Cuando Kafka contrajo la gripe española
Por Marc Reichwein|
Tomado del diario alemán Welt
Traducción Gabriel Humberto García Ayala
Praga, octubre de 1918. Cuando Kafka enfermó, todavía era un súbdito de la monarquía de los Habsburgo. Cuando salió al aire libre después de cinco semanas, estaba viviendo en Checoslovaquia. Una extraña fiebre lo cambió todo.
Ya no era una gripe ordinaria. Eran los síntomas de lo que se convertiría en una devastadora pandemia mundial. Y esto a una velocidad que provocó que la infección masiva se produjera como un desastre natural… Los primeros casos se conocieron a finales de septiembre, dentro de la primera semana de octubre murieron alrededor de doscientas personas en cada una de las ciudades de Viena y Berlín, y hasta doscientas por día a mediados de octubre.
Has abierto la gran, gran biografía de Kafka de Reiner Stach en el tercer volumen y solo puedes contener la respiración: escuelas, teatros, cines cerrados, morgues abarrotadas, médicos y enfermeras al límite de sus fuerzas. La potencia con la que la llamada gripe española se extendió por Europa a fines de 1918 también es fatal debido al rápido período de incubación de solo uno o dos días.
“Kafka está en el punto álgido de la ola, seguimos leyendo a Stach, el médico tiene que venir el lunes 14 de octubre. Kafka (vive con sus padres) tiene una temperatura de 40 grados, debe estar en cuarentena en casa, necesita cuidados intensivos. Ya está demasiado débil para ser trasladado a un hospital”.
"Golpe mortal"
Kafka tiene una enfermedad anterior: la tuberculosis, de cuyas consecuencias murió en 1924, la contrajo en 1917, quizás con su empleador: la compañía de seguros de accidentes de trabajo en Praga. Es, como subraya el biógrafo de Kafka, una "autoridad pública”. No hace falta decir que Kafka, como empleado de esa empresa, “a menudo tenía gente a la que no le iba bien y que tosía mucho”. En ese momento, la tuberculosis era responsable de una cuarta parte de todas las muertes de los trabajadores. En 1922, la condición del empleado Kafka se deterioró tanto que se jubiló anticipadamente. Lo más probable es que haya sufrido un ataque de tuberculosis irreversible a causa de la gripe española; Reiner Stach habla de un "golpe mortal".