La gentrificación sucede cuando un proceso de renovación y reconstrucción urbana se acompaña de un flujo de personas de clase media o alta que suele desplazar a los habitantes más pobres de las áreas de intervención.
Hoy en día muchos centros urbanos están presenciando un retorno de los suburbios a la ciudad debido a varios factores, entre los que se encuentran el descontento con la vida alejada y un decreciente interés de pasar una buena parte del día trasladándose de casa al trabajo y del trabajo a casa. Igualmente, el deseo por vivir una vida más amigable con el medio ambiente o el creciente gusto por disfrutar las oportunidades culturales y educativas y la variedad de elecciones y oportunidades que la ciudad puede ofrecer.
Sin embargo, muchos han señalado que este movimiento de regreso a la ciudad ha sido acompañado por el bien conocido fenómeno de la gentrificación, que lleva a la expulsión de los sobrevivientes urbanos, descendientes de los residentes que originalmente se quedaron atrás en la carrera de las familias más acomodadas hacia los suburbios y que habían logrado permanecer aprovechando el bajo costo de la vivienda y las oportunidades generadoras de ingresos típicas de los vecindarios densamente construidos: puestos de periódicos, tiendas de conveniencia, pequeñas librerías, pequeños cafés y restaurantes, tiendas especializadas, talleres de reparaciones, pequeñas tiendas de descuento, etc.; es decir, las mismas características pintorescas que contribuyen a hacer atractivas a las ciudades y que, por cierto, hacen que las calles sean elementos urbanos disfrutables.
Pero cuando los vecindarios urbanos que se regeneran proporcionan una vida urbana y espacios públicos de buena calidad para quienes pueden darse el lujo de vivir en ellos, ¿qué sucede con sus primeros habitantes? No es aventurado suponer que muchos de ellos se vean obligados a retirarse de sus vecindarios, convirtiéndose en los nuevos viajeros cotidianos que viven lejos de sus fuentes de trabajo.
La gentrificación se ha convertido en un concepto polémico en el ámbito de los estudios urbanos, pero a pesar de sus consecuencias negativas para la población desplazada, es difícil negar que la gentrificación, también genera recursos y crea demandas por nuevos servicios en una ciudad consolidada.
¿Pueden las ventajas económicas de la gentrificación utilizarse en beneficio del resto de la ciudad? Posiblemente, siempre y cuando sea a través de programas cuidadosamente estructurados.
• Una manera de hacerlo es adoptar políticas económicas redistributivas en donde los recursos generados por la gentrificación puedan emplearse para impulsar la regeneración de otros sitios de ubicación menos central que han dejado de ser utilizados para su propósito original pero pueden volver a desarrollarse y beneficiar también a los ingresos municipales, parte de los cuales pueden usarse a su vez para mejorar la oferta, cantidad y distribución del espacio público y vivienda en otras áreas y vecindarios.
• Otra solución es retener a la población existente y su tejido social mediante el mejoramiento de su vivienda, y con programas sociales cuidadosamente estructurados para actividades tradicionales generadoras de ingresos que mantengan bajo control y canalicen adecuadamente esfuerzos conscientes de planeación. Este enfoque puede reducir la presión especulativa del desarrollo descontrolado, las cuales eventualmente son las causantes de la expulsión abriendo el camino para una sustitución total del tejido urbano tradicional.
• Asimismo es posible fomentar la pequeña empresa a través de microcréditos, proporcionar nuevos servicios comunitarios, restaurar viviendas deterioradas y mejorar los espacios públicos existentes mediante intervenciones físicas y una mayor interacción social y vida en las calles.
Estos enfoques, junto con la participación directa de la comunidad, han demostrado en algunos casos tener éxito en distintas ciudades para disminuir las presiones de la gentrificación, aunque no olvidemos que los intereses principalmente económicos por consumir los centros urbanos han desplazado a muchas familias que han visto afectada significativamente su calidad de vida al verse obligadas a reubicarse, en muchos casos en las periferias. Es un problema de exclusión, mala planeación, gobernanza y desigualdad que afecta a nuestras ciudades y a su población, especialmente a la más vulnerable.
https://onuhabitat.org.mx/index.php/el-fenomeno-de-la-gentrificacion