Introducción
Qué se sabe de él parece una pregunta simple, pero cada vez estamos más convencidos de que en el habitus investigativo, lo simple permite la sorpresa y el asombro del investigador normalista. La sorpresa, como una herramienta ante lo inesperado y desconocido. El asombro, como una cualidad que debe fortalecerse al entrar al campo de estudio, para dejarse envolver con los hallazgos que emergen de la experiencia vivida.
Particularmente, la experiencia que en este texto vamos a comentar es una experiencia de investigación que nos motivó como estudiantes normalistas de posgrado para compartirla con más personas por el valor que representa, pues en ella pudimos ser testigos de cómo la suma de esfuerzos a contracorriente está provocando sinergias que le dan la voz al normalismo.
Un normalismo que está desbordando los parámetros establecidos, que está rompiendo con las tradiciones consumistas de información y conocimiento externo, un normalismo que está construyendo su propio conocimiento científico. Pero, sobre todo, esta experiencia nos permite afirmar que la Escuela Normal Superior de México (ENSM) está en condiciones de gritar el NORMALISMO EN VOZ ALTA.
Además, la experiencia fue doblemente motivadora. Primero, disfrutamos la presentación del libro “Estado del Conocimiento (2012-2021): Un acercamiento al estudiante normalista. ¿Qué se sabe de él?” y, después, el conversatorio titulado “Sistematización y Análisis de la Información en la Investigación Cualitativa en Contextos Rurales”. Ambas se llevaron a cabo el pasado jueves 20 de febrero de 2025, en el Auditorio B “Manuel Patiño Yáñez”, de la ENSM, ubicada al norte de la Ciudad de México (CDMX), en el marco del Año de la Mujer Indígena.
La REDIEN
A partir del 2009, en la ENSM se conforma el cuerpo académico liderado por el Dr. Inés Lozano Andrade, equipo que ratifica el habitus investigativo acorde a la visión de Wright Mills; haciendo de la investigación una forma de vida, misma que al tiempo van sembrando entre sus estudiantes; cabe resaltar que es uno de los primeros cuerpos académicos consolidados en las escuelas normales de nuestro país.
Este cuerpo académico se forma desde el compromiso conjunto de investigadores que, desde líneas afines y con base en un trabajo arduo de formación continua, lectura, escritura y publicación, generó las condiciones para que en 2021 se creara la Red de Investigadores de Escuelas Normales (REDIEN), integrando a los cuerpos académicos de diferentes normales y otras escuelas, tales como la Escuela Normal "Valle del Mezquital", la Escuela Normal de Texcoco, la Benemérita Escuela Nacional de México, el Centro de Actualización del Magisterio de Iguala Guerrero y la Escuela Normal Superior de México.
La intención de la REDIEN es un llamado activo a que las escuelas normales construyan su propia voz en la generación de conocimiento, respondiendo a un gran vacío en líneas de investigación y lograr reunir esfuerzos investigativos en los fenómenos que acontecen y evolucionan dentro de las escuelas normales o aquellas temáticas que las intervienen transversalmente.
De esta unión de trabajos de investigación de la REDIEN y la inquietud de abonar a la comprensión del fenómeno de los estudiantes normalistas, encontramos y subrayamos tres importantísimos aportes: Entre lo efímero y lo duradero. Estudios sobre trayectorias y significados de ser estudiante en escuela normal, Motivos, expectativas y condiciones de ingreso a la escuela normal y, Estado del conocimiento (2012-2022). Un acercamiento al estudiante normalista: ¿Qué se sabe de él?
Estas obras representan un logro académico de grandes investigadores, orgullosamente pertenecientes a un nicho consolidado, quienes muestran con hechos y, sobre todo, con producción de conocimiento científico, una gran conciencia crítica, que logra provocar a una nueva generación de investigadores, evidenciando el abandono o carencia de recursos y apoyos a la investigación en campos temáticos asociados a la educación normal y otros pertinentes que requieren ser atendidos, visibilizados y estudiados.
“Estado del Conocimiento (2012-2021): Un acercamiento al estudiante normalista. ¿Qué se sabe de él?”
