Corría el invierno de 1986 /1987 y en Chihuahua era urgente (como sigue siendo) levantar la voz sobre la atención y el cuidado a la naturaleza, ya entonces desde mi limitado espacio de acción había emprendido algunas tares de cuidado de la fauna, en particular de las aves migratorias de la Babícora, pero sentía que hacía falta emprender con mayor vigor la batalla y a sugerencia de otro entrañable amigo Raúl Torres Medina opte por buscar la asesoría y aun la supervisión y afiliación a un movimiento ecologista a nivel nacional, como lo era desde 1981 que se fundó El Movimiento Ecologista Mexicano.
Creado por Alfonso Ciprés Villarreal un reconocido ecologista mexicano, nacido en Chihuahua. Que dedicó su vida al estudio, la conservación y la promoción de la biodiversidad y el medio ambiente en México. Y quien tuvo una destacada trayectoria en el ámbito ambiental, trabajando en diversas organizaciones y proyectos que buscan la protección de los recursos naturales y la sustentabilidad.
Entre sus contribuciones más importantes según la IA se encuentran:
- Conservación de especies y hábitats: Alfonso Ciprés ha trabajado activamente en la conservación de especies amenazadas y en la preservación de hábitats naturales. Su enfoque incluye la protección de áreas naturales clave y la restauración de ecosistemas dañados.
- Educación ambiental: Ha sido un promotor incansable de la educación ambiental, buscando concienciar a la sociedad sobre la importancia de la biodiversidad y la necesidad de adoptar prácticas sustentables en el uso de los recursos naturales.
- Investigación y divulgación: A través de su trabajo de investigación y divulgación, contribuyo al conocimiento científico sobre la ecología y la biodiversidad en México. Ha publicado numerosos estudios y artículos que abordan temas ambientales cruciales para el país.
- Activismo y políticas públicas: También ha participado en actividades de activismo ambiental y ha colaborado en la formulación de políticas públicas orientadas hacia la conservación y el manejo sustentable del medio ambiente.
Su labor ha sido fundamental para avanzar en la protección de la naturaleza en México, inspirando a generaciones de ecologistas y contribuyendo significativamente a la preservación de la riqueza natural del país.
Alfonso Ciprés, mi entrañable Alfonso, nos ha dejado ya desde el pasado domingo 7 de julio del presente año, además de testimoniar aquí su trascendencia como ecologista, tomo la parte más fraterna de su persona como fue su humanismo y amistad, la cual me dispenso desde aquella mañana de los primeros meses de 1987 cuando nos entrevistamos en el ya desaparecido café la Veiga de Insurgentes Sur en la Ciudad de México, recuerdo su entrevista antes de aceptar fuese yo designad presidente local del Movimiento Ecologista Mexicano en Chihuahua y lo recuerdo cuando en el 10 de julio de 1987 nos acompañó a la creación de la Sociedad de Ecologistas del Estado de Chihuahua y después a la inauguración del recorrido LA
LA AMISTAD
Y un joven dijo: Háblanos de la Amistad
Y él contestó:
Vuestro amigo es la respuesta de vuestras necesidades
Él es el campo que sembráis con amor y cosecháis
con agradecimiento.
Él es vuestra mesa y vuestro hogar.
Porque acudís a él con hambre y sed de paz.
Cuando vuestro amigo hable, no temáis el “no”
en vuestra propia mente, ni retengáis el “si”,
y cuando el enmudece, vuestro corazón no cese
de escuchar el suyo.
Porque en la amistad, todos los pensamientos,
todos los deseos, nace y se esparcen con regocijo
inesperado y sin palabras.
Cuando os alejéis de vuestro amigo, no sufráis.
porque aquello que en él más amáis.
Será más claro en su ausencia, como la montaña
es más clara desde el llano para el montañés.
Y no permitáis más propósito en la amistad,
que el ahondamiento del espíritu.
Y haced que lo mejor de vosotros sea para vuestro amigo.
¿Por qué, qué amigo es el que buscáis para matar las horas?
Buscadlo siempre para vivir las horas
Porque él está para llenar vuestra necesidad
Y no vuestro vacío.
Y en la dulzura de la Amistad,
Dejad que hayan sonrisas y placeres compartidos.
Porque en el rocío de las cosas pequeñas
El corazón encuentra el frescor de su mañana.
a las Grutas que junto salvamos en Nombre de Dios.