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Martes, Julio 02, 2024

Maestros que con su ejemplo de vida van pintando con tinta indeleble en cada uno de sus alumnos, consejos, enseñanzas, alguno que otro regañito; ciertamente todos recordamos a nuestros maestros. Maestros comprometidos que aman su profesión que su razón de ser son sus alumnos con quienes  comparten los conocimientos adquiridos, los valores que viven día a día, son ejemplo a seguir, guía en el camino,  que nos ayudan a ver lo mejor de nosotros mismos, que muchas veces son nuestros espejos donde podemos reflejar el gran talento, la gran persona que somos y que muchas veces a través de ellos nos reencontramos, reconocemos y a través de cada una de sus enseñanzas nos vamos convirtiendo en nuestra mejor versión para nosotros mismos, nuestras familias y sobre todo para construir una mejor sociedad.

 

      Alguna vez te has preguntado ¿cómo es la vida profesional del personal docente? ¿y qué tanto sabes de tus maestros? ¿te gustaría conocer un poco de la vida de un gran maestro?

 

      Me es grato invitarles a conocer un poco de la experiencia profesional del profesor Eusebio Martínez Chavarría, originario de la ciudad de Cocula, Jalisco.

 

      El próximo 2 de septiembre cumple ya 52 años de vida profesional, gran maestro a quien quiero y estimo mucho y no sólo yo, sino que una gran cantidad de alumnos, que han sido formados a lo largo de su vida profesional, es grato caminar por la calle junto a él y siempre encontrar a sus exalumnos, o alumnos actuales que le gritan con tanto entusiasmo Profe Chevo (como es conocido en su tierra natal) que dentro de su vida profesional por lo menos 52 generaciones en diversos lugares de la república mexicana han recibido su gran enseñanza, han aprendido de él, iniciando en recorrido.

 

 

 52 años y parece que fue ayer

            “La vida se va como agua entre las manos, cuando menos te acuerdas ves las manos vacías. El tiempo sigue su marcha y jamás vuelve, lo que pasó ya quedó atrás y no hay que volver la vista atrás. En esta ocasión vale la pena vivir de nuevo lo bonito que alegró el corazón y lo no tan agradable que fortaleció nuestro ser.

Gracias a la vida por darme tanto y a veces no me doy tiempo para mí, siempre de prisa y dejando que la vida pase, envejeciendo con lo que me rodea. Jamás me regalo un día o un detalle para mí, a pesar de todo me encuentro de vez en cuando con mi yo.´

“Hasta que llego a este día, me doy cuenta que cada vez voy envejeciendo, pero con gusto. Envejecer en el trabajo es alegría y dar es un gusto incomparable. En este medio siglo de caminar por la senda de enseñar y aprender es gratificante llegar y hacer el recuento de obras que quedaron atrás, aunque dicen que no hay que mirar atrás porque ya todo pasó. Es bonito volver al pasado y recrearse en las obras buenas que quedaron como huella del quehacer cotidiano.”

(Profr. Eusebio Martínez)

 

 

Comenzando la aventura

            “Cocula fue mi pueblo natal. Mi padre fue un hombre de trabajo, labrando la tierra para mantener a 16 hijos que conformaban la familia de doña Agapita y don Ramón. Matrimonio fiel hasta la muerte y con la responsabilidad de darles estudio a todos. Fui el tercer hijo de aquella numerosa familia. Los hermanos mayores ayudamos en las labores del campo, sembrando vida en la madre tierra para cosechar alimento cotidiano.´

“En ocasiones el ejemplo de alguien deja una huella que permanece y marca el camino por donde transitaremos. Mi aventura da principio desde que estuve en primaria. Ver y observar aquellos maestros que con tanta dedicación  y cariño entregaban su vida. Hombres de gran talento y que con amor abrazaron el carisma de San Marcelino Champagnat. Maristas inteligentes y con gran vocación para enseñar.´

“El Colegio Hidalgo de Cocula fue en donde cursé los primeros años para aprender a leer y escribir, infancia feliz repleta de juegos, trabajos, travesuras, risas en recreos y castigos por no hacer las cosas o llegar tarde. Y se fue la niñez en un tris. Secundaria en Loma Bonita con los Hermanos Maristas. Formadores exigentes, para moldear el carácter, siempre teniendo en mente educar para la vida. Gracias a tan grandes hombres que entregaron sus saberes para ser útiles a la comunidad.

