I

Hace un rato que el profesor César Labastida Esqueda ya lo sabía, pero cuando alguien se lo dice a rajatabla y autoritariamente, no deja de molestarle.

−¡Usted, profesor Labastida, vive en un mundo que ya no existe!

−¿Por no tener whatsapp?

−No, por todo lo que implica no tener celular.

César, encolerizado, piensa en las dos respuestas que tiene preparadas para esas ocasiones: una consiste en explicar que es distraído y pierde los celulares; la otra, más contundente y realista es la que esgrime a su interlocutor:

−Pues que la institución educativa, que usted dirige, me lo pague. Pobres de mis compas que la subsidian con sus propios datos.

−Pues lo siento, −señala el director de la preparatoria. −voy a seguir usando el whatssapp para avisarles de las juntas y solicitar trabajo.

−¿Como el domingo que solicitó información a las once de la noche? –replica el profesor Labastida.

−¿Y usted cómo sabe?

−¿Ya ve cómo sí estoy en este mundo? Y le recuerdo que el correo electrónico sí es institucional.

II

A pesar de todas estas situaciones, el profesor Labastida padece, y mucho, ese mundo virtual que han ido colonizando las Inteligencias artificiales, ajenas a la humana. Y para un ejemplo basta describir cuando César fue en automóvil a una presentación de libro en la Colonia Roma; y al regresar encontró que su auto tenía un aparato inmovilizador en la llanta. Educadas como son las administraciones locales, dejaron un papelito en el parabrisas, donde se explicaba que si pagaban en ese momento, utilizando el código QR y marcaban a un teléfono celular, se le retiraría el inmovilizador al instante. Eran las 11 de la noche y César estaba sin celular y sin la posibilidad de usar teléfonos de tarjeta. Afortunadamente localizó a su amigo Alfredo, que también había asistido a la Presentación, y lo pudo auxiliar. No hubo inteligencia humana a quien explicarle que sí había pagado la cuota del parquímetro y aclarar la desdichada situación.

Hechos semejantes le han pasado en innumerables oficinas públicas en que la burocracia se ha vuelto virtual o artificial. En otra ocasión, César Labastida tardó tres días en sacar una cita para hacer su declaración en la Secretaría de Hacienda. Cuando ya no pudo más fue directamente a la oficina y lo subieron a un cuartito lleno de computadoras, que él llamó de la tercera edad, porque eran personas mayores, con las mismas limitaciones que él; tal como ocurre en la cinta británica Yo, Daniel Blake, en la que un carpintero de 59 años enferma y al necesitar de asistencia estatal, corre la misma suerte burocrática que César Labastida para conseguir la ayuda.

III

El profesor Labastida reconoce que hay cosas que envidia del mundo virtual. Por ejemplo, que muchas personas, para llegar a un sitio desconocido, utilicen aplicaciones en su teléfono inteligente que ubican en un mapa rutas, en rojo y verde, para trasladarse a esos lugares. César, en cambio, sigue llegando a distintos lugares como siempre lo ha hecho: preguntando a mentes humanas. El tráfico es democrático en la ciudad en la que vive: todos lo padecen.

Hay cosas de la inteligencia artificial que le divierten al profesor César Labastida, por ejemplo, la forma en que lo lee el algoritmo de la plataforma cuando ve series y películas; le sorprende las películas y contenidos que le sugiere. No puede negar que ha intentado volver loco a esa inteligencia artificial que lo persigue. Le juega bromas. Cuando se va a trabajar busca la película que no vería aunque le pagaran y la deja puesta en el monitor de la computadora que tiene en casa. También se ha beneficiado de las redes sociales del algoritmo: comenzó a guardar libros de cine en PDF y ahora tiene una carpeta que es una biblioteca virtual sobre el tema. ¿Los leerá en algún momento? César no lo sabe, pero los sigue almacenando.

IV

Martha pide permiso para entrar en la sala de maestros y se acerca a César Labastida que está revisando algunos trabajos escolares.

−Profesor César, me dejaron realizar un cuestionario sobre la escuela y la Inteligencia artificial a una persona que consideremos preparada. ¿Me ayuda? ¿Lo puedo grabar?

−Sí, pero de este momento hasta que suene el timbre de la siguiente clase.

−Profe, ¿me podría decir qué recuerda de las escuelas cuando usted era estudiante? −Pregunta Martha.

−Casi nada que tenga que ver con lo que pasaba dentro del salón de clase.

−¿En serio, profe? ¿y es maestro?

−Y desde hace un rato…

−¿Qué sí recuerda, por ejemplo?

El maestro Labastida piensa en la respuesta.

