Y después de un año y medio de educación en una nueva realidad, hoy nos encontramos en el dilema inicial: ¿Cómo le haremos en esta nueva normalidad?
La Escuela Secundaria Técnica 32 “Ciencia y Tecnología” (EST 32) en la Ciudad de México, tiene el gusto de recibir nuevamente a los profesores en formación[1] Angélica Hernández Santana y Juan Jesús Hinojosa Carreño que para el ciclo escolar 2021-2022 desarrollarán sus prácticas educativas profesionales, correspondientes al séptimo y octavo semestres de la Licenciatura en Enseñanza y Aprendizaje de la Biología en Educación Secundaria de la Escuela Normal Superior de México (ENSM).
Para este ciclo escolar el reto es complejo, múltiple y diverso, ya que, por un lado, la EST 32 debe brindar el acompañamiento a los profesores en formación para enriquecer su perfil docente. Por otro, el reto para los profesores en formación tiene a su vez diversas complejidades, dado que deben atender los requerimientos de la propia ENSM, las expectativas de los alumnos, de los padres de familia, del profesor Asesor-Titular, del Asesor Técnico Pedagógico, de la subdirectora Académica, y de la Directora.
Es por ello, que el presente artículo tiene la finalidad de exponer las reflexiones que los profesores en formación lograron concretar al finalizar sus prácticas correspondientes al sexto semestre del ciclo escolar 2020-2021, y mostrar su avance sobre las líneas de trabajo que proyectarán para tejer el entramado educativo rumbo a su titulación. Este ejercicio no significa establecer un tema o línea de trabajo estático, más bien, mostrar la forma en que este tema se va a moviendo, producto de las reflexiones compartidas con sus profesores de la ENSM, con su docente tutor de la secundaria, en la convivencia con el resto de los actores escolares o educativos, pero, sobre todo, por la introspección y la inmersión en sus pensamientos, emociones y convicciones y en las condiciones reales de la práctica educativa.
En adelante, iremos compartiendo este caminar desde distintas miradas, documentando el proceso formativo que se vive alrededor de los profesores en formación en este nuevo planteamiento que la ENSM propone (aún con muchos vacíos) para los nuevos docentes. Este proceso cobra importancia ya que, a su vez, ellos formarán en las aulas de educación básica, específicamente la secundaria, a estas generaciones de jóvenes que actualmente enfrentan las nuevas condiciones enfocadas en la realidad social actual, que ofrece un cambio acelerado en los contextos.
En este sentido, los temas a enfocar inicialmente son “Retroalimentación positiva” y “Trabajo a distancia”, pero cambiarán conforme las condiciones lo permitan, lo obliguen o lo obstaculicen.
LA RETROALIMENTACIÓN POSITIVA
Para comenzar, una de las técnicas que utilizamos durante nuestra participación con los estudiantes de secundaria y en adelante, es la retroalimentación positiva. Partimos desde este enfoque porque permite congeniar de una forma novedosa con los alumnos. En este sentido, tomamos la decisión de incluirla en el diseño de nuestras propuestas de intervención docente, porque, de acuerdo con Sadler, 1989, y Blacky William, 1998, la retroalimentación se refiere a un proceso de comunicación y ajuste de resultados y tiene el potencial de apoyar el rendimiento académico, promover la motivación, la autorregulación y la autoeficacia, permitiendo a los estudiantes acortar la brecha entre su desempeño actual y deseado.
Implementar la retroalimentación positiva significa todo un reto, pero no es el único. Coexistieron otros retos como parte del proceso. Por ejemplo, tuvimos que dar continuidad a la educación de manera virtual y aunque resultó todo un desafío, por el momento, fue la única vía de comunicación que se mantuvo entre maestros y alumnos, convirtiendo a las herramientas digitales y plataformas en las nuevas aulas educativas.
También, cuando se da clase a un grupo en específico, el docente es el encargado de propiciar en el aula un ambiente adecuado para el aprendizaje, donde exista una buena comunicación entre pares y entre el docente y sus estudiantes.
Es por ello que, dadas las complicaciones de comunicación, distanciamiento social y otras, la retroalimentación positiva es una gran herramienta, ya que gracias a ella el docente motiva a sus estudiantes a continuar mejorando, por ejemplo, en fortalecer sus trabajos, los incita también a corregir sus errores, haciendo correcciones sin marcar una línea en la cual se sientan asfixiados por el profesor y, de esta manera, se sientan más cercanos y en confianza.
