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Jueves, Noviembre 21, 2024

Los estragos que la pandemia de COVID 19, ha causado en la educación aún no son medibles, lo cierto es que se vislumbra un panorama catastrófico. Algunas valoraciones indican que el rezago por el cierre de escuelas, para dar paso a una educación mediada por computadora o televisión, podría ser el equivalente a más de año y medio; otras afirmaciones sostienen que tardaremos una década en recuperar lo perdido. Este es un panorama al que denominaremos posapocalíptico[i]  y del que creemos firmemente que solo podremos salir con el compromiso de todos los implicados: docentes, alumnos, padres de familia y autoridades, auxiliados por las estrategias que la Animación SocioCultural de la Lengua (ASCL) puede aportar.

La pandemia no es quien ha provocado la catástrofe educativa que hoy vivimos, ésta solo ha mostrado las deficiencias que ya existían, pues como país no contábamos con la infraestructura necesaria para una educación virtual. Se denotó la falta de recursos como: capacitación a docentes y equipo tecnológico. Ni que decir de los alumnos, quienes en la mayoría de los casos solo contaban con un celular y una conexión a internet que solo daba acceso a datos limitados. Dado este panorama, podríamos considerar responsables a las autoridades, pues nunca planearon alternativas educativas viables en caso de alguna contingencia. Aunque como dice el refrán: “Los tontos hablan del pasado, los sabios del presente y los locos del futuro”, seamos pues los sabios y los locos que requiere nuestro país para salir del bache en el que nos encontramos. ¿Pero cómo lograrlo? Consideramos que ahora es cuando la ASCL debe cobrar la importancia que ha demostrado en condiciones previas en todos los niveles educativos. La UPN 095, ubicada en la Ciudad de México, cuenta con numerosos reportes que dan cuenta de la aplicación de diferentes técnicas y casos, todos ellos pueden ser consultados en su biblioteca.

¿Por qué consideramos a la ASCL como la brújula que nos indique el rumbo para superar la situación postapocalíptica de la educación? Simplemente, porque un grupo humano, para sobrevivir, necesita de las relaciones interpersonales y la cultura, aspectos que la ASCL desarrolla.  

Hemos apuntado en artículos anteriores que la ASCL es un proceso o intervención cuya finalidad es contribuir en el desarrollo del individuo tomando en cuenta su contexto. Para Úcar dicho proceso “pretende conseguir que sus miembros –individual y socialmente considerados- sean sujetos activos de su propia transformación y la de su entorno, con el fin de mejorar de forma sustantiva su calidad de vida”. En dicha transformación, se ven involucrados los intereses, sueños, tradiciones y expectativas de los individuos.

Pero ¿cómo abordar la ASCL en las escuelas? Creemos que lo primero en lo que se habrá de trabajar es en la situación emocional de los docentes y los alumnos que pronto o en algún momento regresarán a las aulas estresados y ávidos de socializar. Otro refrán señala: “Hay veces en que nada el pato y veces en que nada bebe”; es decir, habrá ocasiones en que todo salga bien y otras en las cuales todo parece estar en contra a nuestro propósito. Algunas herramientas que la ASCL promueve son:  la lectura, la autobiografía y el trabajo colaborativo.

  • La lectura. Es bien conocido qué por el acervo bibliográfico de una comunidad, se puede identificar su grado de desarrollo cultural y artístico. Pero no sólo es importante lo que se publica, sino que este material sea difundido y conocido por los individuos. Por ello la meta de toda sociedad apunta al desarrollo de lectores autónomos, pues esto refiere a un autoaprendizaje, además, de permitir la manifestación de emociones.

La frase atribuida a Lincoln de que “La capacidad y gusto por la lectura da acceso a lo que ya ha sido descubierto por otros”, la describe como la puerta del conocimiento y el desarrollo de una sociedad. Consideramos que una sociedad informada está comprometida con la mejora de sus condiciones de vida.

