Sacapuntas
El timbre de las 8
A César Labastida Esqueda no le gustan las fiestas prenavideñas que se organizan en las escuelas donde trabaja. Él lo atribuye a que siempre lo sientan en la mesa con compañeros con los que no conoce y nunca platicó a lo largo de año. Y en momentos en que decretan que debe ser feliz, como es común en esta temporada, le cuesta más trabajo responder y abrir la boca deseando lo mismo; y por eso sufre.
El caso es que este año lo tomó distraído y comprometido con la directora, quien le sugirió:
—Es importante que participe en las reuniones, profesor Labastida, porque a los docentes que están por honorarios casi no se les conoce y luego se quejan de que no se ponen la camiseta de la institución.
Así que César pagó los quinientos treinta pesos para asistir a la posada. Comida de tres tiempos, baile con grupo versátil, mariachi y rifa de regalos sorpresa.
Para evitar su suerte con colegas con los que no se caían bien o no se hablaban, el profe
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