INDEPENDIENTEMENTE de lo que marque tu reloj, faltan 100 segundos para la medianoche. Ese es el intervalo en el simbólico Reloj del Juicio Final entre el momento actual y la "catástrofe planetaria".1922
LA TERCA REALIDAD
No ha transcurrido aun ni siquiera un mes del gobierno de Donald Trump, la diferencia entre su antecesor Joe Biden y sus errores con sus neo halcones que salieron con la cola entre las patas literal de Afganistán dejando al país en cuestión dejándolo fuertemente armado, desintegrado y retornado a tiempos que en el trato atávico a sus mujeres que parecían ya superados, y de la Guerra con Rusia usando a Ucrania como pivote de la OTAN en su guerra de desgaste contra Rusia y que nos ha puesto estos últimos años entre 100 y 90 segundos de aproximación a una hecatombe nuclear, terrible, que nos ha cobrado múltiples rostros los más dramáticos y dolorosos los de los migrantes repatriados con saña de victimizarles como delincuente lo que despertó la digna respuesta del presidente colombiano Gustavo Petro y nuestra presidenta Claudia Sheinbaum,
Ya en los diversos escenario Trump y su acompañante en el desaguazado de nombre Elon Munsk no se acaba las criticas demandas, por eso continuo en esta colaboración con el tema de los asnos con disculpa de los nobles jumentos, porque si vemos como el maestro Isaac Asimov usa su sarcasmo para hacer evidente desde hace ya casi de 50 años lo que representaba el riesgo de una hecatombe nuclear y aunque aquí no le pongo nombre a los asnos muchos si pueden ser referidos al no tener cuidado y ponernos en riego de caer en uan tragedia atómica que desafortunadamente como narra el cuento no distinguiría a nadie.
UN RELOJ PREOCUPANTE
El Reloj del Juicio Final, que se pone a cero cada mes de enero, se mantiene a 100 segundos de la medianoche por tercer año consecutivo. " El mundo sigue atrapado en un momento extremadamente peligroso", dicen los científicos que ajustan la hora del reloj.
En 1947, un grupo de científicos que había trabajado en las primeras armas nucleares ideó el Reloj del Juicio Final como metáfora para advertir de lo cerca que estaba la humanidad de destruirse a sí misma. El icónico reloj ha sido el símbolo del Boletín de Científicos Atómicos desde entonces, y en su 75º aniversario los expertos del grupo han asegurado que estamos más cerca que nunca de esa terrible llamada de atención.
El reloj se pone a cero cada mes de enero, y ni siquiera en el momento álgido de la Guerra Fría, cuando los estadounidenses cavaban refugios antinucleares y se decía a los niños que se agacharan y se cubrieran bajo sus pupitres en caso de ataque atómico, las manecillas del reloj habían estado tan cerca de la cuenta atrás.”National Geographic enero 2022
Ahora en el cierre de enero del 2025y habiendo visto ya los rimeros misiles y los b
Localizadores estallados por los israelíes matando a niños, hombres y mujeres de Hezbola en Libano NOS DICEN QUE EL RELOJ ESTA EN 89 SEGUNDOS PREOCUPANTE.
CON ESA REALIDAD, NO PODEMOS HABLAR MAS QUE
Del genial cuento titulado Asnos estúpidos aqui el texto completo cortesía de Ciudad Seva de la autoría del genial escritor de ciencia ficción Isaac Asimov , aquí para ustedes;
“Naron, de la longeva raza rigeliana, era el cuarto de su estirpe que llevaba los anales galácticos. Tenía en su poder el gran libro que contenía la lista de las numerosas razas de todas las galaxias que habían adquirido el don de la inteligencia, y el libro, mucho menor, en el que figuraban las que habían llegado a la madurez y poseían méritos para formar parte de la Federación Galáctica. En el primer libro habían tachado algunos nombres anotados con anterioridad: los de las razas que, por el motivo que fuere, habían fracasado. La mala fortuna, las deficiencias bioquímicas o biofísicas, la falta de adaptación social se cobraban su tributo. Sin embargo, en el libro pequeño nunca se había tenido que tachar ninguno de los nombres anotados.
En aquel momento, Naron, enormemente corpulento e increíblemente anciano, levantó la vista al notar que se acercaba un mensajero.
-Naron -saludó el mensajero-. ¡Gran Señor!
-Bueno, bueno, ¿qué hay? Menos ceremonias.
-Otro grupo de organismos ha llegado a la madurez.
-Estupendo, estupendo. Hoy en día ascienden muy aprisa. Apenas pasa año sin que llegue un grupo nuevo. ¿Quiénes son?
El mensajero dio el número clave de la galaxia y las coordenadas del mundo en cuestión.
-Ah, sí -dijo Naron- lo conozco.
Y con buena letra cursiva anotó el dato en el primer libro, trasladando luego el nombre del planeta al segundo. Utilizaba, como de costumbre, el nombre bajo el cual era conocido el planeta por la fracción más numerosa de sus propios habitantes.
Escribió, pues: La Tierra.
-Estas criaturas nuevas -dijo luego- han establecido un récord. Ningún otro grupo ha pasado tan rápidamente de la inteligencia a la madurez. No será una equivocación, espero.
-De ningún modo, señor -respondió el mensajero.
-Han llegado al conocimiento de la energía termonuclear, ¿no es cierto?
-Sí, señor.
-Bien, ese es el requisito -Naron soltó una risita-. Sus naves sondearán pronto el espacio y se pondrán en contacto con la Federación.
-En realidad, señor -dijo el mensajero con renuencia-, los observadores nos comunican que todavía no han penetrado en el espacio.
Naron se quedó atónito.
-¿Ni poco ni mucho? ¿No tienen siquiera una estación espacial?
-Todavía no, señor.
-Pero si poseen la energía termonuclear, ¿dónde realizan las pruebas y las explosiones?
-En su propio planeta, señor.
Naron se irguió en sus seis metros de estatura y tronó:
-¿En su propio planeta?
-Si, señor.
Con gesto pausado, Naron sacó la pluma y tachó con una raya la última anotación en el libro pequeño. Era un hecho sin precedentes; pero es que Naron era muy sabio y capaz de ver lo inevitable, como nadie, en la galaxia.
-¡Asnos estúpidos! –murmuró”
COROLARIO
Saque cada cual sus conclusiones, que tan cerca o lejos estamos del apocalíptico Armagedón y que tan cerca tenemos a los asmos que no saben lo que es el enorme poder nuclear que tienen en sus manos.