¡No dejemos que el mundo siga por el derrotero de la
falacia y la mentira, de la sapada y la estafa!
Defendamos lo que queda de bueno en el alma del ser humano.
¡Hagamos nuestro mundo vivible para que nuestros nietos puedan sobrevivir!
José Fernando Gómez
Durante largo tiempo el contenido del cine mundial había optado por el bien casi en forma generalizada. Son muchas las posibles explicaciones para tal tendencia: códigos éticos, censura, legislaciones, satisfacciones de las audiencias, factores ideológicos, representaciones dominantes, beneficios económicos, la opción preferencial hacia el bien, etc.
En los argumentos y guiones cinematográficos, según algún esquema teórico, tenía que quedar establecido - en los primeros minutos de una cinta- quién era él o la protagonista, cuál el problema y un posible villano o villana que se opondría y colocaría obstáculos a una resolución rápida, positiva y favorable de la situación problemática. Era claro quién era el malo y quién el bueno, sin términos medios y los personajes de orquestación que acompañaban la narrativa. El famoso final feliz cinematográfico acontecía cuando el bien, lo bueno y habitualmente lo bello, vencía al mal.
Lo interesante del cine es que constantemente se desafía el esquema: el héroe o protagonista, sea hombre o mujer, puede- y debe- tener muchos matices y cambios ( eso lo hará más humano e interesante) y diferentes situaciones en las que con frecuencia tiene que tomar posiciones, no siempre de beneficios generalizados. Y hay villanos que suelen ser inteligentes, carismáticos, creativos para el mal, que pueden hacer dudar a la audiencia sobre a que bando irle. ¿Quién no dudo ante personajes como Hannibal Lecter, Tony Montana o algún Guasón?
Algunos ejemplos cinematográficos contrarios al dominio del bien- de los que debe haber muchos más- solo referiremos tres basados en novelas y con finales ambiguos y/o desconcertantes: Nazarín ( Buñuel, L, México: 1959) en el que vemos a un sencillo sacerdote tratando todo el tiempo de practicar el evangelio y hacer el bien en contextos siempre adversos; Naranja Mecánica ( Kubrick, S. EUA y Reino Unido: 1971), en donde Alex vive una curva existencial juvenil que va de la maldad sin piedad con su banda de delincuentes, al intento de reformarse en el que la sociedad se vuelve en su contra, y; Satanás ( Baiz, A, Colombia:2007) filme que no sólo documenta el hecho real de un asesino múltiple excombatiente de Vietnam, en un restaurante en Bogotá, sucedido 1986, sino el mal esparcido en todos los personajes de diferentes formas.
Acerquémonos a tres películas recientes de distintas partes del mundo, que nos muestran como la cara oculta del mal se hace presente.
En la película Bastardo (Haraamkhor, Sharma, S, India: 2015 ) observamos a un grupo de inquietos adolescentes, primero en una zona al aire libre -en el que uno de ellos llamado Kamal - se accidenta y rompe los brazos al caer de un árbol. Después vemos a esos adolescentes y otros, sentados en el suelo rodeando a al maestro Shyam Tekchand, en clase. Básicamente les enseña Algebra, lo cuál sorprende dado que los asistentes al salón de clases improvisado en la planta baja de la casa del maestro son en su mayoría muy pobres y uno se pregunta si las ecuaciones es el mejor contenido dada su condición.
El maestro Shyam, aunque no es malo en su didáctica, si tiene otros problemas en su práctica educativa, por ejemplo, cuando se enoja, sale de sí y golpea con una vara a los estudiantes o los castiga parados con libros en la cabeza. Pero el más grave es que se enamora de sus alumnas. De hecho, está casado con una antigua estudiante (Sunita) y está enamorado y seduce a otra estudiante actual llamada Sandhya.
Sandhya, tiene sus propios conflictos: es hija de un policía alcohólico, que no la atiende. La esposa y madre los abandonó y el padre ya tiene otra nueva relación oculta. A Sanhya la siguen permanentemente dos de sus compañeros de clase Mintu y Kamal, este último también está enamorado de ella y la quiere volver su esposa. Estos adolescentes notarán que el maestro Shyam tiene otras intenciones más allá de lo educativo con Sandhya a la que manipula y miente.
