Nota. Al navegar por Twitter encontré la noticia que aparece líneas abajo, en la que se informa que una película exitosa, de un día para otro desaparece de toda programación. Intrigado por su censura, dediqué un  buen rato para investigar en dónde podría ver la película que da título a esta colaboración. La encontré en YouTube con el título Return to dust, con subtítulos en inglés. Entonces entendí su desaparición en todos los medios chinos. La película contradice el discurso del presidente chino, en el sentido de que la pobreza en los campos agrícolas ha desaparecido. La película muestra que en ese ámbito existen grandes desigualdades, abusos, falta de médicos, marginación y olvido. Uno de los personajes principales, el campesino, comenta a su esposa que “todo crece en la tierra; la tierra no nos desprecia, entonces ¿nosotros como podemos despreciarla? La tierra nos recompensa, ya seas rico y poderoso, o una persona ordinaria. ¿Cómo puede un campesino vivir sin tierra?” El director de la película maneja una serie de simbolismos: cuando libera a su viejo burro del yugo, se libera a sí mismo de la tierra que tanto ama; recuerda el asno que le tejió su esposa con las hojas de trigo verde, ya con el paso del tiempo amarillas, a punto de deshacerse, y la destrucción de su casa, autorizada por uno de sus hermanos, que construyeron él y su mujer con mucho esfuerzo, a partir de lo cual, el protagonista empezará una nueva vida, en un departamento citadino, lejos de la libertad. Y de la tierra que ama.

Por Florence Colombiani

Le Point

En chino, El regreso de las golondrinas se llama Oculto en la tierra de las cenizas y el humo. “Esto significa que las épocas, las vidas pasadas no han desaparecido. Simplemente están enterradas en las cenizas. Pero lo que ya no vemos no deja de existir”, explica el cineasta Liu Ruijun en el boletín de prensa sobre la película. El título -al igual que esta explicación- adquirió una connotación extrañamente irónica el 30 de septiembre del año pasado, día en que simplemente se evaporó de la Internet por órdenes del gobierno de la República Popular China. Presentada en competencia oficial en la Berlinale, las autoridades ya habían pospuesto su estreno de febrero a julio y luego había alcanzado un verdadero éxito (100 millones de yuanes en taquilla en dos meses) antes de ser emitida en las plataformas y luego... desaparecer. Una censura vinculada, según especialistas, a la apertura, el 16 de octubre de 2021, del XX Congreso del Partido Comunista Chino, en el que Xi Jinping consolidó su posición al frente del país.

¿Por qué diablos se escondió de los ojos del público esta película contemplativa y admirablemente producida, la desgarradora historia de amor de dos marginados maltratados por la vida? Liu Ruijun escenifica su tierra natal, la provincia rural de Gansu, cerca de Xinjiang y Mongolia Interior. Filma “al ritmo de las estaciones, siguiendo el ciclo de los cultivos y las migraciones de las aves”, explica. El actor principal, Wu Renlin, que interpreta al granjero Ma Youtie, es el tío del cineasta. Tanto su rostro sombrío como sus manos encallecidas, dañadas por el trabajo agrícola, no dejan lugar a dudas sobre la cercanía de su vida con lo que cuenta la película. El rodaje se llevó a cabo de marzo a octubre de 2020, lo que permitió al equipo mostrar el trabajo agrícola de manera realista, desde la siembra hasta la cosecha.

Este realismo es precisamente la primera denuncia de las autoridades contra El regreso de las golondrinas. En 2021, el Partido Comunista Chino anunció triunfalmente “el fin de la pobreza absoluta”. Pero lo que vemos en la película es precisamente esa misma pobreza absoluta... Ma Youtie y Cao Guiying (Hai Qing, una famosa actriz en China), quienes sus familias deciden que se casen al comienzo de la película, viven la miserable existencia de los campesinos de hoy en un "un campo que los habitantes han abandonado". El pueblo tiene una sola familia adinerada: la de un miembro del partido. El hijo pasea en su BMW mientras Youtie y Guiying montan burros.

Esta mirada sin complacencias del sistema chino se vuelve más aguda a medida que avanza la historia. El miembro del partido necesita transfusiones de sangre, el tipo de sangre de Youtie coincide con el suyo... A pesar de la generosidad del granjero que acepta donar su sangre sin pedir nada a cambio, la familia del enfermo continúa presionándolo para que abandone su modesta vivienda. “Frente a la hoz, ¿qué puede hacer el trigo?” Ma Youtie suspira. Una fórmula muy popular en China en las redes sociales.

Liu Ruijun acompaña amorosamente a sus dos personajes en la lucha despiadada en la que se convierten sus vidas. También muestra, sin el menor sentimentalismo, la ternura que los une. El destino que una sociedad cruel tiene reservado para estos dos frágiles seres parece sellado de antemano, aunque el final (diferente al inicialmente planeado por el director) los salva. Esta película fue censurada, luego aclamada por el público y ahora está prohibida. “Es una señal muy pesimista para todos los directores chinos”, confió de forma anónima un colega de Liu Ruijun a la distribuidora francesa ARP. Sin embargo, a pesar de todas estas dificultades, es el poder narrativo de El regreso de las golondrinas y la belleza de la visión del mundo de su autor lo que triunfa.