Vino la Normal Básica, cursando en Guadalajara materias para aprender a ser un profesor en las escuelas primarias. Una vocación para dar lo mejor de cada uno y recibir las enseñanzas de los pequeños que para mí fueron grandes maestros, aprendí a ser más humano, más maestro y más amigo de los pequeños.”

(Profr. Eusebio Martínez)

 

A ganar el pan

“Fue un dos de septiembre de 1969 cuando empecé a dar pininos en la labor docente, me enfrenté a 38 alumnos de segundo de primaria en una ciudad y puerto, por cierto, hacía un calor como el del purgatorio. Llegué a una tierra desconocida del noroeste del país con sus bellos cerros y un mar regalo de la divinidad. Playas inmensas y con aguas azules hasta perderse en el horizonte, con hermosos amaneceres y atardeceres. Gente franca y generosa. Esta ciudad es Guaymas, Sonora; puerto de gran importancia y de abundante pesca. Ahí estuve 14 años, como docente en primaria y secundaria y dos años como director.

“Colegio Navarrete, una institución que ha educado a miles de niños, niñas, jóvenes y señoritas. Gratos recuerdos académicos, deportivos y de obras sociales que tengo grabadas en mi mente y en mi corazón. Playa, arena, mariscos, hombres agricultores, pescadores y empresarios. 14 años bien vividos y trabajados.

Dos años más en mi carrera docente vividos en Nuevo Laredo, Tamaulipas. El noreste también fue una experiencia en el Colegio México de esa ciudad.   

Culiacán me esperaba en el año de 1985, ahí fundamos el Instituto Senda del Río, un colegio con preescolar, primaria y secundaria. Funciones que desempeñé: 11 años como director, 2 años en el área de formación humana y valores. Un colegio mixto y que ofrece como segundo idioma el inglés (hablan, escriben y piensan en inglés.) fui el director fundador. Hoy el Senda tiene maternal y bachillerato y ha crecido de manera acelerada y es que su nivel académico es de excelencia y con proyección hacia el futuro, posee muy buenas instalaciones deportivas y excelente plantilla de maestros y maestras.

Después de estar 13 años en el Senda opté por buscar nuevos horizontes y se me invitó para fundar la Universidad Católica de Culiacán en 1998, quien encabezaba el proyecto fue el Señor Obispo Benjamín Jiménez y el patronato. Sólo estuve 3 años en esta gran institución que ha crecido exitosamente. (16 años en Culiacán).

Cocula, Jalisco; es mi tierra natal y dicen que la tierra llama. Decido regresar en 2001 para integrarme como Coordinador Académico al bachillerato tecnológico del CECYTEJ (Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Jalisco) de Cocula, Jalisco. Primero como Coordinador y luego como subdirector, hasta  hoy sigo desempeñando esta función y como responsable del Aula Externa de Ayotitlán, Jalisco. (18 años en el CECYTEJ).

“Estuve, además, 2 años en el nivel superior del Tecnológico de Cocula en la carrera de Gestión Empresarial e Innovación. Puedo hacer mención de que también impartí clases de verano en la Normal Superior Nueva Galicia de Guadalajara, Jalisco.”

(Profr. Eusebio Martínez)

 

El tiempo pasa

“El tiempo es implacable, pasa y no vuelve y ¿qué pasó con mi vida? Jamás tuve un momento para mí y se fue como agua de río que pasa y no vuelve y ¿qué fue de mi vida y mi trabajo? ¿y los amigos? ¿y los alumnos? ¿y los compañeros de ruta? Son preguntas que jamás me había hecho.

