“El acto más revolucionario que puedes cometer en la sociedad de hoy es ser feliz en público”
Patch Adams
Introducción
La primera idea que me surgió cuando vi el film Patch Adams, que narra la historia del doctor Hunter Doherty conocido como el doctor de la risa, fue interrogarme sobre si el humor es un buen aliado para aprender.
Hace un par de días, reflexionando en clase sobre cuáles son las cualidades de los buenos docentes, Andrés Cerezo, alumno de Grado Primaria, recordó a uno de sus maestros y destacó en él “el humor” como una de las competencias clave del buen maestro.
“Conseguía que la clase fuera distendida, aprendíamos entre sonrisas, nos provocaba curiosidad, se respiraba buen rollo… y todo era gracias al humor”.
El humor se convertía en sus clases en la estrategia mediadora en el proceso de aprender. No sólo mis alumnos, Jose Luis Coronado afirma que muchos estudios y experimentos en psicología educativa avalan esta idea básica: los estudiantes valoran más y mejor a aquellos profesores que tienen sentido del humor.
Humor y educación: Una alianza “de risa”
Las emociones, en forma de energía han sido señaladas por los estudios de neurociencia como el combustible que nos mantiene vivos.
Escribe Francisco Mora, en el libro Neuroeducación, que la emoción es una energía codificada que permanece en ciertos circuitos del cerebro. Estos circuitos los podemos encontrar alojados físicamente en el cerebro límbico y el tronco del encéfalo. Al ser esto así, seguramente cuando reímos por una secuencia humorística, queda un reflujo de energía que permanece como un remanso emocional de felicidad en nuestra cabeza: cuando una idea va unida al humor, queda más tiempo e
Una de las actitudes positivas más fáciles de identificar, es aquella que se manifiesta con el sentimiento de la felicidad y se exterioriza con la imagen de la risa: el humor. Se trata de “una actitud frente a la vida” –afirmaba R. Gómez de la Serna–, en el ensayo titulado “Humorismo”: “frente al humorismo está el amarguismo”.
Hablar del humor unido al ámbito educativo no es habitual. Estudiosos de este tema advierten que, aunque el humor ha ganado prestigio en otros ámbitos culturales, continúa al margen de las aulas.
Cerciorarnos de esta situación ha llevado a que se pongan de manifiesto, por primera vez en educación, temas no considerados en tiempos anteriores relevantes como la que podemos denominar Pedagogía del Humor. Tradicionalmente, la enseñanza ha sido catalogada como “cosa seria” y asumo que este matrimonio está sujeto a crítica dada la complejidad de desligar aspectos culturales y científicos. En cualquier caso, son muchos los apoyos que provienen de estudiosos del tema, todos ellos muy serios, rigurosos y disciplinados.
Ron Burguess en “Escuelas que ríen” considera fundamental para los docentes comprender que la risa puede ser un elemento esencial para el aprendizaje, pues crea un ambiente propicio para la enseñanza, y nos reta a combinar la risa y aprendizaje en la enseñanza ofreciendo “149 propuestas para incluir el humor en las clases”.
La capacidad de pensar tiene más de una dimensión y el profesor Berger (autor de una obra de referencia en este ámbito: La risa redentora, Barcelona: Kairós.) afirma que “la experiencia cómica tiene una función cognoscitiva o intelectual de gran importancia”. Su utilización en el aprendizaje, favorece el desarrollo de la creatividad al hacer que los alumnos, sean capaces de dirigir la mirada más allá de lo evidente, – prosigue Berger – proporcionando la posibilidad de percibir ideas desde dos marcos de referencia internamente coherentes, pero habitualmente incompatibles. El humor se convierte también en una herramienta de primer orden para el desarrollo del pensamiento reflexivo.
También filósofos tan serios como Nietzsche reconocen la risa como “aquello que permite al pensamiento serio desprenderse de sus límites y alcanzar lo “impensable”, lo que no puede ser pensado”. Es decir, la risa es un factor de creatividad y una fuente inagotable de ver la realidad desde diferentes perspectivas.