A la luz de un clima particularmente extraño, entre la lluvia inesperada y el sol abrasador, emerge un crisol de colores hermosos. Así sucede el acercamiento y tránsito al habitus investigativo; en el trayecto, se vislumbran días grises que condensan inquietudes, generan incertidumbres y provocan una tormentosa y necesaria deconstrucción del ser; otros días son de motivación, de calor y lucidez (hoy uno de esos), de los que inspiran y alimentan el espíritu al dar luz y guía al complejo, y muchas veces adverso, camino del normalista investigador.
Es así como este esfuerzo colectivo se abre camino con pasos firmes, dignos de reconocer y seguir motivando el ímpetu investigativo, crítico y reflexivo mientras muestra una postura proactiva sobre la inquietud de conocer al estudiante normalista como uno de los protagonistas de su propia formación en su trayecto como futuro docente; a la vez que levanta la voz ante la necesidad y relevancia de generar conocimiento que emerja desde y para las escuelas normales.
Con esta presentación de resultados de investigación, en la obra Estado de conocimiento (2012-2022). Un acercamiento al estudiantado normalista. ¿Qué se sabe de él? Con la coordinación de las doctoras Zoila Rafael Ballesteros y Maricruz Aguilera Moreno en trabajo colegiado con excelentes, diversos y meticulosos investigadores de la REDIEN, manifiestan clara y literalmente la convocatoria para continuar abonando a la investigación del estudiante normalista y las escuelas normales, desde un posicionamiento que permita la creación pertinente e innovadora con posibilidad latente de autocrítica y transformación.
Guiños tentadores
Celebrando este trabajo realizado, en la presentación son mencionados por los autores algunos temas y vacíos que quedan puestos en el tintero y muestran guiños tentadores del rumbo hacía donde se pueden ir orientando los nuevos abordajes de la educación normal; los más relevantes giran en torno a la dimensión socioemocional del normalista, el impacto de las políticas públicas en la formación inicial del futuro docente, dilemas entre la teoría y la práctica, "estilos" de docencia, trayectorias normalistas de los egresados, desarrollo de habilidades de investigación, dimensión ética del normalista, posicionamiento del normalista como sujeto histórico y político, entre otros; tópicos que sin duda representan un reto y una necesidad por develar lo que está sucediendo en estas realidades tan importantes en el propósito de aportar e incidir en la comprensión y transformación de lo que conocemos del normalista y sus procesos formativos.
En este contexto, se reconoce el gran trabajo académico que da muestra de la trayectoria de los integrantes de la REDIEN, que invitan a la hermandad normalista con un posicionamiento abierto y autocrítico, una especie de “visión de espejo” donde se investiga desde dentro los procesos formativos que suceden en las escuelas normales y sus estudiantes; utilizando procesos heurísticos y hermenéuticos que ofrecen resultados basados en la rigurosidad, dotando una visión holística de lo que se ha investigado del estudiante normalista y aquellos vacíos que habrá que poner en la mira para ediciones subsecuentes.
Cuestiones de partida
La obra parte de preguntas complejas sobre ¿quiénes son los estudiantes normalistas?, ¿qué se ha investigado sobre ellos?, ¿en dónde se crea y se divulga investigación sobre escuelas normales y sus estudiantes?, entre otras, lo cual genera la reflexión sobre aquellos vacíos y líneas de investigación que requieren ser atendidas con rigor metodológico para comprender los fenómenos que acontecen desde las múltiples dimensiones que convergen dentro de las escuelas formadoras de docentes.
Esta labor académica de la REDIEN parte de una evidente preocupación sobre las realidades únicas de una nueva generación de estudiantes normalistas que se desarrollan en el contexto de lo que Bauman menciona como una “sociedad líquida” en donde la inmediatez y la hipersensibilidad parece haber sustituido a la dedicación, el esfuerzo y la fortaleza del ser transformador; aquella “era vacía” hipermoderna que Lipovetsky advertía, en la que el individualismo y el hedonismo exacerbado se observan en el desvanecimiento de la otredad y el sentido comunitario, esa “sociedad cansada” que Chul Han describe como esta dominación de la positividad y una proliferación de la cultura del rendimiento que ha generado que la autoexplotación se disfrace de libertad y la sobreexposición a las tecnologías genere individuos aislados y divididos.