Tal vez, por lo inusitado del caso uno podría atribuir esta condición a cuestiones culturales que desconocíamos. Pero para la India este filme fue éticamente problemático y postergaron el estreno por años. En México es casi desconocido.
En el trayecto de la cinta nos vamos a enterar de que la docencia está perdiendo, la reputación, el candor y el bien a las que el subgénero de maestros en el cine nos tenía acostumbrados, sobre todo por un final dramático.
Por otro lado, en la película Al acecho ( D’Eufemia, F. Argentina:2019) comienza con el despliegue y la detención policiaca del guardaparques Pablo Silva en la reserva de la Isla Paulino en Argentina. Él no muestra resistencia. Luego vemos al mismo personaje llegar a otro parque en Pereyra Iraola en la Provincia de Buenos Aires, próxima a la Reserva Ecológica del Parque Pereira; lo han transferido de una zona acuática a una Reserva de la Biosfera boscosa, lo cual no es del agrado de Pablo. En este lugar le presentan al escaso personal con el que cuenta la reserva natural, le hablan de sus tareas, le dan un lugar para dormir y le explican que saben de su pasado. Pronto es avisado que ha queda eximido de lo que pasó en la experiencia anterior.
Sin embargo, en sus recorridos nocturnos por el parque, encuentra rastros de cacería furtiva y venta ilegal de especies. De hecho, adopta un zorro que encuentra atrapado en una jaula puesta por los cazadores furtivos.
Hasta ahí uno presupondría que Pablo, el guardaparques, fiel a sí mismo y a su profesión de cuidar y proteger a la naturaleza y sobre todo por reivindicar la mancha en su reputación y expediente, dará con los comerciantes ilegales de fauna y los denunciará. Pero no, Pablo Silva primero se trata de volver el jefe de ellos y al no poder, los persigue, pero solo buscando un beneficio personal.
El último ejemplo lo encontramos en el filme Punto rojo ( Red Dot, Darborg A. Suecia, 2021). La narración sucede en Suecia, seguimos el romance, declaración y vida de una pareja formada por David y Nadja. Ella es afroamericana y estudio medicina. Él es sueco y está graduado como Ingeniero Civil. En los primeros años de matrimonio viven una crisis por el exceso de trabajo de él, pero ella queda embarazada. David con ánimo de reconciliación la invita de vacaciones a ver auroras boreales a los bosques montañosos del norte del país.
Parece que en ese viaje vamos a enfrentar una especie de amarga pesadilla en la nieve, con dos personajes lugareños, cazadores, armados y malencarados, que por un pequeño accidente de autos y por una sucesiva cadena de actos y venganzas comienzan a perseguir sin piedad a David y Nadja, revelando que los perseguidores son además racistas y xenófobos. La persecución en las montañas cubiertas de nieve es verdaderamente siniestra; el punto rojo del laser del rifle los amenaza constantemente. La película tiene un giro impactante, más allá de la primera parte, que refiere otro accidente de tránsito. Pero ya para entonces es muy difícil desligarnos emotivamente de la pareja. El final es una violenta justificación de una venganza del pasado, en la que los hilos de la trama y subtramas se desdibujan y pierden en forma inevitable.
Tal vez esta presencia de la cara oculta del mal se pueda entender en el arte ( literatura y cine) si atendemos a lo que el escritor español Javier Cercas argumenta sobre su última novela titulada Independencia ( 2021), cuándo sostiene:¿ Es legítima la venganza cuando la justicia no puede hacernos justicia? Esa es la pregunta central y en la vida cotidiana todos diríamos que claro que no, pero las novelas no funcionan así, en las novelas la cosa está mucho más complicada, si la literatura es un placer, también es otra forma de conocimiento. Nos obliga a cuestionar nuestras certezas más arraigadas, a poner en duda aquello que creemos que nos saca de nuestras casillas, nos obliga a empatizar con comportamientos y personajes que en la vida cotidiana nos parecerían horribles, abominables,