Desde que surgió el término de sustentabilidad han existido diferentes definiciones y conceptos y aunque todos ellos han aportado ideas interesantes para enriquecerlo, ninguno parece definir de manera clara y concreta el concepto. Consideramos, que esto tendría como causa el no considerar que existen dos sustentabilidades, una a la que podríamos llamar sustentabilidad natural o de los ecosistemas y otra, la pretensión de una sustentabilidad social, con claras diferencias entre una y otra.
Ahora bien, con esta propuesta no se pretende terminar el debate sobre la sustentabilidad, pero, creemos que esta aportación daría continuidad a la construcción y evolución del concepto.
Antes de ampliar nuestra propuesta es importante señalar algunas definiciones importantes acerca de la sustentabilidad. Este término se relaciona con el término sustento como algo que se sostiene y mantiene por tiempo indefinido. Existe, por ejemplo, una imploración religiosa que dice “Que no nos falte casa, vestido y sustento” este ultimo termino hace referencia al alimento, pero también a permanencia, mantenimiento y manutención.
(SEMARNAT 2004) señala que la sustentabilidad es el desarrollo basado en criterios económicos, sociales y ambientales que puedan garantizar la calidad de vida y la productividad, pero, sustentadas en medidas apropiadas de preservación del equilibrio ecológico, protección al ambiente y aprovechamiento de recursos naturales que no comprometan la satisfacción de necesidades de las generaciones futuras.
Como podemos ver esta definición retoma parte de la definición de la propuesta del Desarrollo Sustentable de 1987.
(Carpenter, 1995 y Nacedo, 2003) coinciden en señalar dos modalidades de sustentabilidad una es la “débil” concebida por la Economía, con un enfoque no conservacionista y la otra una sustentabilidad “fuerte” considerando a la Ecología (como economía de la naturaleza y a la Termodinámica (como economía de la Física).
Por su parte (Du Plessis, 2002) dicen que la sustentabilidad es un proceso que permite la continuidad de la vida humana indefinidamente, a través de una vida sana, segura, productiva y en armonía con las naturales y con los valores espirituales.
(López, V. 2008) señala que la sustentabilidad es un instrumento emergente para intentar hacer viables los procesos socioeconómicos en armonía con el medio ambiente, en el mediano y largo plazos.
(Jacques. P. 2021) nos indica que la sustentabilidad es el proceso imperfecto de construir y mantener sistemas sociales globales de personas competentes, responsables, adaptables, justas y libres que sean capaces de tomar decisiones y realizar compensaciones importantes con previsión y prudencia, así como fomentar la existencia de ecosistemas firmes, autogestionados, dinámicos y complejos en todo el mundo, para el presente y para las generaciones futuras.
(Ramirez, T. 2015) señala que la sustentabilidad es la transformación de los recursos naturales próximos, con equilibrio entre los proyectos productivos de grupos y comunidades organizadas, el mercado justo y la mayor armonía posible con el capital natural y la distribución equitativa de los beneficios.
(https://sustentabilidad.uai.edu.ar) nos brinda un concepto moderno de la sustentabilidad, estableciendo que es la habilidad de lograr una prosperidad económica sostenida en el tiempo, protegiendo al mismo tiempo los sistemas naturales del planeta y proveyendo una alta calidad de vida para las personas.
(Nebel y Wright, 1996) sostienen que el término sustentable indica que un sistema puede tener continuidad indefinidamente sin que se agote alguna de las fuentes o recursos de materia y energía requeridos para su propio mantenimiento.
La anterior definición hace referencia a la sustentabilidad de los ecosistemas.
Conviene citar la definición de Desarrollo Sustentable de 1987 que a la letra dice: el desarrollo sostenido es el desarrollo que satisface las necesidades del presente, sin comprometer la capacidad de que las generaciones futuras puedan satisfacer sus propias necesidades.
Como nota aclaratoria desarrollo sustentable y sustentabilidad se utilizan indistintamente, pero es claro que el primero es una propuesta de tipo económico-político-social establecida en el Informe Brundtland y la otra es un concepto que, aunque complejo, se ha generalizado y puede abarcar tanto lo social como lo natural.
(Leff, E. 1998) Elabora una fuerte crítica a la sustentabilidad como discurso, en el cual se propugna por un crecimiento sostenido, sin una justificación rigurosa sobre la capacidad del sistema económico, para internalizar las condiciones ecológicas y sociales de este proceso.
Por nuestra parte, presentamos dos conceptos de sustentabilidad, sobre la base de sus diferencias. Una sería la sustentabilidad natural o de los ecosistemas y otra la sustentabilidad social, no existente del todo.