La presentación de los resultados de esta investigación muestra, entre líneas, un fuerte llamado a los estudiantes normalistas a incorporarse al habitus investigativo, tomando desde licenciatura hasta posgrado como espacios importantes en el tránsito hacía la generación de conocimiento y haciendo hincapié que este cúmulo de características y virtudes que desarrolla el docente investigador tendrán que incorporarse a la formación inicial normalista; motivando que sean los propios estudiantes quienes retomen sus inquietudes a partir de lo que viven en los procesos de sus prácticas y su formación como objeto de estudio y así lograr trascender medios de creación y divulgación de los hallazgos que emanen de las investigaciones normalistas.
Sin duda, esta obra es un texto que provoca explorar profundamente los temas que nos impactan como parte de una realidad social compleja e interdependiente, partiendo de una postura valiente y proactiva, que se enfrenta a una multiplicidad de adversidades en la labor investigativa; los autores y miembros de la REDIEN muestran esta voluntad y exigencia ante el poco apoyo a la investigación que surge en el contexto de las escuelas normales y dan luz al camino de las nuevas generaciones de investigadores normalistas.
En este mismo sentido se pretende encaminar la apertura de los medios de difusión, socialización e interrelación entre escuelas normales, sus estudiantes y sus producciones, tales como tesis, artículos de divulgación e investigación, con iniciativas que contribuyan a la creación de espacios accesibles para que las normales puedan generar sus propios estados del conocimiento, con mayor pertinencia a las realidades de los actores que en las escuelas normales convergen.
Por ello, se alienta y exhorta a que se ejerciten habilidades y prácticas de documentación de experiencias de los estudiantes normalistas en su papel de sujetos históricos y políticos, transitando de la posición como agente aplicador, hacia un agente creador de las políticas educativas y metodologías sugeridas en su formación inicial con el propósito de develar las áreas de oportunidad desde diversas perspectivas.
El reto hacia la autonomía y sostenibilidad
Por lo descrito hasta ahora, consideramos que este libro es un referente necesario y obligado para abordar la cuestión normalista y los temas relacionados con esta línea de investigación, dada la profundidad en el análisis amplio y riguroso que provoca visibilizar nuevas temáticas que puedan aportar al campo en la víspera de hacer el estado de conocimiento de la siguiente década, por lo cual, en esta presentación las coordinadoras y autores lanzan el anzuelo para unirse a las filas de la investigación con la intención de dar continuidad, pertinencia y actualización a estas investigaciones.
La experiencia de estar en la presentación de esta obra impacta a la comunidad, generando un ambiente de reflexividad y provocando una perspectiva crítica proactiva, en donde las escuelas normales ya no esperen ser estudiadas desde la visión de las universidades externas y que, en cambio, en un ejercicio de sostenibilidad de largo aliento, levanten su voz desafiando las adversidades del camino hacia el ser docente investigador y el deber ser de las ideologías coloniales que han mantenido calladas a las escuelas normales.
“Sistematización y análisis de la información en la investigación cualitativa en contextos rurales”
La extrañeza de un clima que, con el tiempo, el mal tiempo, se normalizará pronto; como la lluvia ha dejado de pertenecer a una estación; como la estación, que con el cambio del clima perdió su identidad, se extraña su lluvia, sus gotas, sus lágrimas que humedecían sus tardes.
Pero esta tarde, con un clima de alfabetización Freiriano, comienza a normalizarse nuevamente en el ambiente el lenguaje de la cuestión normalista. Pues continuamos en el marco de la presentación de esta obra, donde surgen diversos temas de los que merece la pena visibilizar, discutir, profundizar y seguir investigando. Es en este sentido que las distinguidas maestras e investigadoras normalistas, la Doctora Amanda Cano Ruiz y la Doctora María Guadalupe Guzmán Villa, en un conversatorio cercano moderado por la Doctora Leticia Montaño Sánchez, hacen una presentación, breve pero magistral, de tres ejes importantísimos en la sistematización y análisis de la información en la investigación cualitativa en contextos rurales.
La sala del conversatorio presencial estaba nuevamente llena de docentes y estudiantes de licenciatura y posgrado de la Escuela Normal Superior de México; de manera plural acudieron al llamado de la actividad académica, que no solo permitió socializar temáticas relevantes, sino además logró sensibilizar y sembrar preguntas para girar la mirada hacia líneas de investigación y metodologías imprescindibles en el camino de la transformación social.
