Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán
Armando Meixueiro Hernández
En un salón de clases, César Labastida Esqueda habla en voz alta, su tono es fuerte, y aunque tiene una decena de estudiantes, el profesor se toma en serio su papel:
—Etimológicamente la palabra autonomía viene del griego auto, ("uno mismo", y nomos, "norma") —en esta parte siempre recuerda a su mentor Torres Lemus—, que significa el arte de regularse a sí mismo. De esta manera, la autonomía se puede entender de múltiples formas: por ejemplo, puede ser la capacidad de tomar decisiones propias, sin depender de presiones externas. Es decir, un acto personal que no depende de otros e implica asumir responsabilidades propias. Pero también puede rebasar el asunto personal, si le preguntan a un buscador autonomía también puede ser, esto que anoté en el power point: potestad que tienen municipios, provincias, regiones u otras entidades, dentro de un Estado para regirse mediante normas y órganos de gobierno propios.
—Profe, ¿eso tiene que ver también con otras organizaciones? —participa Andrea, siempre atenta y dudando de interrumpir a su profesor favorito.
—Mmm, ¿a qué organizaciones te refieres, Andrea. ¿Podrías dar un ejemplo?
—Es que leí que algunas Universidades están pasando por el proceso de ser Autónomas.
—Aaah, ya. Tengo que aclararte que eso ha sido una batalla que esta por cumplir un siglo; la mismísima Universidad Nacional Autónoma de México lo vivió intensamente a final de los años veinte del siglo pasado. La mayoría de los Estados de la república mexicana tiene una universidad autónoma que fue aprendiendo a gobernarse a sí misma, administrar sus recursos financieros y de infraestructura, y a elegir a sus autoridades en forma democrática y/o colegiada.
—¿La nuestra, no ha pasado por esos procesos? —vuelve a preguntar Andrea.
—“Pues fíjate que sí, pero fíjate que no”, como diría el Chavo del Ocho. Hace menos de un lustro se comenzó a hablar y a construir la Ley General de la Educación Superior en México, y que se publicó en Diario Oficial de la Federación el 20 de abril de 2021, es decir ya aprobada. En ese proceso se realizó en nuestra Universidad un Congreso Universitario y la Ley Orgánica esta por ser discutida en el poder legislativo.
—¿Y usted qué opina de todo eso?
—Que las Universidades, al igual que todo el sistema educativo nacional, deben ser autónomas y tener la capacidad de gobernarse, autorregularse, construirse y consolidarse…
César termina su clase y se queda pensando, mientras guarda su proyector y computadora que compró con el aguinaldo de diciembre pasado: “En esta Unidad no hay ni para agua ni papel del baño, debido a las políticas de austeridad.”
Inmediatamente, a César Labastida le vienen a la mente dos palabras ligadas a la autonomía: valor y responsabilidad. Términos que se materializaron en las movilizaciones de estudiantes y maestros en el siglo XX. Piensa y envidia.
El profesor ve su reloj y se apura porque alguien, sin consultarlo, ha decidido que tiene que dar otra clase. Y luego otra…
Y además, antes de terminar el día tiene la instrucción por parte de la dirección de subir en una plataforma maltrecha e inestable todas las actividades académicas que ha realizado desde el 2019 hasta el 2024.