México está subdesarrollado en ciencia y tecnología, mencionan algunos autores, entre ellos el profesor emérito de la UNAM, Ruy Pérez Tamayo, quien indica que en Alemania hay 42 científicos por cada 10 mil habitantes, en Estados Unidos 70 y en México no hay ni un investigador por cada 10 mil habitantes. A todo esto, ¿qué es la ciencia? La ciencia es una manera de describir, interpretar la naturaleza con una perspectiva teórica, en el sentido de teorizar lo que está pasando, dice el doctor Antonio Lazcano Araujo. Tal vez nos imaginemos un individuo de bata, haciendo pócimas desconocidas y extrañas, no es así, actualmente hay infinidad de temas que estudiar, hay cuantiosos programas de maestría y doctorado, en México; también contamos con diversos apoyos y convenios con el extranjero para poder ir a estudiar a otro país o hacer estancias de meses hasta años.
En México, la ciencia es relativamente joven, fue desde 1929 que se sentaron las bases legales para la creación formal de los estudios de posgrado. No obstante, el grado de doctor, supeditado a la obtención previa de la licenciatura y la maestría, se otorgó a partir de 1945 en la Facultad de Ciencias para las disciplinas de biología, física y matemáticas, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Sin embargo, la Coordinación de Estudios de Posgrado de la UNAM se logró hasta 1966. El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) fue creado cuatro años después, en 1970, esta institución tiene la responsabilidad oficial para elaborar las políticas de ciencia y tecnología nacionales.
En nuestro país también hay destacados científicos. Todos hemos escuchado hablar del premio Nobel, este galardón se instituyó en 1895, como última voluntad de Alfred Nobel, un industrial sueco, que quería ser recordado como una persona humanitaria tras su muerte. Estos premios se entregaron por primera vez en 1901, y hasta este 2017 se sigue haciendo en las categorías de Física, Química, Fisiología o Medicina, Economía, Literatura y Paz. Tres mexicanos han obtenido este reconocimiento, el más reciente en 1995, el doctor Mario Molina, obtuvo el premio Nobel de Química. Alfonso García Robles fue el primero en obtener esta presea, en el año de 1982, recibió el premio Nobel de la Paz. Le siguió Octavio Paz, en 1990, quien acogió el premio Nobel de Literatura.
Por otro lado, hay que aumentar la conciencia social de la importancia de la ciencia en México, esto nos beneficia a todos. Los invito a que se informen y estén a favor del desarrollo de la ciencia en México, no es que todos tengamos el carisma de ser científico, pero si podemos apoyar al sistema para que nuestro país evolucione en este rubro; en lugar de llevar a México al suicidio intelectual y a la fuga de cerebros, hay que convertir a México en una sociedad de conocimiento, donde todos participemos de esta actividad, ya que requiere gran apoyo para llevarse a cabo de manera eficiente, y que se vea el resultado reflejado en un beneficio para toda la sociedad mexicana.
María del Carmen Portillo Téllez es Profesora, investigadora Cátedra Conacyt, DEP.
13 1 2018 Milenio