"Al momento de retroalimentar tenemos que ver la diferencia entre lo que fue solicitado al estudiante en las instrucciones, con lo que entregó, pero no sólo debemos señalar esta discrepancia, sino que se requiere que expresemos en forma concreta las áreas de oportunidad que tiene el alumno para aprovechar mejor el aprendizaje" Hattie y Timperley (2007).
Otro aspecto que se debe tomar en cuenta al momento de dar retroalimentación a un estudiante, es el tipo de feedback que se le está proporcionando, ya que depende de ésta el esfuerzo o empeño que el alumno dedicará a la elaboración y entrega de sus trabajos.
Además, al trabajar con estudiantes de secundaria, el docente se debe dirigir con el lenguaje adecuado, procurando utilizar palabras apropiadas a su nivel de estudios sin que éstas sean demasiado complejas o que sienta que se le está subestimando.
Durante las prácticas docentes se llevaron a cabo varias estrategias para ejecutar la retroalimentación positiva, entre ellas, presentaron los mejores resultados las siguientes:
- Realizar comentarios al final de cada asignación con una observación personificada, a fin de que el estudiante perciba que el docente revisó su trabajo y se pudo apreciar su esfuerzo en el mismo.
- Agregar una frase motivacional para alentar al estudiante a esforzarse cada vez más y con ello sembrar la idea de qué para obtener algo deseado, debe esforzarse. Un ejemplo de las frases compartidas a los estudiantes, se presentan a continuación:
- "Lo mejor que te puede pasar es imaginar el futuro que estás construyendo con el simple hecho de entregar tus trabajos realizados con el corazón". Jesús Hinojosa
- "Hay cosas en la vida que puedes elegir, seguir adelante es una de ellas". Angélica Santana
- "En el camino de la educación puedes tener miedos, puedes tener dudas, sin embargo estás aquí. Eso sin duda te hace alguien valiente". Angélica Santana.
- Realizar observaciones con la finalidad de que el estudiante perciba sus áreas de oportunidad y pueda mejorar su aprendizaje y rendimiento escolar.
Como se comentó con anterioridad, estas prácticas educativas se llevaron a cabo mediante la modalidad en línea a causa de la pandemia y, por ende, el tipo de retroalimentación que se le proporcionaba a cada estudiante era de manera virtual.
Regresando a las características que proponemos, la retroalimentación positiva no tiene que ver únicamente con colocar un "Muy bien hecho" o "Felicidades" en los trabajos de los estudiantes; la retroalimentación va más allá de eso, ya que los estudiantes pueden percibir la atención que el docente les brinda y, por ende, se debe tener cuidado de no convertir la retroalimentación positiva en comentarios sin valor, sino en algún aporte importante para la mejora del aprendizaje del alumnado.
Finalmente, cabe mencionar que la adecuada ejecución y manejo de la retroalimentación positiva pueden generar buenos vínculos o relaciones entre el docente y el alumno, haciendo que este último se sienta en mayor confianza de expresarse y, con ello, favorecer durante las clases en el aula un ambiente adecuado para el aprendizaje de cada uno de los estudiantes; a su vez, poder realizar las dinámicas y estrategias planeadas para cubrir el objetivo esperado.
LA PRÁCTICA DOCENTE EN EL TRABAJO A DISTANCIA
El otro tema sobre el que reflexionamos fue la Práctica docente en el trabajo a distancia que se suma a los planteamientos anteriores sobre la retroalimentación positiva. Para el trabajo educativo a distancia principalmente debemos tener muy en claro lo que es y lo que representa. Para esto, Según García (2001), la enseñanza a distancia es un sistema tecnológico de comunicación bidireccional (multidireccional), que puede ser masivo, basado en la acción sistemática y conjunta de recursos didácticos, y el apoyo de una organización y tutoría que, separados físicamente de los estudiantes, propician en éstos un aprendizaje independiente (cooperativo). Es por ello, que este mecanismo logró abarcar tantos espacios lejanos de las áreas urbanizadas que era casi imposible acceder a ellos con facilidad, sin embargo, algunas desventajas se hicieron visibles al momento de adquirir los artefactos necesarios para poder participar en esta red de comunicación educativa.
