En los dos últimos meses, la opinión pública se ha volcado alrededor de la acusación de plagio hecha a la ministra de la Suprema Corte de Justicia, Yazmín Esquivel. La abogada copió el trabajo de otro alumno para titularse. De acuerdo con el diccionario de la Real Academia de la Lengua, el plagio consiste en “copiar en lo substancial obras ajenas dándolas como propias”, es decir, presentar trabajos e ideas ajenas como si fueran propias, robando así el esfuerzo de otras personas. Además, niega cualquier beneficio, ya sea en términos de prestigio o ganancia monetaria. Las prácticas de plagio en el ámbito académico son diversas, y van desde tomar un párrafo de un texto en alguna fuente física o digital, sin dar crédito al autor, hasta copiar una obra en su totalidad, lo que puede ocurrir tanto en trabajos para acreditar una materia como aquellos para obtener el título universitario. Que es el caso de la tesis, con la que el sustentante trata de demostrar que tiene las habilidades técnicas requeridas por su carrera, así como evidenciar que actúa de acuerdo a un comportamiento ético ajustado a los principios que la sociedad le asigna a un profesionista.

La importancia de sancionar el plagio

El plagio no es una cuestión desdeñable, al contrario, reviste de gran importancia. Aunque el presidente y miembros de su partido traten de minimizar la falta de ética mostrada por la ministra Yazmín Esquivel. El plagio es importante porque, en primer lugar, es una falta de ética que le quita credibilidad a quien incurre en él. Además implica un retroceso en el desarrollo de la ciencia, al no tratarse de una contribución original. Como las tesis son parte del proceso de aprendizaje del estudiante, al copiar éste otro trabajo, no solo no completa su aprendizaje, sino que también evita pensar por el mismo. Otra consecuencia grave del plagio, son las demandas legales, ya que puede infringir el Código Penal en lo que respecta al robo de propiedad intelectual.

El trabajo honesto y original, en el ámbito universitario, es una condición necesaria que el trabajo de un egresado pues, además de beneficiarse él en lo particular, también busca beneficiar a la sociedad, lo que exige un respeto total a los derechos de los demás, es decir un comportamiento ético apegado a las normas sociales y jurídicas asociadas a su profesión. El exigir al estudiante aprobar las distintas asignaturas de una carrera con trabajos originales, resultado de su talento y esfuerzo, contribuye a la interiorización de normas éticas que seguirá desempeñando en el futuro. Es muy importante que los estudiantes presenten trabajos originales y que reciban las sanciones pertinentes en caso de incurrir en plagios, de lo contrario, tendremos egresados que simularán tener las habilidades y principios éticos que su disciplina demanda; como médicos, que sin el conocimiento suficiente para diagnosticar, prescribir e intervenir, ante los males que aquejan a un paciente, y del mismo modo, no podemos esperar en que respetará la vida de sus pacientes. Esto ocurre en cada una de las disciplinas que ofrecen las instituciones educativas, y de no aplicarse las debidas sanciones, se estaría difundiendo un mensaje de impunidad: “todo se puede hacer sin que tenga consecuencias”.

Importancia del plagio en la academia

A pesar de que hay un gran esfuerzo en las universidades por sancionar el plagio, en la práctica, no se hace con el debido rigor académico. La investigadora Mónica Islas (2016), al realizar un estudio entre miembros del Sistema Nacional de Investigadores en siete áreas disciplinarias del CONACYT; concluyó, entre otras cosas, que la mayoría de los investigadores afirmaron haber hallado evidencia de plagio cuando ejercían de editores en revistas especializadas, no obstante, no se ahondó en el grado de plagio, no se le dio importancia y las medidas tomadas fueron mínimas, como por ejemplo; recomendar no publicar el trabajo. Y a pesar de que todos los entrevistados coincidieron en que el plagio es una práctica reprobable, los entrevistados expresaron no haber hecho gran cosa para denunciarlo, y darle seguimiento al caso.

Incidencia de plagio entre universitarios

Las prácticas de plagio son comunes entre los estudiantes, así lo indica un sondeo realizado entre 100 estudiantes universitarios, de instituciones públicas y privadas. Un 60% de los estudiantes sondeados reconocen que, siempre o frecuentemente, los alumnos presentan trabajos con párrafos enteros tomados de internet sin dar créditos; un 45%, siempre o frecuentemente, trabajos realizados por otras personas como si fueran propios; un 35%, siempre o frecuentemente, trabajos totalmente copiados de internet sin citar fuentes; 31.6%, un mismo trabajo para dos ó más materias; y 15.8%, trabajos bajados de sitios de internet como BuenasTareas.com.

Ahora bien, el plagio y lo que implica son asuntos conocidos por nuestros estudiantes, ya que siete de cada diez, reconocen haber tomado algún curso donde se les explica en qué consiste el plagio, cómo evitarlo y las sanciones que se aplican cuando incurren en dicha práctica.

A la pregunta de cuál es la sanción esperada para un caso de plagio de tesis para titulación, como el caso de la ministra Yazmín Esquivel; 50% respondió negarle el derecho de presentar la tesis, así como al título, mientras que un 40% considera que deberían reprobarla pero permitirle volver a presentar una nueva tesis; y un 10% se manifestó por sanciones penales.

No es menor el asunto del plagio de la ministra Yazmín Esquivel, en un país como el nuestro, donde como vimos, no hay una normativa fuerte en cuanto al plagio, el permitir que la ministra siga ejerciendo sin ninguna sanción ejemplar, como retirarle el título y exigir su renuncia, transmite el mensaje que en nuestro país se puede hacer lo que quiera, sin ninguna consecuencia. Que cualquiera puede pasar por la universidad simulando y cometiendo fraude y salirse con la suya. Que no importa el trabajo genuino y original, pues al final de cuentas, si te llevas con una autoridad suficientemente poderosa, no pasará nada.

No obstante, hay que hacer la observación de que la realidad en otros países es muy distinta. Como fue el caso del presidente de Hungría, Pal Schmitt, quien al ser acusado de haber incurrido en plagio en su tesis de doctorado, la Universidad de Semmelweis le retiró el título. Schmitt tuvo que renunciar a la presidencia después.

En caso de no sancionarse el plagio de Yazmín Esquivel estaremos diciendo a nuestros jóvenes “mejor no estudien, y consigan una relación política y fortalézcanla a través del tiempo, con lealtad y amistad, que eso les permitirá crecer en nuestro país”.

Referencias

Islas, M. (2016) El plagio académico en la investigación científica. Consideraciones desde la óptica del investigador de alto nivel. Perfiles Educativos, vol. 38, no. 153, Julio/Septiembre.