Begoña García, doctora en Psicología por la Universidad de Valladolid y experta en este tema, asegura en sus investigaciones que impartir una clase con sentido del humor tiene un gran impacto en la enseñanza que se desarrolla en el aula.
Tal como podíamos sospechar, en relación a la competencia comunicativa, Isabel Iglesias nos corrobora en su experiencia narrada en el portal del Centro Virtual Cervantes, que las posibilidades de explotación de los materiales humorísticos son múltiples porque: (1) implican trabajar tanto los efectos expresivos como los aspectos estéticos de la lengua, (2) son muy eficaces para desarrollar las cuatro destrezas básicas (expresión oral, expresión escrita, comprensión lectora y comprensión auditiva) y (3) son un recurso excepcional para explorar las distintas áreas de habilidad que articulan la competencia comunicativa.
¿Por qué no hay payasos en todas las escuelas?
Recuerdo la idea tan genial que escuché a José Antonio Fraga (@o_fraga en la red twitter) cuando le conocí en NOVADORS14 donde narró cómo cada mañana, uno de sus alumnos iniciaba las clases compartiendo “importantes mensajes” con contenido humorístico. Un extraordinario proyecto que denominó Educación se escribe con h de humor.
Todo es sencillo cuando los docentes pensamos la escuela para ser felices y hacer felices a nuestros alumnos.
¿Cuánto vale para un chico la sonrisa de un maestro, de una profesora… de alguien en quien confías?
¿Cómo se sentirían nuestro alumnado y cómo nos sentiríamos los docentes si cada mañana llegáramos a la escuela con ganas de empezar a ilusionar, de emocionar… con ganas de reír, de dar la posibilidad de reír y de provocar la sonrisa?
Tengo la suerte de tener como compañeros de trabajo y compartir espacios de humor casi a diario al grupo PupaClown, Payasos de hospital. Como docente observo (e intento aprender con ellos) cómo utilizar el humor para convertirlo en pieza clave de los procesos, no sólo terapéuticos, sino también de aprendizaje. Es sorprendente sentir cómo los alumnos de las aulas hospitalarias inician cada mañana con una sonrisa, y es esclarecedor ver cómo el humor abre, con su mediación, una autovía emocional facilitadora de aprendizajes. Consiguen (aunque sea a costa de “tomarle el pelo” al maestro que adopta el papel de “payaso listo”) abrir el escondido mundo emocional de niños y adolescentes y, a través del ardid del humor, eliminar la negatividad del contexto hospitalario y educativo, dejándolos entregados al aprendizaje. “¿Por qué no hay payasos en todas las escuelas?” preguntan mis alumnos cuando la familia Pupa abandona el aula. Y yo me pregunto: “¿Por qué no se aprenderán competencias de comunicador y estrategias clown en la formación de maestros?”
Las aportaciones del humor a la escuela
Me gustó leer cómo el psicólogo Jesús Garanto, partiendo de sus investigaciones, estructuró los beneficios del humor en el aula en tres vertientes; con respecto a los profesores, con respecto al alumnado y con respecto al proceso de enseñanza y aprendizaje. Proporcionándome otra gran certeza que sospechaba, en educación la energía emocional que proporciona el humor en el aula tiene importancia no sólo para el que aprende, sino también para el que enseña.
En todos estos años vengo constatando cómo mi alumnado, con la comprensión del absurdo, adquieren conocimiento útil y racional sobre historia, sobre la comprensión de un cuento, sobre nociones de alimentación sana, de ecología y protección de la naturaleza (por poner unos ejemplos). Además, a través del humor los alumnos aprenden a ser felices y adquieren una competencia que no aparece, ni acotada como contenido en ningún libro de texto, ni regulada como estándar de aprendizaje, en ningún currículo escolar.