Se requiere mencionar que las características de la educación a distancia en el contexto situado son muy complejas ya que, al ser de gran impacto en la sociedad estudiantil, tienden a desarrollarse lentamente y, por tanto, se convierten en un obstáculo más para el diseño de nuevas estrategias didácticas en función de las necesidades académicas emergentes y socioemocionales del estudiantado. Por ello Valenzuela (2000), refiere algunos obstáculos del trabajo realizado fuera de alguna institución encargada de efectuar y ejecutar funciones de carácter educativo:
- Profesor y participantes no coinciden.
- Pueden coincidir en sesiones de chat, pero su tendencia es a la asincronicidad.
- El participante no siempre tiene vínculo con todos.
- El desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje es responsabilidad de un grupo multivalente.
- El énfasis en las actividades de aprendizaje del participante, es responsabilidad de él.
- El número de participantes es mayor.
- Los participantes pueden estar ubicados en diversas ciudades y hasta países y ser heterogéneos.
- La comunicación es virtual, escrita o a través de medios tecnológicos.
- Dependen de los recursos tecnológicos.
- Desarrollan redes de comunicación profesor/participante, participante/participante.
- La información se da a través de los materiales educativos propuestos por el docente a cargo.
- La emoción y participación deben ser tomadas en cuenta por el equipo de profesores. La tutoría es importante para la solución de posibles conflictos.
De las anteriores, la mayoría fueron puestas en práctica, en el ciclo escolar 2020-2021, durante nuestra estancia en el plantel, a fin de averiguar si las experiencias de otros colegas aportarían buenos insumos al trabajo planeado que se elaboró específicamente para cubrir las necesidades básicas de nuestros alumnos, pero también, para argumentar todas las decisiones tomadas clase a clase.
Así pues, el trabajo que se realiza en la escuela secundaria es siempre respaldado por los profesores a cargo de los grupos, los cuales diseñan métodos y estrategias que les permitan fortalecer y adecuar el extenso contenido académico que se debe revisar durante un ciclo escolar; sin embargo, no sólo los docentes se involucran en el proceso de aprendizaje de los estudiantes, también los padres de familia juegan un rol muy importante en cuanto a la educación de los adolescentes, tanto así que sin su apoyo, las metodologías implementadas en el aula tendrían un índice de efectividad menor.
Durante los últimos meses, la llegada de la pandemia significó un impacto bastante grande dentro del ámbito educativo, hasta el punto de fracturar la mayor parte del sistema que se había manejado hasta ese momento. No obstante, las autoridades responsables de preservar el aprendizaje de los alumnos, elaboraron todo un protocolo de acción en el cual se implementó el programa “Aprende en casa”.
Este nuevo programa tuvo como propósito rescatar, en su mayoría, los contenidos escolares a modo de reforzamiento y retroalimentación. A su vez, los directivos y profesores actuaron en función del mismo protocolo, ejecutando una serie de estrategias que les permitieron comunicarse con los padres de familia para organizar el regreso a clases, pero esta vez, utilizando las plataformas digitales como Zoom, Meet, Microsoft teams, entre otras, convirtiéndolas en las nuevas aulas donde la educación tendría su espacio seguro para continuar el trabajo con la comunidad estudiantil.
En este sentido, las nuevas reglas impuestas por el contexto en el que se encontraba la escuela, marcarían un antes y un después en cuanto a la forma de trabajo, impidiendo así la socialización de la información, trabajos en equipo u otras técnicas y métodos de aprendizaje que se solían utilizar de manera presencial y si bien esto de primer momento se mostraba como una desventaja, con el paso del tiempo y con el uso de las herramientas digitales, los obstáculos que existían se disiparon puesto que los estudiantes comenzaban a familiarizarse cada vez más con la nueva modalidad de estudio.
En consecuencia, los estudiantes practicantes de la ENSM, nos encontramos con varias situaciones que de alguna manera significan una barrera para nuestra formación profesional ya que, al estar acostumbrados a las clásicas estrategias de enseñanza que se utilizan en la modalidad presencial, la nueva condición generó un rompimiento de los paradigmas que se tenían de la escuela y de la manera en que los manejábamos clase a clase. Por el contrario, la rápida adaptación de la comunidad estudiantil al nuevo contexto situado, permitió el surgimiento de una nueva visión social respecto al modo de construir aprendizajes, sin necesidad de desplazarse a otro espacio (casa-escuela).