El primer eje de la conversación es la investigación en contextos rurales e indígenas y su vinculación con la educación básica y formal de docentes.
Al respecto, las doctoras Amanda y María Guadalupe abren su corazón y mente brillante, mostrando su interés personal por estas líneas de investigación, reconociendo que ambas crecieron en contextos que les permitieron ser sensibles ante temas y fenómenos como la educación multigrado, indígena y rural.
Identificarse con la comunidad es un proceso que ayudará a reconocer de primera mano los retos y desafíos de ser estudiante, docente e investigador en escuelas que pertenecen orgullosamente a estos contextos; razón por la que cobra mayor relevancia la unión de esfuerzos para profundizar en líneas de investigación de estudios socioculturales sobre didácticas especializadas, educación multigrado, telesecundaria en contextos indígenas, saberes comunitarios y procesos de formación inicial docente, educación, cultura y diversidad.
El discurso nos impulsa a la conciencia de hacer que la investigación cobre vida, trascendiendo fronteras interculturales, logrando incidir en la realidad social argumentando aquello que habrá que cambiar, visibilizar o atender.
En este eje de conversación se hace hincapié en que las necesidades sociales habrán de ser reconocidas y atendidas en todos los niveles educativos y, especialmente, dentro de la formación inicial de los estudiantes normalistas y próximos docentes investigadores.
En este contexto se subraya lo imprescindible de generar equipos de trabajo diversos, donde se puedan integrar cuerpos académicos, instituciones y, en especial, la voz de los estudiantes y participantes, acción que abona a la innovación y diversidad de abordajes; de aquí emana la propuesta a utilizar la etnografía colaborativa como una forma de darle un mayor significado y relevancia a las investigaciones, hallazgos y aportaciones.
Al respecto, es de gran relevancia conocer que las líneas de investigación que nos compartieron están intrínsecamente ligadas a los programas de formación inicial de las escuelas normales de Veracruz y del Valle del Mezquital, mismas que no han quitado el dedo del renglón, mostrando el interés activo sobre la conciencia histórica, social y cultural en la formación de los próximos docentes, lo que se refleja tangiblemente en los logros de estas escuelas al incorporar perspectivas y contenidos interculturales en el currículo oficial de licenciaturas, maestrías, especialidades y doctorado.
Como segundo eje de la conversación, se realizó un análisis general sobre los aspectos metodológicos de las líneas de investigación. En este tema se enfatiza la importancia de encaminar la investigación con la mente crítica y la apertura necesaria para abordar contextos alternativos y diversos.
Las reflexiones que se detonan en este eje generan un golpe a la conciencia sobre cómo se lleva a cabo el acercamiento a los objetos de estudio, las formas de recoger datos y el papel que juegan las voces de los participantes y el investigador.
Para este análisis, se comparte la experiencia de investigación en contextos indígenas, rurales y multigrado, haciendo alusión al gran reto que representa adaptar los métodos occidentales conocidos, así como las técnicas de recogida de datos propios de un paradigma específico a realidades alternativas y en resistencia.
Al respecto, es hermoso observar y reconocer que cada grupo y contexto cultural tiene sus códigos, signos y significados propios para generar y trascender el conocimiento, por lo que la investigación que reconoce esta riqueza de la diversidad adquiere el reto de adentrarse en la propia cultura, su cosmovisión del mundo y la creación de conocimiento comunitario.
En este sentido, se aborda la aplicación de una metodología más abierta, con una visión amplificada que ponga en marcha técnicas diversificadas de acercamiento a los objetos de estudio que sea corresponsable y recíproca con los propios contextos en los cuales se desenvuelve la investigación.
En este camino de reconocer la diversidad en la investigación, se convoca observar desde la visión coherente y crítica de Gasché y Bertely con el método inductivo intercultural, que tiene por objeto reconocer las dinámicas cotidianas de los pueblos indígenas y revertir algunas concepciones universales sobre estos contextos y sus prácticas. Generando así una relación de interés en profundizar en sus prácticas familiares y comunitarias que conforman los sentidos y significados sobre sus realidades; se subraya la importancia de hacer investigación adentrándose en la cultura y la vivencia del fenómeno.
