Hace unos meses se dio a conocer que ha sido el año más caluroso de los últimos tiempos, provocando cientos de especulaciones al respecto. Aunque mucho se ha hablado de ello, es alarmante reconocer que los cambios previstos para la siguiente década hayan comenzado a producirse de manera acelerada.

En todos los rincones del planeta se ha vivido este aumento de temperatura.  Desde hace décadas los animales propios de climas extremadamente fríos han tenido que modificar sus hábitos debido a la escasez de alimentos o de las condiciones propicias para encontrarlos.  A esto se suma la pérdida de territorio a causa del descongelamiento de los glaciares, lo cual pone en riesgo a cientos de poblaciones humanas asentadas en las riveras de cuerpos de agua que obviamente subirán su nivel cuando el hielo se descongele completamente.

Este calor excesivo también provocó incendios forestales con mayor frecuencia y sequía en diversas zonas de nuestro planeta, ocasionando que la lucha por el agua se vea como una realidad cada vez más cercana.

Actualmente estamos viviendo una temporada de frío inusual, distinta a la de otras ocasiones, ya que ahora las bajas temperaturas son constantes e incluso está lloviendo, cuando este fenómeno lo teníamos reservado para el verano, pero la idea de las características específicas de cada estación del año se han convertido en sólo una ilusión, porque en estos tiempos es posible experimentar cualquier tipo de fenómeno meteorológico sin importar la época del año.

El cambio climático es una realidad, sus efectos se están viviendo de forma acelerada y, aunque no es posible revertirlo, sí podríamos desacelerarlo. Desde hace varios años se han tratado de impulsar medidas ecológicas que ayuden a conservar la vida en nuestro planeta, tratando de crear conciencia sobre las causas y consecuencias fatídicas de continuar sin prestar atención al calentamiento global.

Las nuevas generaciones son más conscientes de los problemas que estamos viviendo, el no tirar basura y cuidar el agua son mantras que se enseñan en todas las escuelas. Asimismo, se han compartido otras medidas relacionadas con el uso adecuado y responsable de los recursos, como optar por materiales que no tengan un sólo uso, sino que puedan reutilizarse; las campañas de reforestación de bosques; la separación de desechos; el uso de energías renovables cuyo impacto en la naturaleza es menor que el de las energías no renovables, entre otras.

Aunque el panorama actual no es muy alentador, podemos utilizar los conocimientos y tecnologías que se han desarrollado en los últimos años para hacer un verdadero cambio que beneficie a la vida en este planeta que llamamos hogar.