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Miércoles, Diciembre 25, 2024

Al Pana y al Parejón, con mucho cariño

I

Todo comenzó con una frase pegada en una cartulina : el que no conoce a Marx, a cualquier maestro se le hinca. Estaba colocada en una especie de periódico mural improvisado, en el piso en el que se imparten clases de la licenciatura en Sociología en la Universidad Autónoma Metropolitana, a inicios de la década de los años ochenta en la Ciudad de México.

Las cartulinas eran, por supuesto, anónimas, eran muy variadas y no brillaban por sus elementos estéticos, sino por la potencia de sus mensajes. Sin ninguna regularidad, cambiaban y solo dominaba un autor que, se infería, era el creador de esas frases entre anarquistas/ punk/libertarias/surrealistas: el zopilote vengador.

El rumor, en los pasillos y el bajo mundo universitario, era que no se trataba de un estudiante, sino varios que se organizaban y alternaban para hacer y divulgar reflexiones que ironizaban nuestra formación académica, repleta de marxismo, de manera poco institucional y subversiva.

Pero el anonimato es muy frágil en los espacios académicos. La vida estudiantil un día nos hizo coincidir con ese grupo afuera de la maravillosa biblioteca de aquella universidad. Mi grupo y quinteta (Violeta, Tenorio, Agustín, Tomás y el narrador)  venía de la acostumbrada cáscara del basquetbol, que hacíamos en nuestras horas muertas.

Recuerdo que sentí en varios de ellos- los zopilotes- , una mirada perdona vida, como de pobres niñitos con su pelotita. Pero también recuerdo a Jorge y al Tarzán, dos de ellos, hablar de la nueva novela negra latinoamericana, por vez primera en mi vida y dos nombres: Paico Ignacio Taibo II, escritor y Héctor Belascoarán Shayne, detective mexicano, protagonista de novelas. Me quedé con la inquietud, a pesar de la mamonería de los compañeros, la recomendación me ha acompañado toda mi existencia.

II

Como es la vida, y sus recovecos, en algún momento de esa misma década en un cine muy cercano a mi casa, de los llamados de tercera corrida o piojito, el ya desaparecido cine Popotla, vi completamente solo la película Cosa fácil (Gurrola, A, México, 1982), sin que ese personaje representado por Pedro Armendáriz Jr. y el de los anarcos estudiantes tuvieran alguna relación.

Tengo que decir, que ese primer Héctor Belascoarán Shayne cinematográfico fue una grata sorpresa para un servidor, comparado con lo que hasta ese momento había representado el hijo de Pedro Armendáriz. El reparto no era nada despreciable: Julissa, Ernesto Gómez Cruz e Hilda Aguirre como la primera muchacha de la cola de caballo. Mito de la mujer que regresa, pero nunca se queda; que ama y desaparece; con la que aprendimos a entender a las mujeres en mi generación.

Las primeras novelas fueron llevadas al cine, en una primera versión,  prácticamente con el mismo reparto que ya mencionamos.

III

Tal y como la había hecho mi padre con los cien ejemplares de la Colección Salvat en los años setenta, que compró semana tras semana al voceador de la colonia cada uno de los 100 títulos, yo hice lo mismo con la colección Letras Mexicanas que usando esa misma estrategia , puso en disposición ejemplos representativos de los más selectos escritores de nuestras letras nacionales contemporáneas: Ibargüengoitia, Josefina Vicens, Carlos Monsiváis, José Emilio Pacheco, Luis Villoro,   Vicente Leñero, Octavio Paz, José  Agustín, Parménides García, Edmundo Valadés, y un largo etc.

Entre ellos estas obras se incluyó la novela Días de Combate de Paco Ignacio Taibo II. Leerla fue una revelación de lo que se entendía como novela policiaca, la descripción de una ciudad como una profundidad de campo; próxima y lejana simultáneamente, el uso del lenguaje y sobre todo la trama de hechos dramáticamente cotidianos y grandes sucesos no resueltos de la historia. Denuncias a la corrupción e inoperatividad de la policía de la ciudad y del sistema de justicia nacional. Pero también la construcción de un personaje sin precedentes en la historia de la literatura mexicana, que dio para una saga todavía viva.

La adicción por este escritor y sus novelas me ha perseguido por décadas. A Taibo II lo seguí como editor de revistas y folletos históricos, de comics, de cuentos, de relatos históricos u obreros y por supuesto sus biografías sobre el Che y Pancho Villa, traducidos y leídos en todo el mundo y, por supuesto, también lo seguí en conferencias, pláticas y videos.

