El pasado 9 de agosto el mundo se conmocionó al conocer el último informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), diversos noticieros dejaron por un momento el tema de la pandemia para centrar su atención en un problema que ha ido aumentando silenciosamente durante los últimos años.
Mucha gente se escandalizó al escuchar los pronósticos de este grupo de expertos, quienes afirman que el aumento de temperatura de los últimos años no se había registrado desde hace milenios en el planeta. Sin embargo, las personas que ahora se preocupan son las mismas que antes aseguraban que el calentamiento global era sólo un mito, por lo que no hacían nada para detenerlo.
Basándonos en el informe de IPCC, podemos apreciar que este aumento de temperatura va más allá de tener temporadas extremadamente cálidas, los expertos aseguran que de seguir incrementándose, llegará el momento en que resulte insoportable estar al aire libre, debido a la intensidad del calor.
Si recordamos que más de la mitad de nuestro planeta está conformado por agua, deberíamos estar conscientes de que al aumentar la temperatura también se modifica el ciclo hidrológico, lo cual se traduce en precipitaciones más intensas, deshielo irreversible de zonas glaciares, así como inundaciones en asentamientos humanos.
Es imposible negar la participación del hombre en la creación de las condiciones actuales, no podemos evadir nuestra responsabilidad. A partir de la revolución industrial, a principios del siglo XIX, comenzamos a provocar este aumento, debido al gran uso de combustibles fósiles, que utilizamos para facilitar nuestra vida, pero no podemos continuar abusando de ellos ni hacer uso de otros materiales irresponsablemente. Es cierto que aprovechamos la naturaleza para simplificar nuestras actividades diarias, pero hay cosas que podemos modificar para convivir armónicamente con el medio, haciendo uso responsable del mismo. Ojalá se fomente el desarrollo de las energías limpias, la conciencia ambiental, así como la educación ecológica desde edades tempranas, para que aprendamos una forma distinta de coexistir en el planeta.
La consigna del informe es clara y precisa, se debe frenar el aumento de temperatura antes de que los daños sean irreparables o imposibles de detener, tal como está sucediendo con el descongelamiento de los polos.
La idea no es suspender el consumo o ignorar las repercusiones de nuestras acciones, justificándonos porque las hacemos en beneficio de la humanidad, el punto es aprovechar los conocimientos y la tecnología que poseemos actualmente para sustituir materiales altamente contaminantes, mientras transformamos nuestra forma de vida, de una centrada únicamente en el beneficio humano, a una de convivencia responsable con el planeta y con todos los seres vivos que nos encontramos en él.
Podemos escandalizarnos unos días por el resultado del informe y después olvidarlo entre los cientos de noticias que nos bombardean diariamente; ignorar está realidad inminente que se aproxima cada día porque pensamos que no nos afecta directamente o decidir hacer algo al respecto para modificar la situación, la decisión es nuestra.