Durante las últimas décadas se ha hecho énfasis en la importancia del desarrollo integral de los estudiantes, para evitar que se continúe centrando la atención únicamente en las actividades de lectura, escritura y operaciones matemáticas. Sin embargo, a pesar del interés internacional por la formación integral y el reconocimiento de la existencia de inteligencias múltiples, todavía hay áreas olvidadas o menospreciadas, tal es el caso de la actividad física, la cual, en muchas ocasiones, se ha vinculado directamente con el uso de pelotas o la organización de partidos de fútbol durante las clases de educación física.
Al concebir la clase de esta manera, se deja de lado la construcción de la corporeidad, de ese conocimiento del cuerpo, el desarrollo de sus capacidades motrices, la conservación de la salud e incluso el beneficio al desarrollo mental de las personas, lo cual puede contribuir al interés por algún deporte que los impulse a dedicarse a ello de manera profesional.
Es interesante cómo en algunos países, los deportes son tan importantes que se brindan becas o se selecciona desde temprana edad a quienes demuestran capacidades sobresalientes para diseñar un proyecto de vida basado en ellos.
Además de esto, desde hace algunos años, la práctica deportiva ha representado una vía de escape a las guerras, la violencia y otras situaciones problemáticas de los países, haciendo que cientos de personas dejen su lugar natal para refugiarse en otro sitio donde puedan continuar desarrollando sus capacidades físicas.
Aunque es común escuchar que futbolistas famosos de diversas partes del mundo llegan a integrarse a las ligas europeas donde demuestran que merecen estar ahí gracias al magnífico desempeño que hacen dentro de la cancha, el mundo vivió un suceso histórico al permitir en las Olimpiadas de Río de 2016 la participación de un grupo de deportistas cobijados bajo una bandera de refugiados, sin tener que cambiar su nacionalidad o representar a un país ajeno al suyo, llevando consigo el sueño de lograr, en algún momento de su trayectoria deportiva, entrar al estadio con la bandera de su país, porque dejaron su casa obligados por las circunstancias, no por falta de afecto.
Esta migración obligatoria también presenta una oportunidad muy valiosa de aprendizaje, ya que al integrarse a una cultura diferente se puede dar un mestizaje en donde ambas partes de enriquezcan. Probablemente la educación actual está considerando esta migración constante de personas, porque busca la conformación de ciudadanos del mundo, pero es indispensable que no se olvide la riqueza cultural de cada individuo, ya que al preservarla también se conservan las costumbres, tradiciones, lenguajes, formas de comprender el mundo de diversos grupos de personas que han consolidado a través de muchos años esa cultura que los hace lo que son actualmente.
Ojalá en la educación se preste más atención al desarrollo físico como una parte importante de la formación integral de las personas, valorando sus condiciones y propiciando la conformación de una sociedad mundial respetuosa de la diversidad y la paz.