Integrado en el aprendizaje , el humor es un vehículo extraordinario que acerca al alumnado a los objetos de aprendizaje que se ponen en juego y se convierte para los docentes en un recurso metodológico de primer orden al erigirse como estrategia de aprendizaje transversal (afecta a todas las disciplinas), global (se integra en la totalidad del ser) e inclusiva (afecta a todos por igual y de la misma manera):
Razones para llevar el humor a la escuela(1)
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El humor es cercano.
A los niños y jóvenes les resulta cotidiano, amable y atractivo. Favorece la espontaneidad y el alumnado lo utiliza a la mínima oportunidad que se le ofrece.
El humor es útil a nivel social y personal
Favoreciendo tanto el desarrollo escolar de la inteligencia social y las relaciones sociales, como la mejora de la salud emocional y la inteligencia propioceptiva, reduciendo las defensas y los miedos.
El humor propicia personas creativas.
Eliminando las respuestas obvias, el desarrollo de habilidades humorísticas mejora la creatividad de los individuos, y genera un estilo propio y peculiar que se puede transferir a otros ámbitos personales, académicos o laborales.
El humor enriquece el pensamiento.
Desarrolla el pensamiento lateral al acometer situaciones imprevisibles, potenciando formas de pensar en multidireccionales.
El humor favorece la resolución de problemas, retos y proyectos
Porque permite invertir el orden lógico de las cosas para entenderlas desde otro punto de vista. Al mismo tiempo ayuda a asumir riesgos y aceptar los errores.
El humor es una herramienta lingüística expresiva y comprensiva de primer orden
Pues invita a experimentar activa y creativamente con la palabra ya que se trata esencialmente de un juego verbal y de manipulación del lenguaje.
El humor facilita la comunicación
Abriendo canales habitualmente cerrados en las aulas. También porque utiliza un lenguaje directo basado en un espíritu de naturalidad y posibilita al alumnado a expresar sus ideas personales sin cortapisas y a que los aprendizajes sean significativos y eficaces.
El humor proporciona espacios positivos y constructivos.
La risa y la sonrisa generan un clima psicológico positivo que favorece el aprendizaje y la creatividad, aminora los problemas de disciplina, desdramatizando conflictos y evita conductas agresivas y hostiles.
El humor conecta docente y alumnado.
Cuando los alumnos perciben humor en el docente, sienten su empatía y su afecto, promoviendo su comprensión mutua y manteniendo unas relaciones armoniosas y de confianza en un clima de cooperación.
El humor genera estilos de ayuda y cooperación en el aula
Difíciles de conseguir con otros recursos docentes: aumenta la cohesión y el sentido de pertenencia al grupo; desarrolla la interacción y la motivación como motor del interés por aprender.
Estas 10 razones se resumen en 2:
I
El humor potencia la necesidad de aprender
II
Facilita los procesos de enseñanza y aprendizaje
Desde luego, la primera acción pasa por Encontrar motivos serios para reírse. Se trata de asumir que una educación integral ha de tener en cuenta que el sentido del humor, la capacidad de reír como mecanismo para afrontar la vida, forma parte de los básicos de aprendizaje de las personas y que la seriedad y el trabajo bien hecho son compatibles con el humor y la sonrisa. Esto pasa inevitablemente y como propone José María Toro2 por dar espacio en las aulas para el humor, crear espacios tiempo para que el alumnado pueda reír y compartir su sonrisa, felicidad y alegría con el resto de compañeros.
El humor se puede aprender
Actividades y técnicas
Para finalizar, comparto algunos ejemplos de actividades, proyectos y técnicas que se realizan ya en aulas y propuestas para realizar, que considero interesantes como modelos. Estos ejemplos se pueden adaptar a cada contexto y a las necesidades y características de las diferentes comunidades educativas.