“He dejado que la vida pase y jamás pensar que corría por la prisa de los demás y por el trabajo, quizá no tuve tiempo para mí, por entregar todo para cumplir con la norma y la entrega de papeles para que conste que cumplí. Descansos denegados, no escuchaba los gracias o qué bien trabaja. Siempre los demás por delante y yo atrás. La mirada retrospectiva me ayuda para pensar que por lo menos ahora yo también tengo importancia.

“Tuve risas, logros, triunfos y no los saboreé para deleitarme y siempre los demás delante. Hoy, a disfrutar lo vivido y tomarme en cuenta que soy una persona que debo de vivir con gozos y tristezas. Eliminaré el no tengo tiempo para mí, soy y tengo derecho a disfrutar  lo vivido.

“Ser docente es algo apasionante, hermoso y de gran utilidad. Si volviera a nacer volvería a elegir la vocación magisterial. Gracias alumnos, agradecido con mis compañeros de trabajo, gracias a Dios, a los padres de familia y demás personas que reconocieron el quehacer docente. Gracias a la vida.

“Aunque los años pasen seguiré por el camino de enseñar y aprender. Es un gusto, después de 52 años de estar en las aulas, saber que se ha cumplido y poder seguir vivo para estar en la escuela.´

“La satisfacción más grande es llegar con vida a cumplir estos años de trabajo, de formar alumnos  con conocimientos para su vida, haber cumplido casi todos los días sin faltar y sobre todo disfrutar de esta bella vocación.´

“Gracias a Dios, a la vida, a mi familia y quienes han sido compañeros de ruta.”

(Profr. Eusebio Martínez)

 

Recreando lo vivido    

            “A lo largo de 52 años hubo momentos de satisfacción y de tristeza, trataré de traer a la mente lo bonito y lo no tan bonito. Voy primero por lo que es un gran alimento para seguir en el apasionante trabajo docente. Seré breve y sin alusiones a las fechas porque la verdad no sé exactamente el tiempo en que ocurrieron las cosas.´

“Lo más satisfactorio fue el primer día de clase en Guaymas, Sonora. Aquel 2 de septiembre se quedó grabado en todo mi ser porque por primera vez me enfrentaría a 38 niños de 7 años, ver su cara sonriente, pantalones cortos y con los ojos bien abiertos para recibir en la fila la sorpresa del día ¿Quién sería su maestro? Y yo decía ¿Quiénes serán mis alumnos? Y ¡oh sorpresa! Observé 38 caritas inocentes, fue una experiencia agradable y más bonito fue la química que se dio entre maestro y alumnos. Estuvimos dos cursos escolares juntos.”

 

 

“Otras experiencias agradables fueron haber conseguido primeros lugares académicos en 6º. de primaria y en los diferentes grados de la secundaria. Ver la satisfacción de esos alumnos sobresalientes al recibir su reconocimiento. Gran noticia fue cuando egresó la primera generación del Senda y presentaron su examen de admisión y los resultados fueron sorprendentes puesto que nuestro colegio ocupó el primer lugar de todos los que presentaron examen para ingresar a la Preparatoria del Tecnológico de Monterrey en Culiacán. Nos felicitaron.”

“En el plano deportivo siempre nos tocó ocupar los primeros lugares en las diferentes disciplinas y en los diferentes planteles por los que he pasado. El triunfo siempre produce alegría, las derrotas nos enseñan mucho y también tuvimos descalabros al recibir en un principio unas golizas de 7, 8 ó más goles y ver el llanto en el rostro de los alumnos.”

 

 

“Fue un honor para mí recibir un reconocimiento cuando cumplió el Colegio, Instituto Senda, 10 años de fundación y recibir la ovación de padres de familia y todos de pie. En ese momento se borran los tragos amargos y se disfruta al máximo. También fue gratificante recibir la medalla Altamirano por 40 años de labor docente.