Para la ASCL, la lectura tiene un impacto mayor dado su carácter sociocultural, pues para practicarla “necesitamos al otro. Cuando escuchamos relatos que los demás nos cuentan ensanchamos nuestros horizontes; si pedimos explicaciones ampliamos el conocimiento; si recibimos cariño crece la propia autoestima; cuando analizamos las opciones que otros toman descubrimos nuevas posibilidades, y si compartimos festejos comprobamos que pertenecemos a un grupo que también nos pertenece” (Chapela; 2012; p. 11). Por ello, una de sus principales líneas de acción es promover la adquisición de hábitos lectores y la lectura por placer.

Por lo tanto, es menester preponderante en estos momentos, apostar a la promoción de la lectura. Podemos pedir a quienes son estudiantes que lean pequeños textos y graben su lectura para compartirla con aquellos a quienes no han podido acercarse. Si fuera posible, esa grabación puede compartirse con pacientes que estén en posibilidad y con el interés de distraerse. En sentido amplio, puede ser que quienes lean hayan escrito el texto y compartan sus emociones, sus sentimientos, sus deseos y sus planes futuros.

 

  • La Autobiografía[ii]. En el futuro las vicisitudes vividas durante la pandemia solo podrán ser conocidas por el material autobiográfico que se pueda recobrar dado a que “El pensamiento narrativo tiene en este momento histórico… un papel importante porque puede sintetizar la acción reflexiva de un pensamiento crítico y una reelaboración constante de lo que aprendemos en cualquier contexto educativo” (Piccione; 2017; p. 68).

La autobiografía no solo es un instrumento narrativo, sino un proceso que debe ser valorado para la reconstrucción de la identidad de un individuo, así como de su contexto social, cultural e histórico. En ella se reconocen fases de participación y construcción sociales e individuales que necesitan ser comunicados, practicados, modificados, vividos y actualizados por las comunidades; ya que, sin una conciencia de los eventos, tiempos y espacios vividos, es extremadamente difícil percibir y explicarse a uno mismo.

Dice Octavio Paz, en su poema “Piedra de sol”:

“soy otro cuando soy, los actos míos

son más míos si son también de todos,

para que se pueda ser he de ser otro,

salir de mí, buscarme entre los otros,

los otros que no son si yo no existo,

los otros que me dan plena existencia,

no soy, no hay yo, siempre somos nosotros”

 

La historia es la biografía y autobiografía de quienes la construyeron y la vivieron porque en la interrelación de los pensamientos individuales se construye uno colectivo. Probablemente no conoceríamos la historia, sino existieran estos procesos que al mismo tiempo liberan y rescatan al individuo. Por ello es indispensable narrar lo acontecido para no volver a cometer los mismos errores y aprender a retener lo positivo de las experiencias vividas.

¿Qué pasa si pedimos que escriban cómo ha sido para ellos y ellas todo este periodo? ¿Por qué no pedirles que le expliquen a un robot lo que significa tener temor de un virus y de enfermar gravemente? ¿Cómo imaginan que será el mundo en unos años? ¿Alguien quiere contarnos la reacción de sus madres y padres o abuelas y abuelos ante la vacuna? ¿Se pondrían la vacuna si estuviera disponible para personas de su edad?

 

  • El trabajo colaborativo. Para hablar de este, debemos partir de la consideración de que un grupo no solo es un conjunto de personas reunidas en un mismo lugar y tiempo, sino un equipo con necesidades y objetivos comunes, ubicados en un contexto común. Las interrelaciones que se generan entre los miembros de un grupo forman una estructura vivencial colectiva y a partir de ésta, no puede ser considerado como la suma de los individuos que la constituyen. Por tanto, deben trabajar de forma colaborativa en la búsqueda de los objetivos colectivos, consiguiendo con ello un bien común.

 

Como comentábamos al principio, en este momento crucial para la educación, corresponde a los docentes, autoridades, alumnos, padres de familia, medios de comunicación y empresas ser los “locos del futuro” y trabajar codo a codo sin mirar atrás, sin culpabilizar a nadie. Solo con el trabajo colaborativo y el impulso a la ASCL podremos lograr el bienestar público.

 

Un gran ejemplo de trabajo colaborativo es pedir a los chicos que hagan una obra de teatro u una pequeña película cinematográfica (tal vez, ahora quieran hacer su propia serie para las pantallas). Se requiere un guion, diálogos, actuación, escenografía, un cartel, una sinopsis, una crítica y muchos otros roles y esfuerzos. Para los menores, podemos hacer la adaptación a teatro guiñol.