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Crear un día al mes del humor. Se trata de desarrollar actividades y pasarlo bien aprendiendo currículo. “Les damos oportunidades para que puedan actuar como lo que son, niños y adolescentes. Hay días en que les dejamos venir al colegio en pijama o con un peinado divertido y alocado “ Pearl Arredondo, fundadora del San Fernando Institute For Applied Media
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Cada mañana compartimos “mensajes importantes”. Iniciar cada mañana compartiendo mensajes, a modo de asamblea, con contenido humorístico. “¿Os imagináis un lugar en el mundo donde no se pueda reír? ¿no?… pues, si seguimos así, ese lugar existirá, y será nuestras aulas.” José Antonio Fraga, maestro y creador del proyecto Educación se escribe con h de humor.
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El club de la comedia. “Todos los jueves a las 10:00 h. tenemos la hora de la comedia en el aula”. Marina Tristán, maestra de educación primaria. Sin tizas y a lo loco.
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Relatos sobre el humor. Certamen Internacional de relatos cuyo tema deben versar sobre el humor. “Gracias al humor se puede ver la vida con otros colores y podemos sonreír o reírnos a carcajadas aunque nos duela algo o tengamos preocupaciones”. Equipo de Atención Educativa Hospitalaria y Domiciliaria.
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El rincón del humor: Este rincón puede ser físico o virtual. En él se exponen fotos, dibujos, tiras cómicas, realizados por el alumnado, o encontradas en la red o en prensa, que se comparten para que toda el aula los disfrute. Cada día se le puede dedicar unos minutos al comienzo de las clases para comentarlas, leerlas y aportar motivos de su elección, entre los que “podrán” existir motivos referidos al currículo que se desarrolle en ese momento.
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El diccionario del humor. Una iniciativa en la que se puedan escribir y proponer redefiniciones de vocablos, palabras recreadas, inventadas… y expresiones que lleven mensajes humorísticos y positivos.
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La videoteca del humor. Se trata de una actividad de participación de las familias y otros adultos. Por medio de vídeos breves, se pueden aportar historias propias, relatos jocosos, textos orales humorísticos, chistes… que conformen una enorme “videoteca del humor” compartida en la web del centro o aula. De ella se podrán extraer tanto aprendizajes curriculares, reconocimiento de valores, y desarrollo de emociones como análisis textuales relacionados con las competencias de expresión y comprensión oral y/o escrita.
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El humor como actividad extraescolar. Cada vez son más los centros educativos que proponen Talleres clown, risoterapia, talleres de realización de cómic… como complemento ideal de la actividad docente.
Algunas notas, a modo de epílogo
Escrito todo lo anterior, es evidente que la meta del docente que usa el humor como un recurso didáctico no es la de convertirse en comediante, sino la de mediar pedagógicamente a través del humor.
Se trata fundamentalmente de, como docentes, ser capaces de integrar el humor a la metodología de uso en el aula, de forma sistemática y natural, de tal manera que ayude a nuestro alumnado, por un lado, a desarrollar una visión positiva de enfocar la vida y por otro, a mejorar su capacidad intelectual: Aprender felices y enseñar con alegría.
El éxito de enseñar con humor, dependerá de acertar tanto al elegir y planificar el tipo de humor más apropiado al contexto; al ponerlo como punto de relieve en el proceso de enseñanza y aprendizaje; al situarlo como elemento que despierte la curiosidad, la motivación y las emociones…como también elegir y planificar su desarrollo bajo las circunstancias apropiadas y en el momento oportuno: una enseñanza basada en el humor que equilibre objeto y procedimiento.
Re(IN)novar para transformar la educación se trata tanto de renovar echando mano de todo la ciencia pedagógica acumulada durante siglos, como de innovar, aportando a la educación toda la tecnología y la investigación actualizada que busca la mejora de los procesos de aprender.
¡Ni en serio, ni en serie!
No te tomes a guasa la educación con humor,
que el humor para educar es una cosa muy seria.