No podemos aseverar que a nivel de sociedad mundial exista una sustentabilidad plena, pero si con posibilidades de construirse en un plazo considerable de tiempo, de manera que: la sustentabilidad social podría ser un proceso en construcción, que teniendo como base los desarrollos económico y social, incorpore a estos de manera imprescindible el respeto y la conservación de los sistemas de aporte vital como son los ecosistemas, así como la permanente operatividad de los valores de la democracia, la justicia e igualdad en todos los procesos de extracción de recursos y de producción humana.
En cuanto a la sustentabilidad natural la señalaremos como, una característica propia, real e incontrovertible de los ecosistemas del planeta, que utilizando la luz solar como fuente de energía primaria llevan a cabo complejos procesos de circulación de materia y energía, así como la creación de otras formas de energías ya sean química, bioquímica o calórica, todo dentro de un esquema-sistema de retroalimentación positiva con capacidad de sustentar y dar continuidad a toda la vida en general.
No podemos dejar de lado un señalamiento importante; la existencia de reducidos grupos humanos que habitan regiones naturales donde llevan a cabo prácticas de supervivencia como la siembra de pequeñas áreas de terreno cuyas cosechas las complementan con frutos, raíces, tubérculos que aun recolectan de la selva, así como la caza de animales, todo ello para su alimentación, en tanto, su abastecimiento de agua es obtenida de ríos, lagos y manantiales. Estos grupos se ajustan al patrón de sustentabilidad propio de los ecosistemas.
A lo largo de la historia humana ha habido etapas y ambientes físico-biológicos en transición, en Ecología a esta transición se le llama ecotono, y tomando en cuenta esta caracterÍstica, al crecer y evolucionar socialmente la población humana, dio origen a asentamientos de pequeñas comunidades; esto cuando los humanos abandonaron el nomadismo, luego se fundaron pueblos o villas, pequeñas y grandes ciudades, de tal manera que se fue modificando el entorno por acción humana. De esta manera, existen los ambientes rurales como una etapa de transición entre los ecosistemas de las áreas naturales y las actuales ciudades.
En el caso de nuestro país existen pequeñas comunidades de personas, conocidas como rancherías, además de pueblos rurales habitados por campesinos cuyas actividades productivas van desde la siembra de semillas (maíz, frijol, alberjón, haba), como principales productos, hasta la producción de setas comestibles, siembre de agaves y árboles frutales, prácticas apícolas, cría de pequeños hatos ganaderos (vacas, borregos, cerdos y chivos) así como aves de corral. Por lo general, estas comunidades trabajan “tierras de temporal” y su producción agrícola está a expensas de la lluvia. Consideramos que estas comunidades se apegan al patrón de sustentabilidad, aunque si es común observar ciertos “tintes de modernidad” en cuanto al uso de plaguicidas, abonos sintéticos y algo de maquinaria agrícola. En síntesis, son sociedades realmente sustentables.
También debemos señalar y esto es algo importante, estas comunidades tienen una visión y filosofía de la vida diferente a la gente de ciudad, la primera tiene como esperanza e ilusión, al inicio de cada año, el que haya buenas lluvias para la germinación de las semillas sembradas y desarrollo de sus cosechas; por la otra parte, la esperanza es ganar más dinero y comprar, por ejemplo, un buen automóvil, un teléfono celular de mayor funcionalidad, una gran pantalla y comprar ropa de marca o tal vez realizar viajes a la playa y hospedarse en hoteles caros.
Generalmente, a los pobladores antes citados se les asocia con “gente pobre del campo” pero esta aseveración no es del todo cierta, por lo que anteriormente expusimos, aunque reconocemos la existencia de pobladores de regiones serranas en los estados de Guerrero, Chiapas y Oaxaca que viven en condiciones aún precarias.
Más adelante desglosaremos los principios de la sustentabilidad natural y su relación con los valores, bienes y servicios que aportan los ecosistemas para su propio mantenimiento y para el mantenimiento de todos los seres del planeta; así como los que podrían ser los principios de la sustentabilidad social y los requisitos para su plena creación, sobre la base de lo que llamaremos un consenso por la sustentabilidad.
Articulo elaborado por José Luis Silverio Morales, Biólogo y Educador Ambiental. Febrero de 2025.
Bibliografía
Jacques, P. 2024. Sustentabilidad, Lo básico, Editorial Trillas. México.
Leff, E, 1998. Saber ambiental: sustentabilidad, racionalidad, complejidad, poder. Siglo XXI Editores. Mexico.
López, V.M. 2008. Sustentabilidad y Desarrollo Sustentable. Editorial Trillas. México.
Nebel, B, y Wrigth, R. 1996. Environmental Science. Prentice Hall. U.S.A.
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Odum, E. 1995. “Ecología. Peligra la vida” Editorial Interamericana-Mc Graw Hill. México.
PNUMA, 1987. “Nuestro Futuro Común. Un Resumen”. Fundación Friedrich Ebert. México.
Ramírez, R.T. 2015. La mar y el ancla. La Educaci+on Ambiental en la Administración Pública. Universidad de Guadalajara. Editorial La Zonámbula. México.