Ahora que miro hacia atrás, también ha sido gratificante haber dejado dos obras que inicié en Culiacán, Sinaloa: El Instituto Senda y la Universidad Católica de Culiacán. Además, me tocó colaborar, aunque sea poco, para la apertura del Tecnológico de Cocula, Jalisco.´

“Momentos difíciles por los que pasé: no poder admitir a todos los alumnos, esto por cuestión de cupo. Haber presenciado en el hospital a una niña de preescolar que perdió su dedito pulgar. Recibir una llamada de atención de un supervisor por no suspender labores en el plantel, era día de trabajo, pero por error o falta de información yo seguí con el horario ordinario.”

“Otros acontecimientos no agradables: la pérdida de mi hermano sacerdote, de mis padres y de otro hermano. En lo personal me diagnosticaron un tumor que me causaba dolores terribles en mi cuerpo. También me tocó vivir las pérdidas de alumnos y de compañeros maestros.´

 “Esto es un recuento rápido de lo vivido a lo largo de 52 años de estar en contacto con señoritas, jóvenes, niñas y niños. Estar en relación con padres de familia, con autoridades civiles y eclesiásticas. Una vida plena dedicada a la docencia, no hay mejor vocación, para mí que ser profesor y tener la satisfacción de ayudar al ser humano para que siga creciendo. Le doy gracias a Dios, a la vida, a mis compañeros de ruta y mis alumnos y exalumnos. Gracias a los directivos que confiaron en mi. Gracias a Gemma, mi esposa, a mis hijos: Juan Pablo y Gemmita por su apoyo.

Gracias a todos. Gracias Guaymas, Nuevo Laredo, Culiacán, Cocula y Ayotitlán. Espero haber hecho las cosas como Dios manda. Quiero dar las gracias a mis padres y sobre todo al Maestro de maestros: Jesús de Nazareth.”

(Profr. Eusebio Martínez)

 

 

Después de conocer un poco la vida profesional de un gran profesor, les invito a valorar a cada uno de sus docentes, recordemos que esta profesión es muy importante en la sociedad para mejorar nuestra comunidad y sobre todo a nuestro país, formando seres más humanos, más comprometidos, más responsables, más justos y equitativos que tengan la capacidad de resolver las diversas problemáticas que la vida les presenta, siempre en la búsqueda del bienestar común, del cuidado de su entorno.

 

Me permito a nombre de todos tus alumnos darte las gracias. Muchas gracias al maestro favorito Eusebio Martínez Chavarría, gracias a la vida por coincidir, gracias a ti por ser parte importante en la vida de muchos estudiantes, gracias por estar presente en los momentos difíciles, en las grandes satisfacciones por logros alcanzados de tus alumnos, gracias por escucharlos y siempre tener las palabras justas, las precisas a sus necesidades que ayudaron a encontrar la solución a sus problemas, gracias por preocuparte y ocuparte de cada uno de ellos,  en su nombre, te doy las gracias, gracias por ser un gran maestro. 

Sacapuntas

María Lucía Vidart-Delgado

El timbre de las 8

Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández

La Clase

Carlos Martínez García & A. Julia Santibáñez

Educación Ambiental

Usos múltiples

Orientación educativa

Decisiones

Deserciones

Mirador del Norte

G. Arturo Limón D

Maestros en la Historia

Eusebio Martínez Chavarría & Verónica Judith Gómez Barbosa

Tarea

Roberto de Jesús González Ugalde
Melody A. Guillén
“pálido.deluz”, año 10, número 132, "Número 132. Lecciones y reflexiones de los Informes Intergubernamentales sobre Cambio climático. (Septiembre, 2021)", es una publicación mensual digital editada por Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández,calle Nextitla 32, Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo, Ciudad de México, C.P. 11420, Tel. (55) 5341-1097, https://palido.deluz.com.mx/ Editor responsable Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández. ISSN 2594-0597. Responsables de la última actualización de éste número Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández, calle Nextitla 32, Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo, CDMX, C.P. 11420, fecha de la última modificación agosto 2020
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