Cada día primero de mayo desde hace ya 48 años, suma el de la conmemoración del Día del Trabjo el de la despedida del obrero más maravilloso que jamás conocí. Un ser humano esforzado que antes de llegar al entonces Distrito Federal hoy Ciudad de México, justo cuando corría el año de 1948 a la sazón 3 años antes de que llegara yo a la vida para ser un chilango más, él ya acompañado de su esposa y seis de sus hijos, a los que antes había sostenido como agricultor primero y después como minero en su natal Pachuca Hidalgo, ese obrero excepcional que sumo su sudor y empeño junto con los de su trabajadora mujer para poner sus hombros para que yo tuviese el privilegio de prepárame como universitario.
A ellos les rindo tributo de gratitud hoy, ellos han sido en mi más cercano referente para conocer d manera inmediata, lo que son los esforzados trabajadores que hacen que este país se mueva desde siempre, a todos en el Día del Trabajo Gracias por su empeño y servicio a favor de sus familias y la Patria. G.A.L.D.
LA TERCA MEMORIA
Cierro diciendo que el día de hoy que escribo estas líneas, en Chihuahua al menos no ha habido desfile, que recuerde esa jornada de reivindicación del movimiento obrero y un homenaje a los Mártires de Chicago, un grupo de sindicalistas ejecutados en Estados Unidos en 1886.
Todos sabemos que el 1 de Mayo se conmemora el Día del Trabajador en la mayoría de los países del mundo. Se trata de una jornada de reivindicación del movimiento obrero y de un homenaje a los Mártires de Chicago, un grupo de sindicalistas anarquistas que fueron ejecutados en Estados Unidos luego de participar en las huelgas por la consecución de las jornadas laborales de ocho horas en 1886.
Bajo el lema “ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio y ocho horas de descanso”, se produjeron varios movimientos con el fin de acortar las extenuantes jornadas laborales, que podían ser de hasta 18 horas. La única limitación que había en algunos Estados era la prohibición de que una persona trabajara 18 horas seguidas sin una causa justificada, con el riesgo para el empleador de pagar una multa de 25 dólares.
La mayoría de los obreros estaban afiliados a la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo, aunque tenía más preponderancia la American Federation of Labor, En su cuarto congreso, realizado el 17 de octubre de 1884, ésta había resuelto que desde el 1 de mayo de 1886 la duración legal de la jornada de trabajo debería ser de ocho horas. De lo contrario, habría huelga.
El 1 de mayo de 1886, 200 mil trabajadores iniciaron la huelga mientras que otros 200 mil obtenían esa conquista con la simple amenaza de paro. En Chicago, donde las condiciones de los trabajadores eran mucho peores que en otras ciudades, las movilizaciones siguieron los días 2 y 3, cuando tras una batalla campal una compañía de policías procedió a disparar a quemarropa sobre la gente, produciendo seis muertos y decenas de heridos.
El día 4 hubo una convocatoria masiva en Haymarket Square. Allí, una persona que nunca fue identificada arrojó una bomba incendiaria que mató a siete policías e hirió a otros sesenta. Las fuerzas de seguridad reprimieron con disparos, dejando un saldo de muertos y heridos entre los trabajadores.
Por los graves acontecimientos, 31 personas fueron enjuiciadas el 21 de junio de 1886. Ocho de ellos fueron condenados en un proceso plagado de irregularidades: dos de ellos a cadena perpetua, uno a 15 años de trabajos forzados y cinco a la muerte en la horca. Ellos son los Mártires de Chicago
Samuel Fielden , inglés, 39 años, pastor metodista y obrero textil, condenado a cadena perpetua.
Oscar Neebe, estadounidense, 36 años, vendedor, condenado a 15 años de trabajos forzados.
Michael Schwab , alemán, 33 años, tipógrafo, condenado a cadena perpetua. George Engel, alemán, 50 años, tipógrafo, a muerte , Adolph Fischer , alemán, 30 años, periodista, a muerte, Albert Parsons, estadounidense, 39 años, a muerte, August Vincent Theodore Spies, alemán, 31 años, a muerte
Louis Lingg, alemán, 22 años, carpintero, a muerte. Para no ser ejecutado se suicidó en su propia celda.
Cuando comenzó a conmemorarse el Día del Trabajador
Un año más tarde, en Illinois, se reconoció que el juicio a los Mártires de Chicago no había respetado el derecho de los acusados, y el gobernador perdonó a los sindicalistas que estaban detenidos.
En París, en 1889, durante un congreso de la Segunda Internacional (asociación de partidos socialistas, laboristas y anarquistas de todo el mundo), se estableció el 1 de Mayo como Día del Trabajador para conmemorar a los Mártires de Chicago.
EL CANTO OBLIGADO
Cuando recordamos esta fecha es obligdo también tener memori y saber entonar un canto, que hoy es también obligada memoria colectiva aquí brevemente la historia de la Internacional.
En 1871, un obrero francés que participó en la revolución de 1848 y fue miembro del consejo de uno de los municipios y las barricadas de la Comuna de París, Eugène Pottier, escribió la letra de la que sería "La Internacional", el himno de los trabajadores de todo el mundo.
Pottier había organizado a los diseñadores de telas (éste era su oficio, además de escritor) incorporando su gremio a la AIT (Primera Internacional) desde 1864. Luego de la derrota de la Comuna se exilió en Inglaterra y EEUU, pero volvió a Francia en 1880.
En 1886 compuso una canción en honor a la Comuna (ver video abajo). Murió en 1887, sin escuchar cantar "La Internacional". A su entierro acudió una manifestación obrera encabezada por la bandera roja. En 1908 se le levantó un monumento en el cementerio Père-Lachaise de París, donde fueron fusilados muchos comuneros.
La Lira de los Trabajadores” le encargó la musicalización de la poesía de Pottier a P. Degeyter en 1988. Durante algunos años sólo fue conocida por los obreros franceses. En 1892 fue aprobada por la II Internacional como el himno oficial de los trabajadores. Luego la letra fue modificada según el país y la corrientes que se reivindican trotskistas y especialmente en los actos del 1 de mayo.
“LA INTERNACIONAL”
¡Arriba, parias de la Tierra!
¡En pie, famélica legión!
Atruena la razón en marcha:
es el fin de la opresión.
Del pasado hay que hacer añicos.
¡Legión esclava en pie a vencer!
El mundo va a cambiar de base.
Los nada de hoy todo han de ser.
Agrupémonos todos,
en la lucha final.
El género humano
es la internacional. (Bis)
Ni en dioses, reyes ni tribunos,
está el supremo salvador.
Nosotros mismos realicemos
el esfuerzo redentor.
Para hacer que el tirano caiga
y el mundo esclavo liberar,
soplemos la potente fragua
que el hombre nuevo ha de forjar.
Agrupémonos todos,
en la lucha final.
El género humano
es la internacional. (Bis)
La ley nos burla y el Estado
oprime y sangra al productor;
nos da derechos irrisorios,
no hay deberes del señor.
Basta ya de tutela odiosa,
que la igualdad ley ha de ser:
"No más deberes sin derechos,
ningún derecho sin deber".
Agrupémonos todos
en la lucha final
y se alcen los pueblos
por la Internacional. /Bis)