 Las novelas de Héctor Belascoarán Shayne son diez y varias de ellas las he comprado y leído más de una vez:  Días de combate;  Cosa Fácil;   Algunas Nubes;  No habrá final feliz;  Regreso a la misma ciudad y bajo la lluvia; Amorosos Fantasma; Sueños de frontera; Desvanecidos difunto;   Adiós Madrid; Muertos incómodos. Por ejemplo, hace unos meses compré por 30 pesos, otra vez, Algunas nubes, en la Lagunilla de la Ciudad de México, bellamente encuadernada por un antiguo dueño.

IV

Taibo II siguió creciendo como escritor y promotor cultural. Organizó por décadas semanas de novela negra en Gijón,  España, y en México evolucionó como promotor de la lectura construyendo ferias, espacios y regalando libros, hasta ocupar la dirección del Fondo de Cultura Económica, en la actual administración. Pero si hay un personaje emblemático que el escritor creo es Héctor Beloascarain Shayne.

Cuando estudiaba la maestría en Medio Ambiente, en el Instituto Politécnico Nacional, ya al final de la década de los ochenta, me encontré a otros dos fanáticos del genial detective mexicano, clase mediero y tuero: Enrique Mancera Garduño y Jaime Villanueva Sánchez, cultísimos compañeros de estudios, que, entre tragos, risas en las tertulias más allá de nuestros estudios de impacto o riesgo ambiental, referían detalles de las novelas.

Un día fuimos a comer mariscos y pescados fritos a una calle del centro. Ambos entraron a un edificio en el que aseguraron que en tal piso había perdido el ojo, en una balacera, el detective.

V

El mismo Paco Ignacio Taibo II, ha contado como cuando la empresa Televisa intentó hacer una productora de cine (Televicine) alguien le recomendó a Roberto Gómez Bolaños Chespirito- por entonces director de la empresa- en Europa llevar las novelas de Belascoáin al cine. Taibo II ya había sido traducido a varias lenguas. Nunca sabremos si Chespirito conoció las primeras versiones, pero el hecho es que en los años noventa del siglo pasado se realizaron tres películas Días de Combate, Amorosos Fantasmas, Algunas Nubes, por Carlos García Agraz y protagonizadas por Sergio Goyri. Tanto García Agraz como Goyri estaban de moda y tal vez, debido a eso, o a que fueron incapaces de superar las anteriores versiones, pasaron inadvertidas estás películas.

VI

Netflix hace unas semanas, acaba de estrenar versión actual (2022) en series/ películas de Héctor Belascoarán Shayne, con gran talento actoral que, aunque local, varios ya con experiencia internacional : Luis Gerardo Méndez, Paulina Gaitán, Irene Azuela, Silverio Palacios, Enrique Arreola, entre otros.

La serie se ubica en los años setenta en la Ciudad de México, tal como es el escenario de las novelas. Sabia decisión, pero, aunque existe mucho cuidado en el vestuario, locaciones , habla, automóviles, programas de televisión, hay algunos errores como el de una peregrinación Guadalupana en la que San Judas Tadeo, la encabeza. San Judas Tadeo, ha crecido en las últimas dos décadas en creyentes, antes todavía no.  A pesar de ello el ambiente (arquitectura, interiores, música, diálogos, etc.,)  es creíble y armónicamente diseñado de acuerdo con la época.

De esta nueva versión nos gustan las tramas que, al parecer, ahora si hacen justicia al contexto, espíritu crítico y contenido de las novelas. Los personajes están en lo general bien construidos la mayoría como chilangos de los setenta.  La mujer de cola de caballo ( Gaitán) , la hermana y referente (Azuela) y hasta su contraparte Paniagua, el policía/comandante corrupto (Arreola), están excelentes.

Sin embargo,  el trabajo actoral de Luis Gerardo Méndez merece mención aparte. Por fin se entendió que lo que necesitaba Héctor Belascoarán Shayne, no era un actor guapo, sino un actor de verdad, que pudiera representar las transformaciones del detective, de acuerdo con las circunstancias y casos que se le presentan. Que fuera humano en el amplio sentido de este término.

Luis Gerardo Méndez es ya un consagrado de la actuación, que ha sabido superar los éxitos de sus primeras intervenciones en televisión (XY) o en el cine  (Nosotros lo Nobles o Tiempo compartido) o al desterrado boxeador de Bayoneta y sabido relaborar papeles muy próximos como a este Belascoarán, como el del policía Parejón, de la serie Narcos México.

 

 

 

 

 

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Tarea

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“pálido.deluz”, año 10, número 146, "Número 146. Maestros rurales: Homenaje al Profesor José Guadalupe Rincón Andrade [1938-2022]. (Noviembre, 2022)", es una publicación mensual digital editada por Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández,calle Nextitla 32, Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo, Ciudad de México, C.P. 11420, Tel. (55) 5341-1097, https://palido.deluz.com.mx/ Editor responsable Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández. ISSN 2594-0597. Responsables de la última actualización de éste número Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández, calle Nextitla 32, Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo, CDMX, C.P. 11420, fecha de la última modificación agosto 2020
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