El aventurarse hacia concebir y aplicar nuevas formas de investigación es una puerta que se abre a la innovación e incidencia, en donde se enaltece la comprensión y el respeto. Lo maravilloso es poder acercarse a las comunidades y conocer desde su corazón todo aquello que les conforma, haciéndolos únicos y valiosos.
En relación a la aplicación de la metodología, se hace un llamado a diversificar las técnicas, utilizar registros de audio, foto, video, narración documental, reflexiones motivadas desde la confrontación y otras que nos lleven a conocer desde la voz de los participantes el fenómeno que se investiga; ante esta diversidad de formas de acercamiento cobra singular relevancia la ratificación de los datos, regresando con los participantes para recibir una ratificación que dé fe de que lo escrito sea efectivamente lo que la voz del participante quiere decir y no aquello que el investigador quisiera corroborar o refutar.
Es en este contexto que se hace gran hincapié en la observación epistemológica del investigador; además de observarse a sí mismo, el investigador ha de requerir un andamiaje teórico y conceptual que sostenga esa adaptación metodológica. Se hace evidente la necesidad de conciencia y la formación permanente que detone en un carácter analítico, reflexivo y, sobre todo, la construcción de argumentos sólidos.
La investigación de las comunidades indígenas pone un gran reto a los grupos de investigadores; habrá que conjugar esfuerzos y compromisos intelectuales importantes para abordar pertinentemente estos contextos en donde la comunidad y sus saberes cobran singular relevancia en la adquisición y transmisión de conocimiento.
En este mismo sentido, se resalta la rigurosidad investigativa como base de legitimidad en la interpretación y atención a las problemáticas sociales en las cuales se pretende incidir, recordando que la situación actual de nuestra sociedad nos conmina a adentrarnos en los contextos para identificarnos, observar el fenómeno desde una postura de deconstrucción de la realidad, a la vez que se va construyendo conocimiento que sirva de base a la transformación social.
Por último, y a manera de cierre, se discute el tercer eje, que aborda algunos de los desafíos y alcances de la investigación de estos contextos, tema que sin duda provoca una reflexión profunda de lo que actualmente se vive en la realidad de los docentes investigadores.
Hasta el momento, se coincide en la idea de que la tarea del docente investigador no es una labor sencilla ni cómoda, dado que genera rupturas importantes que acercan a la persona a observar de frente las realidades contrastantes y, en muchos casos, desfavorecidas o enmarcadas en tintes de injusticia o invisibilidad social. Por ello, es importante reconocer las problemáticas ejerciendo presión en el análisis de las dinámicas institucionales y aquellas tensiones que se generan desde las comunidades escolares.
Es en este sentido que se identifican retos de cobertura, de inclusión y equidad para normalizar la diversidad y lograr apropiarnos de ella como una oportunidad de conocimiento del otro y no como un problema de causa y efecto.
La consigna a la nueva generación de investigadores es clara: se lanza el argumento bien fundamentado sobre la necesidad de poner atención en la formación del profesorado en las escuelas normales para desarrollar el habitus investigativo y aprehenderlo como una forma de vida, que problematice la realidad social, la deconstruya y se movilice para hacer trascender la investigación hacia la incidencia y transformación.
Es de celebración tener en las filas de maestros normalistas y de otras instituciones cuerpos académicos que están interesados en la investigación consciente, que utiliza este medio académico para levantar la voz ante lo que no podemos dejar de ver. La intención de compartir estas líneas es generar conciencia colectiva y sumarse proactivamente al esfuerzo de la investigación como herramienta social.
Es de reconocer que crear cuerpos académicos de investigación es un reto y una necesidad latente; se requieren más espacios de formación para que el estudiante normalista, desde su formación inicial, vaya incorporando en su trayectoria habilidades investigativas y de divulgación para que se logre ese trabajo colaborativo de impacto transgeneracional que unifique esfuerzos y provoque cambiar la realidad hacia la visibilidad de todos los contextos sociales en libertad y equidad.
Particularmente, es necesario reconocer la importancia de rescatar el saber ancestral y orgánico de las comunidades para su preservación, arraigo y trascendencia. Es necesario también reconocer que el trabajo en la diversidad utiliza lo diferente como una oportunidad de desarrollo. Por ejemplo, en el ámbito de la diversidad lingüística, pese a que es un desafío, también se convierte en una riqueza comunicativa en donde la escuela se nutre de la relación diversa.