 

Sin embargo, también podemos acudir a declamaciones, cuentacuentos, contar chistes, componer y entonar canciones, pueden ser adivinanzas, acertijos, trabalenguas. Necesitaremos alguien que conduzca la actividad como maestra o maestro de ceremonias. Es decir, al hacer uso del lenguaje, muy pronto caemos en prácticas sociales que tal vez no han podido realizarse o se han visto disminuidos por el confinamiento y por la “sana distancia” que nos hemos visto obligados a guardar. Ahora, atendiendo los protocolos sanitarios podemos reforzar tanto su observación como el ejercicio de esas prácticas que se vieron disminuidas como: la compra de mercancías para la casa; la visita a restaurantes y lugares de comida (hay que hacer un menú, poner los precios, ofrecer bebidas a los comensales, cobrar la cuenta, establecer si debe darse propina o incluso, si debería hacerse una reservación antes de entrar al local); inventar nuevos juegos de mesa que no requieran intercambiar papeles, cartas, dados, naipes; subir a un autobús o un avión y seguir las recomendaciones, dar instrucciones a los pasajeros, recibir la bienvenida por parte de la capitana o capitán del transporte; visitar un museo y ser guía o visitante, dar información especializada, hacer preguntas frecuentes; realizar juntas y asambleas de condóminos o de colonos y abordar las problemáticas más comunes y plantear soluciones. En fin, identificar prácticas sociales y darle forma para reproducirlas en al aula lograr que el tiempo que se dedica a la escuela sea útil, práctico, relevante para la vida cotidiana de los participantes. Lograr que la lengua adquiera un ánimo colectivo, que de alma a la comunidad, que de vida a la cultura de nuestra sociedad… animación sociocultural de la lengua: que la lengua nos permita vivir y entrar en contacto con esos “otros” de los que habla Octavio Paz: no hay yo solo como individuo, somos el plural, siempre somos nosotros.

 

Referencias

Chapela, L. M. (2012). La lectura: fuente de relaciones interculturales. México: CONACULTA (Programa nacional de Salas de lectura).

Piccione, V. A. (2017). La narración biográfica y autobiográfica por un sentido pedagógico. En Giornale di pedagogía (págs. 55-78). Roma, Italia: Educaziones crítica.

Úcar, X. (2012). Dimensiones y valores de la animación sociocultural como acción o intervención socioeducativa. Conference: Proceedings of the 4th. Congresso Internacional de Pedagogia Social, (págs. 1-20). Bárcelona.

 

[i] El apocalipsis es la pandemia de COVID 19 que ha ocasionado la suspensión de clases presenciales en todos los niveles educativos del país desde el 20 de marzo del 2020.

 

[ii] Para una mejor comprensión de tema se pueden consultar los artículos publicados en esta misma revista de octubre del 2020 a julio del 2021 (González Almaguer y Matus).

Sacapuntas

María Lucía Vidart-Delgado

El timbre de las 8

Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández

La Clase

Carlos Martínez García & A. Julia Santibáñez

Educación Ambiental

Usos múltiples

Orientación educativa

Decisiones

Deserciones

Mirador del Norte

G. Arturo Limón D

Maestros en la Historia

Eusebio Martínez Chavarría & Verónica Judith Gómez Barbosa

Tarea

Roberto de Jesús González Ugalde
Melody A. Guillén
“pálido.deluz”, año 10, número 132, "Número 132. Lecciones y reflexiones de los Informes Intergubernamentales sobre Cambio climático. (Septiembre, 2021)", es una publicación mensual digital editada por Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández,calle Nextitla 32, Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo, Ciudad de México, C.P. 11420, Tel. (55) 5341-1097, https://palido.deluz.com.mx/ Editor responsable Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández. ISSN 2594-0597. Responsables de la última actualización de éste número Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán y Armando Meixueiro Hernández, calle Nextitla 32, Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo, CDMX, C.P. 11420, fecha de la última modificación agosto 2020
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