El 1 de enero del 2024 las palabras del Subcomandante Insurgente Moisés fueron una advertencia en la audiencia, presente en el 30 aniversario del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN):”No estamos buscando hacer un museo para que nos recuerden”, expresó el líder indígena, quien asumió la vocería del movimiento después del entonces Subcomandante Galeano –ahora Capitán Marcos–, y agregó: “no necesitamos que nos vengan a dar explicación o clases de cómo está el sistema; tan sencillo y simple es ver cómo está el sistema capitalista”. Con estas palabras se conmemoró el levantamiento en el que hace 30 años tomaron las cinco principales ciudades del estado de Chiapas. En un mensaje dirigido a los actores que los zapatistas identificaron como amenazas en Chiapas, es decir, los grupos criminales, los paramilitares y las fuerzas de seguridad de los “narcogobiernos”,a los soldados y a los malos gobiernos, pero si nos atacan nos vamos a defender”.
En plena transformación de las estructuras de gobierno implementadas por el EZLN en las comunidades donde tiene presencia, y en un contexto de grave inseguridad en Chiapas, Moisés habló solo, bajo la mirada de los demás comandantes sentados a su lado, incluyendo el Capitán Marcos. Su discurso no fue de celebración, en el mismo tenor que la convocatoria, que planteaba: “invitación al treinta aniversario del inicio de la guerra contra el olvido”.
Hace 30 años, el objetivo principal consistió en la transformación revolucionaria de México hacia una república socialista, donde las demandas eran “trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz”. Como respuesta a este levantamiento, el gobierno federal envió al Ejército Nacional a combatir esta rebelión, en un enfrentamiento que duró 11 días.
Entre el 1 y el 17 de enero de 1994 el Ejército mexicano enfrentó a los rebeldes. Los zapatistas tomaron las cabeceras municipales de San Cristóbal de Las Casas, Ocosingo, Las Margaritas, Altamirano, Chanal, Oxchuc y Huixtán. Los combates más sangrientos ocurrieron entre el 2 y 4 de enero en Ocosingo; aunque se mencionaron a más de 40 muertos, también hubieron desaparecidos y detenidos. En esos hechos murió Francisco Gómez Hernández, uno de los fundadores del EZLN, conocido como el comandante Hugo. El subcomandante Pedro, identificado como Héctor Ochoa y encargado de la toma de Las Margaritas murió también en batalla. El número de víctimas mortales en esos 17 días de combates de uno y otro bando, y de la población civil es impreciso.
El EZLN, creado en 1983, con la intensión de reivindicar los derechos de los indígenas mexicanos, presenta en su estructura y forma de lucha rasgos diferenciados respecto a la interpretación de los paradigmas de la izquierda política tradicional, alejándose de las viejas formas de acción de las guerrillas latinoamericanas para, en cambio, mostrar elementos en su ideología y sus acciones que están asociados con “la nueva izquierda”.
Los orígenes político-militares del EZLN se encuentran en las Fuerzas de Liberación Nacional, inspiradas en busca de construir la revolución cubana, que declararon como su objetivo político construir el socialismo en México. En el momento de la creación del EZLN, México se encontraba implementando las políticas económicas neoliberales imperantes en América Latina, hecho que generó una reacción crítica por parte de los zapatistas que relacionaron la implementación de tales políticas con una tendencia hacia la profundización de la desigualdad social en la sociedad mexicana, mayor dependencia y transnacionalización económica, así como una regresión productiva .
Los zapatistas percibían que había una activa propaganda a favor del mercado, la liberalización comercial y la privatización de las instituciones públicas, hechos que justificaban la organización de la lucha armada en contra de las posiciones “salinistas” Con estas justificaciones, el EZLN inició su lucha armada retomando las banderas del Ejército Revolucionario del Sur, presente en el estado de Morelos, que fue protagonizada por Emiliano Zapata en la Revolución Mexicana.
Según Consuelo Sánchez, en su artículo “Breve historia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional”, el ELZN pretendió, al apropiarse de las comunidades indígenas de la selva Lacandona, que su lucha armada obtuviera un carácter singular, con reclamos políticos y éticos de dimensión nacional y universal. Esta guerrilla surgió marcando diferencias claras frente a otras guerrillas latinoamericanas y con otras izquierdas en lo que respecta principalmente a la cuestión filosófica de cómo se interpreta el cambio social y las herramientas para alcanzarlo.