−Mira te voy a contar una anécdota que no es mía, pero que recuerdo como si me hubiera pasado a mí: Ocurrió en la Secundaria. En cada piso había un baño para mujeres y otro para hombres. Eran las 7:30 de la mañana. En un baño se encuentra Luis Octavio. Espera que termine la primera hora, oculto. En eso, escucha que en el baño de al lado entra alguien. Piensa lo peor: que es el Prefecto del piso. Se asoma a ver el calzado. Son unos tenis blancos Converse. Parece reconocerlos. Octavio pregunta: “Omar ¿eres tú?” y él responde: “Sí, ¿Luis Octavio?” Creyendo reconocer su voz. Omar le dice que sí y le pregunta que qué hace allí. Octavio le dice que no hizo la tarea de Mate y Omar le comenta que tampoco la había hecho por lo que sugiere que se queden calladitos hasta que suene el timbre…

Martha ve que su celular siga grabando y realiza la última pregunta:

−¿Y eso como lo relacionaría con la Inteligencia artificial?

−A ver Martha, de muchas formas: primero, ¿tú crees que en un mundo robotizado alguien haría esto que están haciendo estos adolescentes?; ¿Crees que alguna memoria artificial guardaría una anécdota tan insignificante, décadas después?  En un mundo tan pragmático y poshumano como el que ya está, y se viene peor ¿Cómo para qué? Ahí te la dejo de tarea.

El profesor César guarda sus cosas y se despide de la estudiante.

−Gracias, profe, −responde Martha, poniendo stop a la grabación.

V

Martha no está satisfecha con la entrevista realizada al profesor César Labastida. Así que recurre al ChatGPT para hacer su tarea. Entra al Chat y saluda:

Martha: Hola

ChatGPT: ¡Hola! ¿En qué puedo ayudarte hoy?

Martha: Escribe una entrevista sobre la escuela y la inteligencia artificial realizada por una estudiante a un profesor

ChatGPT: Entrevista de estudiante a profesor sobre la escuela y la inteligencia artificial:

Estudiante: Hola, profesor. Gracias por tomarse el tiempo para hablar conmigo hoy sobre la inteligencia artificial y la escuela.

Profesor: Claro, estoy encantado de ayudarte. ¿En qué puedo ayudarte exactamente?

Estudiante: Bueno, he estado leyendo mucho sobre cómo la inteligencia artificial está cambiando el mundo y me preguntaba cómo afectará a la educación. ¿Cree que la inteligencia artificial cambiará la forma en que enseñamos y aprendemos en la escuela?

Profesor: Absolutamente. La inteligencia artificial ya está teniendo un impacto en la educación en muchos niveles. Por ejemplo, algunos programas de inteligencia artificial se están utilizando para personalizar la educación para cada estudiante, adaptando el ritmo y el enfoque del aprendizaje a las necesidades individuales de cada estudiante.

Estudiante: Eso suena muy interesante. ¿Cómo se puede hacer eso?

Profesor: Bueno, la inteligencia artificial puede analizar los datos de aprendizaje de un estudiante para determinar en qué áreas están teniendo dificultades y qué estrategias funcionan mejor para ellos. Luego, el sistema puede adaptar el material de enseñanza y los ejercicios para ayudar al estudiante a superar sus obstáculos y avanzar más rápidamente en las áreas donde ya tienen fortalezas.

Estudiante: Eso suena muy útil. ¿Cómo puede la inteligencia artificial ayudar a los maestros?

Profesor: La inteligencia artificial también puede ser útil para los maestros al permitirles hacer un seguimiento del progreso de sus estudiantes de manera más efectiva. Los maestros pueden usar herramientas de inteligencia artificial para monitorear automáticamente el progreso de sus estudiantes, identificar áreas de dificultad y ofrecer sugerencias de mejora. Además, la inteligencia artificial puede ayudar a los maestros a crear contenido de enseñanza más efectivo al analizar las necesidades de aprendizaje de los estudiantes.

Estudiante: Eso suena muy útil para los maestros. ¿Cree que la inteligencia artificial reemplazará a los maestros en el futuro?

Profesor: No, creo que la inteligencia artificial nunca reemplazará completamente a los maestros. La inteligencia artificial es una herramienta útil, pero la enseñanza efectiva también requiere la habilidad de los maestros para motivar y guiar a sus estudiantes y ofrecer apoyo emocional. La inteligencia artificial puede ayudar a mejorar la eficiencia y la efectividad de la educación, pero siempre necesitaremos a los maestros para enseñar a nuestros estudiantes habilidades críticas como la creatividad, el pensamiento crítico y la resolución de problemas.

Estudiante: Eso tiene mucho sentido. Gracias por tomarse el tiempo para hablar conmigo hoy, profesor.

Profesor: De nada. Ha sido un placer hablar contigo sobre este tema tan interesante.

Martha copia y pega en un archivo de Word la entrevista realizada por el ChatGPT y colocando su nombre en la parte superior de la página, imprime el documento. Martha ha concluido su tarea.