En 2020 fueron asesinados 230 militantes ecologistas, la mayor parte en Latinoamérica, específicamente en Colombia, que encabeza esta macabra clasificación
Le Point
Este es un triste registro publicado por la ONG Global Witness el lunes 13 de septiembre. En 2020, al menos 227 conservacionistas fueron asesinados en todo el mundo, a razón de cuatro por semana, la mayoría de ellos en Latinoamérica.
Por segundo año consecutivo, colombia encabeza este terrible recuento, con 65 activistas y líderes comunitarios asesinados por su compromiso con la defensa de la naturaleza. Fuera de colombia, los delitos se concentran en México (30), Filipinas (29), Brasil (20), Honduras (17) y una decena de países más.
El lunes 13, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, dijo que la intensificación de los peligros ambientales constituye "el mayor desafío" para el ejercicio de los derechos humanos. “Las crisis interrelacionadas de contaminación, cambio climático y biodiversidad multiplican los peligros: amplifican los conflictos, las tensiones y las desigualdades estructurales y hacen que las personas sean cada vez más vulnerables”, lamentó en la apertura de la 48ª sesión del Consejo de Derechos Humanos, celebrado en Ginebra.
Ataques en constante aumento
Casi tres de cada cuatro ataques tuvieron lugar en América Central o del Sur, agrega Global Witness, que señala que estos ataques han ido en aumento desde 2018. Las víctimas tienen varios puntos en común: el 70% de ellas trabajaba para acabar con la deforestación y todos, excepto uno, vivían en países en desarrollo. Un tercio eran de pueblos indígenas.
"Los indígenas [...] sabemos que el medio ambiente es la fuente de toda vida", dijo Celia Umenza a Agence France-Presse. Esta líder comunitaria de la tribu Nasa, sobreviviente de tres intentos de asesinato, lucha contra la deforestación, los monocultivos depredadores y la minería ilegal en el turbulento suroeste de Colombia, en la región del Cauca.
Agroindustria y minería: causantes de la crisis climática
Global Witness lleva estas estadísticas desde 2012. La ONG observa en este último informe un aumento constante de estos delitos en los últimos tres años (167 en 2018 y 212 en 2019). Quería este año, como indica el título de su informe, llamar la atención sobre las industrias que son "la causa de la crisis climática y los ataques a los conservacionistas".
La tala, la construcción de represas, la agroindustria y la minería son los sectores vinculados a la mayoría de los asesinatos. el informe. Entre sus recomendaciones, la ONG insta a Naciones Unidas a reconocer oficialmente el derecho a un medio ambiente sano, un "enorme vacío" en el actual sistema de derechos humanos.