Esto se podría considerar una revolución educativa a nivel mundial que provocó una serie de cambios socioculturales en la vida de miles de estudiantes, docentes y del resto de la comunidad; por lo cual, como profesores en formación, nos dimos a la tarea de considerar estos acontecimientos como pilar del diseño de propuestas didácticas enfocadas al reforzamiento de contenidos y al desarrollo de habilidades individuales que promuevan la toma de decisiones desde una perspectiva holística del entorno de los estudiantes.
CONCLUSIONES HASTA EL MOMENTO
El sistema educativo sufrió un fuerte cambio en cuanto a la modalidad de trabajo que se estaba implementando; sin embargo, todos los integrantes que conforman el mismo, diseñaron estrategias que de alguna forma lograron rescatar, en su mayoría, el aprendizaje de los estudiantes afectados, proponiendo así una serie de métodos de trabajo a distancia que hoy en día, y hasta que las condiciones se normalicen, seguirá en marcha.
A su vez, como docentes en formación, tenemos el compromiso de colaborar con esta sección de la sociedad, cuidando la salud mental de los adolescentes ya que, de lo contrario, se verá muy afectado su estado emocional provocando una alteración en su desempeño académico y generando una barrera en su proceso de aprendizaje.
También, como docentes titulares, responsables de las prácticas dentro de las escuelas, se tiene el compromiso de acompañar este triple proceso formativo en el que, tanto profesores en formación como profesores titulares y educandos, estamos adaptando nuestras formas de ser y estar en la nueva normalidad educativa.
Sin embargo, todo docente debe diseñar y aplicar las estrategias que se adecuen a sus grupos y al contexto en el cual se lleven a cabo las clases, ya sean de manera presencial o a distancia. Con estas estrategias se debe buscar la manera de crear un buen ambiente en el aula donde los estudiantes se sientan cómodos al participar o expresar sus dudas.
También, la motivación de los estudiantes es algo muy importante. Si los alumnos logran notar el interés del docente hacia ellos, se pueden crear lazos de empatía y confianza y, de esta manera, al poner en práctica la retroalimentación positiva, el estudiante no se sienta mal consigo mismo, sino que acepta dicha retroalimentación como un aspecto en el cual puede mejorar y con ello alcanzar el aprendizaje esperado y mayores logros educativos.
Finalmente, debemos considerar que si bien las problemáticas identificadas en la actualidad frenan un poco el objetivo que los docentes día a día se proponen al momento de diseñar sus propuestas de intervención educativa, la gran capacidad que tienen y la dedicación para con su profesión es sumamente impresionante, llegando al punto de abandonar gran parte de su vida personal por verificar el bienestar de sus estudiantes en todo momento y, más aún, situándonos en un contexto diferente en donde maestros y alumnos se encuentran separados y por ende la dinámica no pueden ser la misma.
Cabe mencionar que el docente en todo momento se debe estar actualizando e innovando su labor para aprender nuevas estrategias, utilizar nuevas herramientas y encontrar la manera de comunicarse con el alumno para cumplir no sólo con la entrega de tareas, sino con la función de gestionar los aprendizajes.
REFERENCIAS
- García. L. (2001). Educación a distancia. De la teoría a la práctica. Scielo. pp. 328
- J.R. (2000). Los tres “Autos” del aprendizaje: Aprendizaje estratégico en educación a distancia. Escuela de graduados en educación. pp 3-11.
- Black, P., Wiliam, D., (1998). Assessment and classroom learning, Assessment in Education5. 7-74
- Black, P., Wiliam, D., (1998). Inside the Black Box: raising standards though classroom assessment: London school of education. king's College
- Hattie, J.; Timperley, H. (2007). The Power of Feed Back. Review of Educational Research, 77 (1), (81-112).
[1] En este escrito se utiliza también la palabra “Practicantes” para referirnos a los profesores en formación, estudiantes de la Escuela Normal Superior de México, haciendo alusión a que son quienes se encuentran realizando sus prácticas educativas profesionales, sin intensión de menosprecio.