabajo, de nuestros estudiantes. La educación trasciende el espacio áulico. Lo ambiental es parte constitutiva de nuestro ser. No somos dueños de nada, somos parte de un todo y, de esa manera nuestros comportamientos coadyuvan a una mejor convivencia o lesionan el tejido social y el natural. En esas dimensiones básicas, debemos posicionarnos para entender y resignificar cuantas veces sea necesario, la civilización. ¿Qué tan humanos somos por portar un teléfono inteligente, por comunicarnos velozmente en chats virtuales, por abrir presas, por derribar árboles, por permanecer quietos ante sucesos que atentan contra la dignidad  y los derechos humanos? ¿qué tanto lo somos ante otras especies?

Rafael Tonatiuh Ramírez y Armando Meixueiro nos dan la oportunidad para pensar en estas y muchas más cuestiones por supuesto, nos abren la puerta maravillosa del cine, nos permiten sentarnos en la butacas o en el sillón de nuestras casas para entender qué hemos hecho para llegar a este ahora. Nos muestran, como buenos maestros que son, que es necesario pensar todo el tiempo, plantearnos cuestiones, preguntarnos, descubrir mensajes no tan explícitos en ciertas cintas. Y quizá lo más importante, no de esta obra en particular, sino en su vasta producción, que esas cintas pueden, deben, ser vistas con nuestros estudiantes para expandir el horizonte académico más allá de los libros.

Les leo una parte del libro para ponernos en un mínimo contexto de lo que ofrece:

Home o nuestra increíble biosfera y sus amenazas

“Siendo el director de esta cinta, fotógrafo de profesión y creador de la portentosa colección de imágenes áreas y fijas conocido como La Tierra vista desde el cielo (que dio,en la primera década del siglo XXI, para exposiciones,sitios web y libros de arte de gran formato), la película Home (Arthus-Bertrand Y. Francia: 2009) es el recorrido panorámico por el planeta desde las alturas y con cámara cinematográfica. Lo que se logra es un documental profundo y sensible: visitando y haciendo evidentes aspectos particulares de más de cincuenta países del mundo.

(…) La película tiene una visión estética que armoniza con música extraordinaria y voz en off (se usó la de Salma Hayek en la versión en español), que explica e informa sobre lo que observamos en términos próximos al lenguaje poético, pero encauzado a la divulgación del saber accesible para alguien medianamente informado. La mayoría de los datos que aporta están soportados científicamente y en forma interdisciplinaria. No es una película paisajista, sinoeducativa y ambiental.

 (…) El motor de la vida ‒asegura el documental‒ es el vínculo, esa suma y confluencia de elementos desde atmosféricos, hídricos, minerales y finalmente biológicos.

“El agua, por ejemplo, es la base para el surgimiento y la reproducción y el mantenimiento de las especies vivas.

“El documental es enfático:

“La vida, ese milagro en el universo, llegó hace 4000 millones de años y la especie humana 200,000. Pero esta especie ha logrado desbaratar este equilibrio. En los próximos 100 años habremos de agotar el 50% de las reservas totales del planeta.”

(…)El documental introduce algunos casos ambientales, síntomas de la crisis ambiental global, que quieren sensibilizar y hacer conciencia. Cita por ejemplo el caso de la Isla de Pascua y la metáfora de la desaparición de los pobladores que la crearon cuando terminan con los recursos que soportaban esa civilización. Trata de extender este ejemplo hacia nuestra casa común en el momento actual.

(…)Los casos ambientales son tratados complejamente y relacionados entre sí. La ayuda de la imagen, sensibiliza, pero no recurre al catastrofismo. No es una narrativa voluntarista e individualista sino social y ambiental que integra y despliega información.

“Como trabajo didáctico, si decidiéramos trabajarlo en un taller o salón de clase, pensamos que el documental debe partirse o fragmentarse en diversos momentos, por ejemplo, las tres grandes partes en la que está dividido: la tierra, la vida y la especie humana”. Fin de la cita.

¿A poco no invita a verla? ¿A ampliar nuestra mirada? Hasta nos dicen cómo podemos utilizarla con nuestros estudiantes. Pedagogía pura.