¿TE INTERESA EL TEMA? Para empezar, aquí tienes una lista de libros relacionados con el humor y la educación:
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GARCÍA LARRAURI, B. (dir) (2010). Claves para aprender en un ambiente positivo y divertido. Tod rueda mejor si se engrasa con humor. Madrid: Ediciones Pirámide.
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SOLÍS, J. Y CERRADA, J. (2010). El valor pedagógico del humor en la educación social. Bilbao: Desclée De Brouwer.
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FRANCIA, A. y FERNÁNDEZ, J.D. (2009). Educar con Humor. Málaga: Ediciones Aljibe.
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GARCÍA, J. y VÍO, K. G. (2005). El humor en el aula (y fuera de ella). Madrid: Publicaciones ICCE
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TORO, J.M. (2005). Educar con “co-razón”. Bilbao: Editorial Desclée.
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BURGUESS, R. (2003). Escuelas que ríen: 149 3/4 propuestas para incluir el humor en las clases. México: Editorial Pax.
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BERGER, P. L. (1999). Risa redentora. Editorial Kairós.
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GARANTO J. (1983). Psicología del humor. Barcelona: Herder.
DOCUMENTOS CONSULTADOS
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GARCÍA SURRALLÉS, C. (1992). El chiste como recurso en la didáctica de la primera lengua, El Guiniguada, Actas del II Congreso Internacional de la Sociedad de Didáctica de la lengua y la literatura, Volumen I, Número 3, pp. 57-63.
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GONZÁLEZ YNFANTE, F.A. (2009). Escuelas con humor, Revista Iberoamericana de Educación, Número 50, pp. 1-6.
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GUITART, M. (2008) Permitido reír… estamos en clase. Congreso de la Sociedad Internacional para los Estudios de Humor (ISHS).
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PERANDONES, T. Mª; LLEDÓ, A.; HERRERA, L. (2013). “¡Sonría, Maestro! Aprendizaje sentido. Con humor la letra entra mejor”. Dedica. Revista de Educação e Humanidades
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MORANT, R. (2006). “¿Con humor se explica y se aprende una lengua mejor?”, Pragmalingüística, Número 14.
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IGLESIAS, I. (2000). “Sobre la anatomía de lo cómico: recursos lingüísticos y extralingüísticos del humor verbal” ASELE, actas xi (2000)
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CORONADO, J.L. (2012). “El humor como estrategia educativa”. INED21 Medio digital de educación y aprendizaje en español.
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RIVERO, J.L. (2011). Uso del humor en la enseñanza: una visión del profesorado de ele. Memoria de máster.
WEB SITES CONSULTADAS
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DEBATE PARA TODOS LA 2. Humor y educación.
RECOMENDACIONES DE DOCUMENTOS Y SITIOS WEB CON INFORMACIÓN SOBRE EL TEMA "HUMOR Y EDUCACIÓN".
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Enrique Sánchez Ludeña http://www.otraspoliticas.com/educacion/educar-en-el-humor
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Agustín Ciudad González: El humor, un valor ignorado. Cuadernos de Pedagogía. nº314,juniode2002,pp.95-98 http://www.academia.edu/2345222/El_humor_un_valor_ignorado
1Adaptado de:
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11 razones por las que utilizar el humor en la educación de Álvaro Terrón en el Blog EDUCATERRÓN
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Cincuenta motivos para emplear el sentido del humor en los grupos . de J. Fernández incluido en el capítulo “El sentido del humor como recurso pedagógico: hacia una didáctica de las didácticas” que pertenece al libro de referencia: IDÍGORAS, A. (Ed.) (2003) El valor terapéutico del humor, Bilbao: Serendipity DDB.
2 José María es maestro de enseñanza primaria, especialista en creatividad y autor de “Educar con Co-Razón”.
Publicado originalmente el jueves, 15 de octubre de 2015 en: https://www.jblasgarcia.com/2015/10/humor-y-educacion-unidos-por-la-risa.html