Partiendo de estas “sacudidas a la conciencia" es que se generan cambios paradigmáticos desde el pensamiento, esos cambios que detonen acciones y sinergias positivas, para crear comunidad en ambientes abiertos, reflexivos y críticos en el camino complejo del ser un docente investigador; es tener fe en la luz al final del túnel, es la esperanza de hacer algo con sentido, es acercarnos a la coherencia humana que, desde la investigación propositiva, genere conocimiento y vida.
Estas experiencias de autonomía de pensamiento tienen el poder de generar también conciencia comunitaria para impulsar políticas integrales por medio de la investigación que hagan visible lo invisible de la educación rural, indígena y multigrado, porque las culturas tienen formas propias de enseñar y aprender, en donde desarrollan habilidades particulares de los ritos sociales, generando conocimientos implícitos de su cosmovisión del mundo.
Las doctoras este día nos recuerdan que en la línea de investigación sobre educación rural o indígena es importante reconocer que el acercamiento personal y la vivencia propia del hecho observado son aspectos que trascienden los métodos convencionales de investigación, recolección y análisis de datos. En comunidades indígenas de nuestro país, los investigadores deben tener actitudes y comportamientos distintos, es decir, una formación que les permita adentrarse a los grupos sociales a vivir la experiencia para aprehenderla. En la investigación de la educación indígena, el investigador "no debe esperar a que le den datos". Si no, deberá adentrarse a la comunidad para saber de ella, vivir con ella, es decir, aprender-enseñar-investigar conviviendo.
Esta situación de convivencia en la investigación abona a la crítica hacia la formación fría de los nuevos investigadores. Queda sobre la mesa si la investigación, aderezada con un toque de intervención, le podría dar calidez humana al investigador para no solo entrar al campo a recoger datos de los sujetos, sino comprender la realidad desde la compartencia, la comunalidad y la convivencia en la vida cotidiana. Es decir, la cuestión es cómo formarse para investigar la cosmovisión de una comunidad en su plena realidad, en todos los niveles: docentes en formación, licenciatura, maestría, doctorado y posgrado en general.
Conocer las formas de acercamiento a la investigación en el mundo indígena nos ha permitido mirar las condiciones del docente en contextos rurales, sus dificultades, pero también sus fortalezas. El explorar lo que hacen los docentes en formación en estos contextos rurales, nos lleva a cuestionarnos si lo que hace la Nueva Escuela Mexicana (NEM) es posible, pues pretende incluir la visión de comunidad en la educación básica, pero ¿desde qué comunidad y desde dónde se mira?
Además, en esta jornada de normalismo en voz alta, la reflexión nos ha llevado a repensar que existen variadas formas para acercarse a la realidad educativa. A un conjunto de realidades que necesitan formas más creativas e innovadoras para lograr una mejor comprensión de los fenómenos socioeducativos. La educación indígena nos invita también a conocer las lecciones que en materia educativo-investigativa puede aportar por las características de las comunidades.
Finalmente, recordar que las rupturas epistemológicas son parte necesaria e imprescindible del proceso investigativo para idear nuevos abordajes, nuevas y más pertinentes preguntas de investigación, porque lo que es un hecho contundente es que actualmente la realidad nos ha cambiado las respuestas, por lo que es urgente reinventar las preguntas.
Agradecemos infinitamente la invitación a esta jornada de alfabetización y actualización en la cuestión de la investigación sobre el normalismo en México y sirva este texto como un reconocimiento a las coordinadoras y autoras, de la obra “ESTADO DEL CONOCIMIENTO (2012-2022) Un acercamiento al estudiante normalista. ¿Qué se sabe de él?, las Doctoras Zoila Rafael Ballesteros y Maricruz Aguilera Moren. A la Dra. Amanda Cano Ruíz por prolongar atinadamente la obra, a las y los autores Leticia Montaño Sánchez, Edith Gutiérrez Álvarez, José Ramírez Martínez, Pedro Emiliano Miranda García y Adrián Aguilera Aguilar por su esfuerzo y dedicación. También nuestro reconocimiento a la Dra. María Guadalupe Guzmán Villa por sus comentarios sobre la obra y por poner sobre la hoja de ruta la cuestión del normalismo indígena y rural.