La pobreza afecta la vida de todos los seres humanos. Impide la cohesión social, frena la productividad de las personas, y provoca conflicto, tensión e inestabilidad política y social. Es por eso por lo que a todos nos concierne luchar en contra de la pobreza, lo que es causa de muchos organismos multilaterales. En la ONU, por ejemplo, la eliminación de la pobreza extrema (personas que viven con menos de 1.9 dólares diarios) para 2030 se ha convertido en una obsesión.
Desafortunadamente el covid ha sido un latigazo que ha colocado nuevamente a muchas personas en situación de pobreza extrema. En el mundo, los esfuerzos de combate a la pobreza venían reduciéndola a un promedio del 3 por ciento anual, pero el covid generó que 80 millones de personas regresaran a pobreza extrema, a niveles similares de hace cuatro años (gráfica 1).
Fuente: World Poverty Clock https://worldpoverty.io/headline
Para la Brookings Institution el efecto será de largo plazo, aumentando en casi un punto porcentual el porcentaje de personas en pobreza extrema en las estimaciones actuales del 2030 con respecto a las estimaciones antes del covid (tabla 1).
Tabla 1. Cambios en pobreza extrema pre-covid y post-covid. Fuente: Brookings Institution.
Para contrarrestar los efectos del covid los programas sociales se han incrementado fuertemente en todos los países. Durante el covid los países con programas de mitigación de pobreza han pasado de 45 a 232 y las medidas implementadas han pasado de 500 a 3,300 (gráfica 2).
PUBLICIDAD
En estas medidas las transferencias sociales condicionadas, ya sea en efectivo o en especie, han jugado un papel preponderante.
Gráfica 2. Fuente: Banco Mundial
https://openknowledge.worldbank.org/handle/10986/33635
México no ha sido la excepción. Ha coincidido que desde 2019 el espectro de transferencias sociales condicionadas se había ampliado desde su marco original del desaparecido programa Prospera, (figura 3), al que se le sumaron otras medidas específicas anti-covid (figura 1).
Figura 1. Programas de transferencias condicionadas 2018 y 2020
Los efectos de las transferencias condicionadas en la pobreza son fácilmente identificables comparando las Encuestas de Ingresos de los Hogares (ENIGH), (tabla 2), de donde observamos que el ingreso promedio de los hogares aumentó solamente un 1.4 por ciento de 2018 a 2020, mientras que en el primer decil más pobre de la población aumentó en un 9 por ciento. Sin transferencias (que incluyen nada más las transferencias gubernamentales) el ingreso promedio de los hogares más pobres de México hubiera disminuido un 2 por ciento.
Tabla 2. Ingresos de los hogares 2018 y 2020. Fuente: INEGI, Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares (ENIGH).