Crisis civilizatoria, degradación ambiental, políticas públicas, organización comunitaria, visiones catastrofistas o esperanzadoras, posiciones sustentables, miradas éticas y muchos tópicos más, se despliegan desde un análisis serio, doctoral, sustentado y que, no obstante o justo por ello, no caen en las explicaciones plagadas de lenguajes complicados. La cultura es factible desplegarla desde la sencillez, así como pasa con ciertas cimas del arte y las auténticas relaciones humanas, me parece. Eso es de agradecer, porque nos ofrecen herramientas estratégicas necesarias para acceder a esta ecuación de cine - educación ambiental - sustentabilidad. No hay mejor pedagogía que la que aproxima e interesa a los estudiantes o aprendices, y aún más, esa pedagogía, incluso, es válida para los expertos en uno u otro tema: difícilmente hay otra mancuerna de investigadores en el país y no sé dónde más, que hayan dedicado parte de su vida y su talento a escarbar como arqueólogos para encontrar, sistematizar, categorizar, explicar o, simplemente, mostrar lo fundamental que es utilizar el cine como medio, no didáctico, sino como motor pedagógico, vital para procesar cambios en la conducta de nuestros estudiantes, de nosotros mismos: si existe un horizonte de posibilidad, yo sí lo creo, y ellos por supuesto también, está en la transformación de las conciencias, en la visión comprometida e informada de la gente, en la organización social, en la participación ciudadana, en la deliberación pública, en la educación, en el cine, en la escuela que debe transitar de las aulas y los textos a otras posibilidades importantes, como complementos  necesarios a estas alturas de la vida y la civilización.

Cierro con otro ejemplo, retomado del libro:

“Hemos señalado en otros espacios sobre la película La verdad Incómoda (Guggenheim, D. EUA:2006), sus innumerables logros de diferente tipo: está bien realizada dentro de un género definido; es pertinente y hermosa como pieza comunicativa; llena de información, historias y uso de múltiples recursos cinematográficos; tiene implicaciones personales y políticas de un vicepresidente de los Estados Unidos de Norteamérica ‒hecho en sí mismo pocas veces visto en el cine‒; que en forma científica y didáctica explica de una forma clara, que puede ser entendida por una gran cantidad de gente de todo el mundo; que se tuvo que realizar un libro Una verdad incómoda para las futuras generaciones. Los peligros del calentamiento global explicado a los jóvenes para ampliar el impacto; que gobiernos del mundo reprodujeron el documental y lo hicieron llegar a las escuelas, etcétera.

“Otro logro fue que el documental se hizo acreedor al Oscar (2007) como mejor largometraje documental, asimismo, el director y el protagonista se pasearon por la alfombra roja del festival de Cannes. Y sin duda, el más importante logro: empujó a Al Gore junto con los trabajos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático al Premio Nobel de la Paz en el 2007.

“Todo lo anterior posibilitó que el cambio climático comenzará a rebasar la discusión científica y académica para colocarse en la plática de las personas, las clases en las escuelas, los movimientos ambientales y de las agendas de la política ambiental del planeta; el gran problema de nuestro tiempo, que es el cambio climático. No fue sólo La verdad incómoda, pero el film se sumó con gran eficiencia a sensibilizar el asunto del cambio climático en el contexto de la primera década del siglo XXI”. Fin de la cita.

Más claro ni el agua: el cine no solo refleja, proyecta realidades, imagina o entretiene: el cine es capaz de educar y posibilitar grandes transformaciones en el pensamiento y, por ende, ser un poderosos puente para acceder a una realidad más vivible, razonable, sustentable. Un mundo que sea lo que  hemos querido seres pensantes, sensibles y comprometidos como lo somos los educadores ambientales: el gran espacio para desplegar la vida, nuestros deseos, sueños, esfuerzos, amores: la vida, así, simple, armónica con los demás seres vivos ¿Es posible? Tal vez una utopía. Pero en la medida que caminemos y no cejemos esfuerzos y nos aproximemos a la realidad desde diferentes ópticas y con los mismos fines, estaremos más cercanos a ese no lugar, a esa utopía.

Leamos el libro y veamos el mayor número de películas que se explican en él. No nos vamos a arrepentir. Muchas de ellas, la mayoría no las he visto. Pero, desde ya, estoy invitado a buscarlas y mirarlas a través del portentoso lente que nos ofrecen mis dos grandes amigos.

Muchas gracias.

Sacapuntas

Arturo Pérez Reverte
José Guadalupe Rincón Andrade

El timbre de las 8

Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández

Maestros en la Historia

Ignacio Manuel Altamirano

Tarea

Antonio Molina
José de Jesús González Almaguer y Norma O. Matus Hernández
Melody A. Guillén
Angélica Jiménez Robles
“pálido.deluz”, año 10, número 146, "Número 146. Maestros rurales: Homenaje al Profesor José Guadalupe Rincón Andrade [1938-2022]. (Noviembre, 2022)", es una publicación mensual digital editada por Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández,calle Nextitla 32, Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo, Ciudad de México, C.P. 11420, Tel. (55) 5341-1097, https://palido.deluz.com.mx/ Editor responsable Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández. ISSN 2594-0597. Responsables de la última actualización de éste número Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández, calle Nextitla 32, Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo, CDMX, C.P. 11420, fecha de la última modificación agosto 2020
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