Todo salió bien (título ptovisional de la película Tout s’est bien passé) de François Ozon: una oda a la vitalidad
Le Figaro
Traducción Gabriel H. García Ayala
CRÍTICA - Entretejida con destellos de humor, amor y giros del destino, la nueva película de François Ozon, que trata sobre la eutanasia, parece referirse a la vida.
Sophie Marceau está secuestrada en la esquina de su estudio, sentada frente a su escritorio, frente a su computadora. Puedes sentirla concentrada. En cuanto suena su celular, todo se acelera: "¿Dónde estás? Ya voy ... ”A veces la vida se pone patas arriba con una simple llamada. A toda prisa, baja las escaleras, pero los escalones están borrosos. Acude a la sala de emergencias donde su padre, André Bernheim, acaba de sufrir un derrame cerebral. En unas pocas tomas precisas y controladas, François Ozon captura a su audiencia. Lejos de algunas de sus películas anteriores (8 Mujeres, La piscina, El refugio, etc.) donde una estética kitsch es evidente en una puesta en escena hitchcockiana, el director aquí se pone al servicio del libro de Emmanuel Bernheim. Sin afectación, Ozon presta atención a los detalles. El director de Verano del 85 confía en la sobriedad de los diálogos. Pone en escena con sencillez una crónica, la de la muerte programada de André Bernheim. En el último Festival de Cine de Cannes, su película brilló intensamente.
Sophie Marceau, quien interpreta a una Emmanuèle Bernheim tan fuerte como frágil, pasa por todas las etapas. De la negación al dolor, del desorden al acompañamiento de lo inevitable. Con su hermana Pascale (la discreta y sensible Geraldine Pailhas), se enfrentan a un patriarca intratable, egocéntrico y, sin embargo, tan entrañable, encarnado con gran profundidad por André Dussollier (que podría ganar un César). A la defensiva, depresiva y huidiza, su esposa (Charlotte Rampling), que sufre de Parkinson, rechaza la confrotación. Para ella es demasiado tarde. Depende de sus dos hijas luchar. Se enfrentan a un hombre de 85 años que ha vivido una buena vida. Una vida tan hermosa que está decidido a acabar con ella, se niega a seguir persiguiéndola, disminuido por su accidente vascular cerebral. Cuestión de dignidad.
Recorrido de una combatiente
La película de Ozon se construye en torno a este coleccionista y empresario que se suicidó voluntariamente en 2009. Intubado, con la boca deformada, paralizado del lado derecho tras el derrame cerebral, este mal padre inicialmente sólo inspira desprecio. Ozon avanza enmascarado. Después de recuperarse en Bretaña, la heroína regresa a París como guerrera. Le espera una carrera de obstáculos. Entre ella y su padre los lazos se están estrechando. En Francia, la ley no le permite poner fin a su vida voluntariamente. En un mundo de ricos, el dinero lo arregla todo. ¿Tienes que ir a Suiza a un instituto? ¡No importa! Entretejida con destellos de humor y giros del destino, Todo salió bien es como la vida. La pequeña música de Brahms puede interpretarse en un solo de piano. Al centrarse en el tema tabú de la eutanasia, Ozon podría haber filmado un réquiem. Su película es una oda a la vitalidad. Y Sophie Marceau interpreta su papel como una valquiria.